Claudio Magris - El Danubio
Aquí puedes leer online Claudio Magris - El Danubio texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 1986, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:
Novela romántica
Ciencia ficción
Aventura
Detective
Ciencia
Historia
Hogar y familia
Prosa
Arte
Política
Ordenador
No ficción
Religión
Negocios
Niños
Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.
- Libro:El Danubio
- Autor:
- Editor:ePubLibre
- Genre:
- Año:1986
- Índice:4 / 5
- Favoritos:Añadir a favoritos
- Tu marca:
- 80
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
El Danubio: resumen, descripción y anotación
Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "El Danubio" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.
El Danubio — leer online gratis el libro completo
A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" El Danubio " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Cabalgan lejos lejos hasta el Danubio…
La fuga del rey Mattia, canto popular esloveno
a Marisa, Francesco y Paolo
Título original: Danubio
Claudio Magris, 1986
Traducción: Joaquín Jordá
Editor digital: Titivillus
ePub base r2.1
[1] Evangelio según San Juan. (N. del T.).
[2] Referencia a una reforma escolar italiana. (N. del T.).
[3] Personaje de James Fenimore Cooper. (N. del T.).
[4] «He visto la boca de la srta. De Mérode, a los quince años —boca ancha, ávida, curiosa—, y la veo hoy. Ya no es la misma. Se ha estrechado, cerrado, contraído, como la de una persona engreída, satisfecha, a la que ya no se le puede enseñar nada. Se ve fatiga y un comienzo de cansancio en esta boca voluptuosa y bonita. Y también tristeza». (N. del T.).
[5] Se refiere al Corriere Della Sera, periódico italiano. (N. del T.).
[6]Dolman es una prenda del uniforme militar de los húsares, y también un vestido talar turco. (N. del T.).
[7] Istria es, también, una península próxima a Trieste, ciudad natal del autor. (N. del T.).
[8] «Pero yo —contestaba el tío— mientras tanto no oigo nada». (N. del T.).
[9] («Haz que mi muerte, Señor, sea como el discurrir de un río en el mar grande»). (N. del T.).
[a] El Tisza, afluente del Danubio. (N. del Ed.).
[b] En realidad, Tevye el lechero (Wikipedia). (N. del Ed.).
[c] Se refiere a la Karlsplatz, o plaza de Carlos, en Viena, así llamada por la iglesia de san Carlos Borromeo que la preside. (Wikipedia). (N. del Ed.).
[d] En la traducción original se utiliza tanto la forma aiduque como aiduco. En esta edición se ha adoptado la forma más corriente en castellano, haiduque, más cercana ortográficamente al término original hajduk (Wikipedia). (N. del Ed.).
[e] Júpiter. (N. del Ed.).
El Danubio, que ha sido calificado como «un maravilloso viaje en el tiempo y el espacio», enlaza con el «tourisme éclairé» de un Stendhal o un Chateaubriand, e inaugura un nuevo género, a caballo entre la novela y el ensayo, el diario y la autobiografía, la historia cultural y el libro de viajes. En palabras de su autor, el libro es «una especie de novela sumergida: escribo sobre la civilización danubiana, pero también del ojo que la contempla», y fue redactado «con la sensación de escribir mi propia autobiografía».
Paisajes, pasiones, encuentros, reflexiones: El Danubio es, pues, el relato de un «viaje sentimental» a la manera de Sterne, en el que el narrador recorre el viejo río desde sus fuentes hasta el Mar Negro atravesando Alemania, Austria, Hungría, Checoslovaquia, Yugoslavia, Rumanía, Bulgaria mientras recorre al mismo tiempo la propia vida y las estaciones de una cultura contemporánea, sus certezas, sus esperanzas y sus inquietudes.
Un viaje que reconstruye en forma de mosaico, a través de los lugares visitados e interrogados, la civilización de la Europa Central, con la inmensurable variedad de sus pueblos y de sus culturas, captándolas en los signos de la gran Historia y en las mínimas y efímeras huellas de la vida cotidiana, e identificando las nervaduras precisas: la presencia alemana, el peso de las minorías étnicas y de las culturas olvidadas, la huella dejada por los turcos, la vigente presencia hebraica.
