• Quejarse

Sheila Ortega del Parto - ¿Dónde estabas cuando empecé a olvidarte? (Spanish Edition)

Aquí puedes leer online Sheila Ortega del Parto - ¿Dónde estabas cuando empecé a olvidarte? (Spanish Edition) texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2017, Género: Niños. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Sheila Ortega del Parto ¿Dónde estabas cuando empecé a olvidarte? (Spanish Edition)
  • Libro:
    ¿Dónde estabas cuando empecé a olvidarte? (Spanish Edition)
  • Autor:
  • Genre:
  • Año:
    2017
  • Índice:
    5 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 100
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

¿Dónde estabas cuando empecé a olvidarte? (Spanish Edition): resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "¿Dónde estabas cuando empecé a olvidarte? (Spanish Edition)" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Sheila Ortega del Parto: otros libros del autor


¿Quién escribió ¿Dónde estabas cuando empecé a olvidarte? (Spanish Edition)? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

¿Dónde estabas cuando empecé a olvidarte? (Spanish Edition) — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" ¿Dónde estabas cuando empecé a olvidarte? (Spanish Edition) " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

¿Dónde estabas cuando empecé a olvidarte? Sheila Ortega del Parto
Primera edición : Septiembre 2017 ISBN : 9781549688812 Impresión : Amazon Edición: Cristina Valverde Cañas Maquetación: Sheila Ortega del Parto Diseño de cubierta: Manuel Márquez Clavero Fotografía: Cristina Plaza Moya / Davide Ragusa Prólogo: Marta R. Sanz A la mujer.
A los mejores padres del mundo: los míos. Prólogo Por Marta R. Sanz Este poemario habla de primeras veces, de últimas, de las que ni siquiera llegaron a ser, y de cómo la forma de sentir de Sheila parece ser siempre una primera vez. Habla de intensidad y de vida.

Su poesía es luz y verdad, es dolor. Son puñaladas y caricias directas a un mismo lugar. Son heridas que sanan tras ser escritas. Un olvido que permanecerá en el recuerdo bajo la tinta de estos versos. Es decir adiós para dar nuevas bienvenidas, principalmente a una misma. Es transparencia y valor.

Un desnudo con el que cualquier persona podría sentirse identificada y comprendida. A día de hoy es de agradecer el compartir algo tan sincero como íntimo. Para mí este poemario nace del amor; propio y ajeno, amor a la mujer y a todas las personas que al menos una vez creyeron en ello. Nace de una primera vez de la que me siento orgullosa de ser partícipe, donde Sheila toma el valor de compartir sus poemas “sin título” sobre un escenario en el que no dejó a nadie indiferente. Si hay algo que caracteriza a Sheila, es su voz, y su manera de expresar tanto a través de ella. Si alguna vez habéis tenido o tenéis la oportunidad de escucharla, no podréis leer estos versos sin esa voz en la cabeza.

En este mundo en el que es tan necesario tener voz, y darla a quien no la tiene. En el que tan necesaria es la poesía. Este libro es un despertar, un paso más en el que el dinosaurio todavía estará allí para recordarnos el sueño y darnos impulso. Porque como decía Machado: “Hoy es siempre todavía”. “Hurt an artist and you’ll see masterpieces of what you’ve done”.
Anonymous 2016 Dos mil dieciséis empezó en un hotel donde la sexta estrella era yo y ella era mi sol. Volvimos a intentarlo mientras jugábamos a olvidar cosas obvias para hacernos el amor.

Durante el final de Febrero al abandonar a las pizzas de Roma conocí a la chica con la que pensé que pasaría el resto de mi vida. Me enamoré del amor y le regalé mi corazón cuando más latía. Me enamoré de sus ojos y de lo loca que estaba ella por mí. El hombre de mi vida estuvo a punto de ver pasar sus años postrado en un sofá y la mujer de mi vida estuvo a punto de no verlos. Me encapriché de una rubia a la que le gustaba Rubens y la jardinería inhalada. No me preguntes por qué pero su voz me invitaba a oír el silencio y sus besos sabían a cenicero.

Treinta días conté mientras intentaba que mi corazón corriese tras su mente. Mi última vez en línea fue un domingo cuando la dije que estaba enamorada. Pero no de ella. Cambié la rutina de Comunicar por la de pertenecer a un equipo de rojos. Y después de tanto tiempo, no sé cómo llamar a alguien con quien no te has acostado pero sí que has hablado
durante 25 horas, 8 días a la semana. Pero de esas, he tenido unas cuantas.

Pasaban los segundos e inevitablemente seguía pensando en aquella chica que me hizo sentirme miserable sin haber pertenecido a ningún musical. La rubia volvió; pajarita en cuello, coche bajo los pies y varias llaves en los bolsillos. Confesó haberse sentido un florero
mientras a mí me seguía comparando
con aquellas tres gracias de su cuadro favorito. No habían pasado ni cinco días cuando me dijo que ya tenía a otra que la regase. Una chica que decía ser mi amiga desde hace once años me deseó suerte para poder avanzar sin que ella me cogiera de la mano. Y luego llegó ella, con su acento gallego y la mirada tan bonita como su cara.

