Hadrien Nafilyan - Luis XVI

• ¿Nacimiento? El 23 de agosto de 1754 en Versalles.
• ¿Muerte? El 21 de enero de 1793 en París.
• ¿Función? Rey de Francia de 1774 a 1791, y rey de los franceses de 1791 a 1792.
• ¿Principales aportaciones? Acepta e intenta reformar la monarquía absoluta en un sentido liberal, pero se deja superar por los acontecimientos de la Revolución francesa (1789). Es el primer rey constitucional del país y su reino marca el final de la monarquía absoluta de derecho divino en Francia.

Luis XVI, el último rey de la monarquía absoluta, también es quien intenta ir más allá en las reformas institucionales, financieras y sociales destinadas a sacar a Francia de la crisis que atraviesa durante el último cuarto del siglo XVIII. Así, lejos de oponerse brutalmente a la Revolución francesa, busca contemporizar para evitar conflictos y dar una nueva imagen a la monarquía, más en consonancia con los deseos de la época.

Sin embargo, los distintos movimientos de oposición a la monarquía absoluta, constituidos por los partidarios de una monarquía constitucional de tipo inglés, por los aristócratas nostálgicos de un cierto tipo de feudalidad y, en menor medida, por los republicanos se aprovechan de la buena voluntad de Luis XVI. Sus ministros van sucediéndose sin lograr imponer sus reformas. Al final, el rey se ve obligado a aceptar medidas que, poco a poco, lo van despojando de sus poderes en favor de la Asamblea Revolucionaria.

Luis XVI es un monarca realmente inteligente, aunque la timidez y la falta de confianza a veces interfieren en su labor. Su carácter dulce y su gran bondad no lo incitan a actuar con firmeza y a imponerse en un contexto de tensiones económicas e ideológicas. Así, Francia entra en la era contemporánea sin él e, incluso, contra él.

¿SABÍAS QUE…?

El futuro rey, bautizado como Luis Augusto, tendría que haber reinado lógicamente con el nombre de Luis Augusto I. Sin embargo, decide seguir en la misma línea que sus predecesores y escoge el nombre de Luis XVI.

Luis Augusto, duque de Berry, nacido el 23 de agosto de 1754 y bautizado en octubre de 1761, es el hijo de Luis Fernando (1729-1765), a su vez hijo mayor del rey Luis XV (1710-1774), y de María Josefina de Sajonia (1731-1767). La muerte de Luis José Javier, duque de Borgoña (1751-1761), el hermano mayor del joven Luis Augusto, y más tarde la de sus padres marcan su infancia y lo convierten en el heredero de la Corona con tan solo 11 años.

Educado con esmero por preceptores devotos, resulta ser un alumno minucioso y talentoso en muchas áreas, en particular en ciencias y en matemáticas. Junto con la caza y la cerrajería, la lectura y el estudio seguirán siendo durante toda su vida sus ocupaciones favoritas. Intenta vencer su timidez y sus aires torpes, pero no logra realmente deshacerse de ello. Taciturno, a veces depresivo, irresoluto y confundiendo moral personal y acción política, Luis XVI no tiene el temperamento de un rey. Él mismo lo reconoce y considera que el reinado es un deber, pero también una carga.

El matrimonio que lo une a María Antonieta de Austria (1755-1793) el 16 de mayo de 1770 permite reforzar la alianza franco-austriaca. En un primer momento, las relaciones entre el delfín y su esposa son problemáticas, sobre todo desde un punto de vista carnal, puesto que el matrimonio no se consuma hasta mucho tiempo después. Parece ser que este problema se debe a la timidez y a la torpeza de Luis XVI, más que a una malformación física. De hecho, este no tendrá ninguna amante, dado que no muestra ningún interés por los asuntos amorosos. Aun así, la pareja real tendrá cuatro hijos, María Teresa, llamada Madame Royale (1778-1851), Luis José Javier (1781-1789), Luis Carlos (1785-1795), futuro Luis XVII, y Elena Beatriz-Sofía (1786-1787). Tras estos inicios difíciles, el cariño mutuo entre los esposos va creciendo, hasta llegar a una cierta complicidad en el momento trágico de la Revolución francesa.

