PARTE 1.
CONÓCETE A TI MISMO
PARTE 2.
AUTOCONOCIMIENTO 4.0
PARTE 3.
EL AYUNO Y TU SALUD
PARTE 4.
¿CÓMO HACER UN AYUNO?
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De todos los conocimientos posibles, el más sabio y útil es conocerse a sí mismo.
WILLIAM SHAKESPEARE
PARTE 1
CONÓCETE A TI MISMO
Comienza con un propósito en mente
¿Para qué? Tal vez sea la primera pregunta que deberías plantearte si has decidido iniciarte en la práctica del ayuno. Responder a esta pregunta te facilitará mucho saber por dónde y cómo empezar.
El ayuno no es realmente nada nuevo pero sí puede ser muy sofisticado. Hoy en día su práctica se ha convertido en algo trendy, no solo por las numerosas aportaciones científicas que respaldan sus beneficios para la salud, sino también debido al marketing que categoriza el ayuno como una herramienta para la pérdida de peso y de grasa corporal.
En todo caso, de una u otra manera, esta práctica saludable te aportará mucho más de lo que imaginas.
Al saber cuál es tu objetivo, tu propósito, elegir un protocolo en particular, practicarlo e incorporarlo a tu estilo de vida te será mucho más fácil. Cuando ya sabes cuáles son los resultados que deseas alcanzar, te evitas experiencias ingratas y te ahorras mucho tiempo.
Como he dicho, el ayuno no es nada nuevo, pero, si sabes cómo incorporarlo a tu estilo de vida, resultará más eficaz.
El ayuno te ayuda a ser más consciente de tus sensaciones y a mejorar tu calidad de vida.
Una de las preguntas más buscadas en Google
Es interesante mencionar que la pregunta «¿Qué es el ayuno?» es muy popular. Tanto que en los últimos años ha mostrado una tendencia ascendente en el motor de búsqueda de Google y, seguramente, seguirá creciendo en el futuro.
La respuesta más clara y concisa que necesitas saber si has decidido pasar a la práctica es esta: el ayuno consiste en abstenerse de ingerir alimentos de manera voluntaria durante un período determinado de tiempo.
Pero, antes de incursionar en este apasionante viaje al ayuno, vamos a conocer algunos principios básicos, metabólicos, hormonales y bioquímicos relacionados con la fisiología del cuerpo humano. De esta manera, podrás comprender por qué sientes, piensas y actúas de la forma en que hoy lo haces.
Al aprender cómo funciona tu cuerpo y manipular las variables que generan el efecto hormético —nuestro cuerpo da una respuesta beneficiosa a una dosis mínima de un elemento perjudicial en dosis mayores—, podrás hackear tu biología para mejorar tu salud y disfrutar de una mayor calidad de vida.
Conoce tu cuerpo y podrás mejorar tu salud.
El ser humano es un organismo multicelular diseñado para adaptarse y sobrevivir en contextos extremos, carentes y precarios, y al mismo tiempo se acomoda rápido ante contextos de abundancia, generosidad y comodidad.
La vida moderna, la urbanización y la tecnología se han enfocado en sistematizar los procesos, ahorrar tiempo y facilitarnos la vida. Vivimos en la nueva era, la era digital. Hoy en día, con un simple «Hey, Siri» podemos tener comida en la puerta de nuestra casa en menos de treinta minutos; a tres o cuatro metros de distancia podemos abrir la nevera y disfrutar de un aperitivo; las aplicaciones tecnológicas, relojes inteligentes y fórmulas matemáticas nos indican cuánto tenemos que comer cada día.
La Real Academia Española define la tecnología como el «conjunto de los instrumentos y procedimientos industriales de un determinado sector o producto». En otras palabras, incluye todas las herramientas prácticas que ayudan a facilitar las tareas del ser humano.
Gracias a la tecnología, hoy menos es más. Con menos esfuerzo, menos desgaste energético y menos adaptación obtenemos más resultados, beneficios y bienestar. Vivimos en la era más cómoda de la historia y, sin embargo, cada día queremos más: más satisfacción, más logros, más dinero, más lujos y más experiencias placenteras.
Estos «narcóticos contemporáneos» generan constantemente una nueva necesidad, nos obligan a buscar fuera de nosotros y nos desconectan de nuestro yo interior, donde residen las respuestas que realmente necesitamos para alcanzar la felicidad.
Tu «yo interior» te conducirá a la salud y a la felicidad.
Estos modelos sociales, estereotipos, tendencias e influencias hacen que generemos percepciones irreales acerca de la realidad. Son distractores mentales —es decir, elementos que distraen y desenfocan nuestra mente— que nos llevan a quererlo todo para ayer. Y la causa de una enfermedad muy conocida: el estrés.
Nos alejan de nuestra verdadera esencia, y se nos olvida que nos encontramos en un proceso y que todo respeta un orden y tiempo supremos.
Cuando se trata de composición y estética corporal, por ejemplo, pretendemos alcanzar un cuerpo playero, definido y listo para la competición en cuestión de días, semanas o, como mucho, unos cuantos meses. Caemos en el todo o nada, el perfeccionismo, la rigidez y el extremismo.
Recurrimos a dietas hipocalóricas, al entrenamiento excesivo, a suplementos y estrategias nutricionales para alcanzar lo más rápido posible el objetivo que nos hemos propuesto, pero mágicamente se nos olvida que el estado de nuestro cuerpo, el punto de partida de ese proceso, es el resultado de una serie de decisiones que hemos tomado a lo largo de los años, independientemente de nuestra edad actual.
La perfección es sinónimo de destrucción, un estado de consciencia mental inalcanzable. Piensa: si la perfección existiera, ¿qué sentido tendría el proceso de la mejora continua?
Pero ese es tema para otro libro.
Si piensas en la perfección en términos de llevar un conteo de las calorías, cuadrar los macros, aplicar técnicas de entrenamiento avanzadas, desarrollar una excesiva actividad aeróbica, generar un déficit calórico agresivo y, entre otras estrategias, ayunar de una manera excesiva e incorrecta, lo único que obtendrás como resultado será un desequilibrio metabólico, energético y hormonal.
Quizá en algún momento habrás experimentado épocas definidas por ciclos como este: entrenar, cocinar, preparar recipientes para alimentos, tiempos de comida, trabajar, descansar y repetir.
¿Te suena el miedo a catabolizar, a perder masa muscular, a mantener una alta frecuencia de comidas y diez mil pasos al día, a no consumir un gramo de más ni de menos y aun así no lograr concretar tu objetivo?
El cuerpo humano está diseñado naturalmente para encontrar la homeostasis —la estabilidad, el equilibrio— y de esta manera sostener todos los procesos vitales que permiten la supervivencia. Si sometes tu cuerpo a un estrés excesivo, lo privas de nutrientes y de energía, con lo que desencadenas toda una serie de alteraciones que te van a impedir no solo progresar, sino también gozar de buena salud.