Cuando pensaba que 2016 se me había atragantado ella me devolvió las ganas de comerme el mundo. La única conclusión que puedo sacar de este año es que siempre podré decir
que la pizza jamás me abandonará. I Le tengo vértigo a los segundos previos a un beso, a la distancia entre peca y peca que hay en tu cara. Y perdona si peco de precavida pero lo de vivir sin arnés lo llevo bastante mal. Le tengo vértigo a que se rompan los rotos de tu pantalón mientras te desnudo y a que tus ojos se vuelvan abismo mientras te conviertes en mi universo. Y disculpa si te deslumbro mientras me desvisto; una vez fui la luna y las estrellas y ella fue mi cielo.

Le tengo vértigo a que estalle mi corazón mientras me enamoras con cada palabra que entra como una caricia en ambos oídos y a la ternura que sale de tu boca justo antes de quedarme dormida. Y siento serte franca pero ya fui cama, almohada, manta y helado en los días de lluvia cuando ella no quería salir. Le tengo vértigo a la oscuridad de mi propio corazón a lo que se esconde en cada rincón de mi cuerpo donde sólo existen las curvas cerradas y hay miles de pasos a nivel donde nunca paran los trenes y tampoco hay pasajeros. Tengo miedo a volver a quedarme con la medalla de plata, a volver a celebrar otro año más sin un beso, a los polvos de una noche, a los dime qué hice mal, a volver a pasear entre las tinieblas y no encontrar la salida. A gritar y que nadie escuche, al silencio infinito, a lo desconocido, a las lágrimas sin recoger, a los abrazos sin recibir, al amor sin proclamar, a las canciones sin cantar y a los bailes sin bailar. A los mensajes sin mandar y las llamadas sin tono.

A los buenos días sin legañas, a las buenas noches sin sexo, a las cenas de alma desnuda y pecho sobrecogido. A las sábanas sin revolver, a las tardes sin planes, a la lluvia sin paraguas y los días soleados sin playa. Le tengo vértigo al instante en el que tenga que decidir si saltar al vacío o aferrarme a mi miedo. Le tengo vértigo a atreverme con el miedo y que el miedo vuelva a asustarme. II El primer beso, con un chico, con una chica, el primer calentón, el primer condón. El primer flechazo, el primer “¿nos vemos mañana?” , el primer “¿en tu casa o en la mía?” .

El primer viaje, el primer baño en el Cantábrico, el primer orgasmo, la primera pelea, la primera ruptura, la última. Lisboa, Bilbao, Nueva York y adiós. Los primeros diez orgasmos y los ciento doce siguientes. Barcelona, Palau Sant Jordi, Adele. La locura, hasta nunca. Las rubias, las morenas, la gallega, el reto.

Lo imposible. Tú. Volvería a vivirte. A tú, perdón, a ti. III Voy a destrozarte la vida, lo sé. Voy a destrozarte la vida porque haré que no dejes de pensar en mí, que me necesites, que el único sonido que quieras escuchar sea el de mi voz.

Voy a destrozarte la vida porque te enamorarás de mi modo de caminar y de la forma en la que me río, te encantará oírme tararear y lo muchísimo que me gusta estar en la cama contigo. Voy a destrozarte la vida porque escucharás mis canciones y creerás verme en cualquier rincón de Madrid, te enternecerá mi forma de observar y querrás cuidarme cuando medite sobre rendirme. Te destrozaré la vida porque, cuando sientas que quieras casarte conmigo, me marcharé, conseguiré que quieras morir, literalmente, por mí. Te destrozaré la vida porque cuando haya creado tal obsesión, te confesaré que ya no te quiero, que prefiero estar sola. Cuando en realidad ya le habré empezado a destrozar la vida a cualquier otra persona. IV Antes de salir a la calle me pondré una nube por vestido y sacaré el chaparrón a pasear mientras el sol duerme plácidamente y el mundo se inunda con cada uno de mis pasos.

V Pensaba que 2016 se me había atragantado; tosí, mi corazón salió disparado y desangrado me gritó: “cuídame un poquito más, por favor”. VI Tanto que escribir y tan poca tinta. VII Me tumbé a su lado y me pidió que la leyera los poemas que escribí pensando en ti. Pasé las hojas y entre líneas pude leer tu nombre miles de veces sin que ella se diera cuenta. Cerró los ojos e imaginó que fue ella la que me amó, me hirió y me abandonó en tan solo un verso. La acaricié con cada “te echo de menos” y la desgarré con todos los “te odio” que nunca te recité.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «¿Dónde estabas cuando empecé a olvidarte? (Spanish Edition)»

Mira libros similares a ¿Dónde estabas cuando empecé a olvidarte? (Spanish Edition). Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «¿Dónde estabas cuando empecé a olvidarte? (Spanish Edition)»

Discusión, reseñas del libro ¿Dónde estabas cuando empecé a olvidarte? (Spanish Edition) y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.