Claudio Magris
ePub r1.3
Titivillus 31.07.2020
«Querido amigo:
»El asesor de Venecia, Sr. Maurizio Cecconi, basándose en el proyecto adjunto, nos ha planteado la propuesta de organizar una exposición sobre el tema “La arquitectura del viaje: historia y utopía de los hoteles”. La sede prevista es Venecia. Asumirían la financiación diferentes instituciones y organizaciones. Si usted se siente interesado por colaborar en ella…».
La calurosa invitación que llegó hace pocos días no se dirige a un destinatario preciso, no nombra a la persona o las personas a las que apostrofa con entusiasmo; la afectuosa iniciativa patrocinada por el Ente Público trasciende las individualidades concretas y abarca lo general, la humanidad o por lo menos una amplia y fluida comunidad de cultos e inteligentes. El proyecto adjunto —redactado por profesores de las universidades de Tübingen y de Padua, articulado según una rigurosa lógica y acompañado de bibliografía— quiere llevar al orden inexorable del tratado la imprevisibilidad del viaje, la confusión y la dispersión de los caminos, el azar de las paradas, la incertidumbre de las noches, la asimetría de todos los recorridos. El esquema es el borrador de un estatuto de la vida, si es cierto que la existencia es un viaje, como suele decirse, y que pasamos por la Tierra como invitados.
Lo cierto es que, en el mundo administrado y organizado a escala planetaria, la aventura y el misterio del viaje parecen acabados; los viajeros de Baudelaire, que partían a la búsqueda de lo inaudito y estaban dispuestos a naufragar durante el viaje, encuentran en lo ignoto, pese a cualquier desastre imprevisto, el mismo tedio que han dejado en casa. De todos modos, moverse es mejor que nada: se mira por la ventanilla del tren que se precipita en el paisaje, se ofrece la cara al escaso frescor que desciende de los árboles del paseo mientras uno se mezcla con la gente, y algo corre y pasa a través del cuerpo, el aire se mete dentro de la ropa, el yo se dilata y se contrae como una medusa, un poco de tinta sale del tintero y se diluye en un mar color tinta. Pero esta blanda relajación de los nexos, que sustituye el uniforme por un pijama, equivale sobre todo a la hora del recreo en el programa escolar, más que a la promesa de la gran disolución, del loco vuelo en que se supera el confín. Veleidades, decía Benn, incluso cuando se siente que el azul despiadado se abre bajo la realidad opinable. Demasiados agoreros complacidos y perentorios nos han enseñado que la cláusula «todo incluido» de las tarifas turísticas comprende también el viento que se levanta. Pero queda, por fortuna, la aventura de la clasificación y del diagrama, la seducción metodológica; el profesor de Tübingen contratado por el asesor, consciente de que la prosa del mundo amenaza a la odisea, a la experiencia concreta e irrepetible del individuo, se anima y cita en la página 3 a Hegel, gran discípulo del seminario teológico de su ciudad, repitiendo con él que el método es la construcción de la experiencia.
Este banco de madera, que contempla la sutil línea del agua, invita a sentir simpatía por el sistemático proyecto, encontrado en el buzón poco antes de partir —simpatía por el pequeño arte de la fuga que se oculta bajo las arcadas de sus paisajes lógicos—. La madera huele bien, posee una sobriedad viril de Caballero del valle solitario, el Breg —¿o el Danubio?— es una cinta de bronce que corre parda y reluciente, y gracias a unas pocas manchas de nieve en el bosque la vida parece un día fresco y aireado, una promesa de cielo y de viento. Una feliz conjuración de las circunstancias y un benévolo relajamiento, favorecido también tal vez por la cordialidad de aquel «querido amigo», invitan a tener confianza en el mundo, y a aceptar incluso la síntesis, formulada con claras letras por el colega alemán en el programa veneciano, entre la Ciencia de la Lógica hegeliana y las categorías de los hoteles.
Página siguienteTamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Libros similares «El Danubio»
Mira libros similares a El Danubio. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.
Discusión, reseñas del libro El Danubio y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.