Equipo editorial - Planificación logística

Elaborado por: Equipo Editorial

Edición: 1.0

Editorial Elearning S.L.

ISBN: 978-84-18214-99-8

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Impreso en España - Printed in Spain

Objetivos

– Saber definir la previsión de la demanda según el tipo de empresa y procesos de producción.

1.1. Definición de la demanda según tipos de empresa y procesos de producción

La demanda se refiere a la cantidad de un producto o un servicio que el cliente está dispuesto a comprar.

La relativa a un producto se fija como el volumen total de compras que un grupo específico de clientes realiza en determinadas condiciones en un periodo y lugar concretos.

Es un concepto que se concreta en base a tres dimensiones que lo limitan :

– El producto: podemos hablar de la demanda en diferentes términos según el nivel de agregación al que nos estemos refiriendo, ya que puede ir desde una marca específica a la demanda de producto genérico (llamada demanda global) de todas las empresas del mismo sector.

– El tiempo: es el plazo en el que vamos a calcular el nivel de demanda, normalmente se utilizan previsiones a corto (una semana, un mes,… a medio (un año, tres años,…) o a largo plazo (10 años por ejemplo).

– El tamaño del grupo de compradores: podemos medir la demanda de un solo comprador (que no por ello debe ser reducida), de un segmento o la demanda total de un determinado colectivo.

Los procesos productivos también se relacionan con la demanda, pues según la forma en que la satisfacen pueden configurarse de un modo u otro:

– Producción para mercado o para almacén: según los cálculos de ventas que maneje la empresa, decide qué productos fabricar, con qué características (calidades, diseño, cantidad) y en qué espacio temporal. Dentro de este esquema productivo se pueden distinguir dos estrategias:

∙ Producción para el mercado general: la empresa produce continuamente grandes cantidades.

∙ Producción para el mercado en series o lotes: se produce una edición limitada del producto que puede repetirse, aunque normalmente con alguna variación, de forma alternativa.

– Producción sobre pedido o por encargo: a partir de un pedido concreto, ya aceptado el presupuesto y con la orden de compra, la empresa comienza su fabricación siguiendo las especificaciones del comprador en relación a la cantidad, calidad y plazos de entrega.

Además, el tipo de demanda está relacionado con l a extensión temporal del proceso productivo y que puede ser:

– Producción continua: aquella que se lleva a cabo de forma ininterrumpida, bien por el coste económico de volver a poner en marcha la tecnología de producción o bien porque se trate de una cadena de montaje cuya paralización daría al traste con todo el proceso.

– Producción intermitente: no requiere continuidad, sino que su proceso productivo se puede adaptar a la propia demanda.

Estos asuntos son vitales en la planificación estratégica del desarrollo empresarial, aunque es cierto que por su propia naturaleza hay algunas corporaciones que no pueden asumir ambos tipos de producción, ni siquiera llegar a compatibilizarlos aunque sea en diferentes sedes.

Ejemplos de producción para mercado o almacén:

Pero hay que tener en cuenta que la demanda bajo pedido no es exclusiva de productos prohibitivos, sino que puede darse en negocios como una imprenta, un catering, una joyería, una empresa de costura, etc.

Además, es una línea que supone una importante ventaja competitiva para los negocios, ya que con la creciente moda de la customización son muchos los clientes que optan por artículos que tengan una cierta exclusividad en su diseño y que no esté traducida en un precio desorbitado .

1.2. Tipos de demanda y necesidades de producción

Según lo que puedan influir las decisiones de la propia empresa en la demanda o los parámetros que vengan impuestos de forma exógena, a través de los distribuidores al punto de venta o la red comercial por ejemplo, se pueden distinguir dos tipos de demanda bien diferenciados: la demanda independiente y la demanda dependiente.

Se trata de una importante diferenciación, especialmente por los condicionantes que traslada al campo de la previsión en la gestión de stocks, que con los métodos actuales se fijan básicamente en estos dos parámetros como punto de partida.

Por otra parte, es necesario conocer a qué tipo de demanda nos enfrentamos en la empresa y qué implicaciones conlleva para nuestro proceso de producción.

1.2.1. Demanda independiente

Se llama demanda independiente porque viene motivada por decisiones ajenas a la empresa , ya que son los clientes , sean internos o finales, los que toman la decisión de que ese producto es necesario.

Principalmente se aplica a los productos terminados que son requeridos por el cliente y en el que realmente la empresa sólo puede influir a través de campañas de comunicación pero sobre el que no mantiene control real alguno. También se entiende así la demanda, por ejemplo, de repuestos o piezas de recambio.

Sus características son:

– Está sujeta a las condiciones del mercado.

– Es independiente de la demanda de otros artículos (excluyendo los repuestos ya que éstos sí suponen la demanda un artículo que se necesita como resultado directo de otro que también se necesita y generalmente del cual forma parte o le sirve como accesorio).

1.1.1. Demanda dependiente

Se llama demanda dependiente porque está motivada por una decisión empresarial propia en base a una estimación que en ocasiones puede superar la demanda independiente.

Sus características son:

– No está sujeta a las condiciones del mercado.