Leandro Ibar
El libro del vino
EDITORIAL DE VECCHI
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U.
La editorial agradece a bodegas Torres la selección de fotografías cedida para ilustrar este libro.Asimismo, agradece a Viñedos del Contino S. A. las etiquetasfacilitadas, de las cuales se incluye una en la obra.
Cartografía realizada por Blauset.
Fotografías de Carmen Farré, Luis Echevarría y bodegas Torres.
© Editorial De Vecchi, S. A. 2020
© [2020] Confidential Concepts International Ltd., Ireland
Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA
ISBN: 978-1-64699-911-8
El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270)
Í ndice
P rólogo
Para mucha gente el vino es un gran desconocido, pero también —y es lamentable reconocerlo— lo es para muchos profesionales de la gastronomía. Ocurre que en numerosos restaurantes de esmerada cocina y decoración lujosa carecen del vino apropiado para cada plato. Su bodega es pobre, tanto en calidad como en cantidad, y sus conocimientos son insuficientes para recomendar y aconsejar al cliente. Un cliente que cada día es más exigente y solicita unas determinadas marcas de caldos, seguramente influenciado, en muchos casos, más por la publicidad que por la bondad de los mismos. Para evitar todos estos despropósitos gastronómicos sólo hay un camino: el conocimiento profundo de los vinos, tanto de sus clases como de la forma correcta de servirlos y su adecuación a cada plato o momento. Es importante saber su origen, su elaboración, crianza, etc.
Por todo ello, cuando Editorial De Vecchi de Barcelona me pidió unas líneas que sirviesen de prólogo para El libro del vino, acepté inmediatamente al comprobar que esta obra proporciona al lector todos los conocimientos necesarios. Mis esperanzas de que algún día pudiese encontrar en las librerías un libro como este se habían cumplido.
El autor ha hecho un minucioso trabajo de elaboración y recopilación de información, agrupándolo en dos partes fundamentales.
Por un lado, con el desarrollo de la parte dedicada a la viticultura, mezcla de un modo muy ameno su experiencia personal con la teoría y con las técnicas de elaboración más actuales.
Por el otro, dedica una parte considerable del libro a los vinos españoles, desde las grandes marcas hasta las pequeñas cooperativas, y hace un repaso general y exhaustivo de la producción nacional.
La cartografía de las distintas zonas vitivinícolas ayudará al lector a localizar perfectamente la procedencia de los caldos, e incluso permitirá al viajero saber dónde dirigirse para poder degustar o adquirir un vino de calidad. Así, la afirmación que hace el autor en su introducción referente a que «... el objeto de esta obra es ayudar a conocer los diferentes tipos de vino que se elaboran...» está plenamente justificada, y su propósito totalmente alcanzado.
Finalmente quiero destacar a Editorial De Vecchi por su magnífica labor al presentar el libro de una forma impecable, con magníficas ilustraciones que complementan el texto.
Bienvenido sea este libro de Leandro Ibar que nos ayudará a conocer más y mejor la gran riqueza que nace en nuestros campos, envejece en las bodegas y se bebe en todos los países del mundo.
S ANTIAGO I MBERNÓN T ÁRRAGA
Presidente del Club de la Buena Mesa de Barcelona
Miembro de la Academia Tastavins
St. Humbert, Chaîne des Rottisseurs,
Commanderie des Cordons Bleus de
France y Cofradía del Arroz y del Guiso
I ntroducción
El vino, principalmente en Europa, es un producto de gran consumo. España es uno de los mayores productores (las estadísticas la ponen en tercer lugar, después de Francia e Italia, países que ocuparían el primer y el segundo puesto, respectivamente). Francia es conocida por sus caldos bien elaborados, sus clos y sus chateaux. Italia trata de ligar su viticultura tradicional con las técnicas más depuradas, modernas y comerciales de elaboración del vino. España, a la que le son muy favorables las condiciones climáticas, produce sus vinos según criterio personal de cada criador. Así, se pueden encontrar excelentes vinos fruto de la tradición y de la técnica —vino de Jerez, de Montilla, de Rioja, del Penedès, etc.— pero también otros caldos en los que sólo se ha buscado una buena graduación y que han sido exportados para dar vida a otros vinos, pobres en alcohol por falta de maduración de la uva.
La idea de valorar el vino solamente por su riqueza alcohólica hace que se desechen las demás cualidades precisas para que este sea armónico y agradable. El vino se consume en la comida, y por lo tanto debe ser ligero al paladar, agradable y de riqueza alcohólica más bien baja, de modo que pueda tomarse una cantidad adecuada sin que se acuse la más mínima sensación de desarreglo. Por otra parte, los vinos de alta graduación, rancios, licorosos, etc., deben tomarse en poca cantidad preferiblemente durante los postres, en las sobremesas y con ocasión de celebraciones especiales.
El vino es un buen coadyuvante en la digestión siempre que sea de buena calidad y todos sus componentes se encuentren en una proporción adecuada. La calidad de un buen vino es consecuencia inmediata de una cuidadosa elaboración en cada una de sus fases.
La variada climatología y la accidentada orografía de España permiten encontrar siempre el lugar más adecuado para cultivar una uva determinada, que se desarrollará de la forma más conveniente para producir, posteriormente, un determinado tipo de vino. Así, encontramos en España desde el verde y ácido chacolí o el ligero y afrutado Ribeiro —consecuencia de las zonas poco soleadas del norte— hasta los pastosos tintos de elevada concentración alcohólica, producto de largos y soleados veranos.
Desde tiempo inmemorial se han cultivado cepas muy variadas, propias de cada zona vitícola, pero siempre será posible encontrar el lugar más adecuado para el cultivo de cualquier otro tipo de vid.
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