El 10 de mayo de 1774, tras la muerte de Luis XV, Luis XVI se convierte en rey. Es coronado el 11 de junio de 1775 en la catedral de Reims. Entonces, tiene 20 años y es consciente de sus lagunas en las cuestiones de gobierno y de su falta de experiencia, pero a pesar de todo, decide reinar solo, sin primer ministro. No obstante, se apoya en un consejero principal, el conde de Maurepas, Jean-Frédéric Phélypeaux (1701-1781), al que le sucede el conde de Vergennes, Charles Gravier (1719-1787).

Retrato de Luis XVI, cuadro de Antoine-François Callet, 1788.

El rey se interesa de cerca por las cuestiones de política exterior y por la marina, en cuyo desarrollo participa. En este sentido, efectúa el único viaje de su reinado a Cherburgo, en el mes de junio de 1786, para visitar el astillero del nuevo puerto. Este gusto por la marina está en relación con la pasión del rey por la geografía y por los relatos de viajes.

LA EXPEDICIÓN DE LA PÉROUSE

En 1785, Luis XVI lanza una expedición científica que confía a Jean-François de La Pérouse (1741-1788), comandante de los navíos Astrolabe y Boussole («Astrolabio» y «Brújula») con el objetivo de explorar el océano Pacífico. Muy interesado por el proyecto, se informa a menudo sobre sus últimos progresos. Pero en 1788, La Pérousse deja de transmitir datos sobre la expedición. Se pierde todo rastro de sus embarcaciones y de su tripulación, que probablemente se perdieron en las inmediaciones de Vanikoro (una isla de las Salomón). Hasta el último momento, Luis XVI pregunta por el progreso de las investigaciones.

Desde el principio de su reinado, Luis XVI se enfrenta a dos grandes dificultades interdependientes: la falta de recursos financieros del Estado y la crisis de la sociedad. Los ministros que se suceden y que intentan encontrar soluciones al problema financiero, sobre todo Turgot (1727-1781), de 1774 a 1776, y el banquero suizo protestante Necker (1732-1804), de 1776 a 1781 y de 1788 a 1790, se encuentran con la resistencia de una aristocracia que protege sus privilegios. A menudo, el rey se pliega a sus quejas despidiendo a sus ministros sucesivamente. Pero al actuar de esta manera, no se resuelven las crisis e, incluso, empeoran a medida que pasa el tiempo. Luis XVI decide entonces convocar una asamblea de notables, que él mismo elige, para buscar una solución. Dado que no se logra poner a punto un proyecto concreto, el rey decide reunir los Estados Generales en 1789, una asamblea extraordinaria que reúne a los tres órdenes de la época, y cuyos miembros son elegidos por los diferentes cantones. El 17 de junio, los diputados se constituyen como Asamblea Nacional y juran no disolverse hasta dar una constitución a Francia.

Juramento del Juego de Pelota, cuadro de Jacques-Louis David, 1791.

Luis XVI reconoce la Asamblea Constituyente y acepta la idea de una constitución. Una parte de su entorno, preocupado por la seguridad del rey, le aconseja que se dirija rápidamente hacia Compiègne o, incluso, hacia Metz, algo a lo que Luis XVI se niega. Sin embargo, el 6 de octubre de 1789, la familia real se ve obligada a abandonar Versalles y a instalarse en el Palacio de las Tullerías en París, bajo la vigilancia de la Guardia Nacional. Con el paso de los meses, el poder real se va reduciendo a medida que crece el de la Asamblea. Aunque Luis XVI expresa frecuentemente su descontento, siempre acaba por someterse.