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Elogios recibidos para LA MÚSICA EN MI VIDA
“Si Chance the Rapper y Cristela la Comediante tuvieran un bebé, sería este libro. Las memorias de Cristela son un viaje emotivo que los hará reír, llorar y pasar por todas las etapas entre estos dos extremos. Como la primera mujer latina que crea, produce, escribe y protagoniza su propio programa de televisión transmitido en horario estelar, el éxito que ha alcanzado entre todos los retos que ha enfrentado hará que el público la apoye continuamente. Además, todas las canciones a las que hace referencia son buenísimas”.
—Wanda Sykes
“La vida real de Cristela se convirtió en su comedia y su comedia conformó su sentido del bien y del mal, pero más que nada, Cristela sigue siendo real y graciosa. Lean el libro. Comprenderán”.
—Whoopi Goldberg
“Cristela hace gala de su humor característico y ofrece una brillante y conmovedora reflexión sobre cómo lo personal es político. No es coincidencia que después de tratar temas que incluyen la identidad, la representación y la desigualdad, concluya el libro con una feroz defensa de nuestra democracia y del pueblo al que esta debe servir. Me inspiró su historia de despertar político y espero que otros la lean y profundicen su propio activismo político”.
—Julián Castro
“Me encantó el libro. Cristela nos ilustra, educa y entretiene vívidamente con su difícil viaje desde la pobreza y la cultura en la frontera México-Texas hasta el estrellato, mientras nos comparte con toda honestidad sus lecciones de vida y la música que la ha colmado de fuerza. [Es] una historia que nos hará desear ser tan fuertes, compasivos y visionarios como es ella para su familia, sus amigos y su país. La música es una parte tan grande en nuestras vidas. Cuando estuvimos en los piquetes de huelga, cantamos mil veces ‘We Shall Overcome’ y ‘This Little Light of Mine’ desde la madrugada hasta que los esquiroles abandonaron los campos. Hay tanto por decir sobre este libro; afirmó mi vida en muchas formas y estoy segura de que así les sucederá a muchas latinas. Somos similares”.
—Dolores Huerta
Un sello de Simon & Schuster, Inc.
1230 Avenida de las Américas
Nueva York, NY 10020
www.SimonandSchuster.com
Copyright © 2019 por Cristela Alonzo
Copyright de la traducción © 2019 por Simon & Schuster, Inc.
Traducido por María Angélica Ramírez Gutiérrez
Todos los derechos están reservados, incluido el derecho de reproducción total o parcial en cualquier forma. Para obtener cualquier información diríjase a: Atria Books Subsidiary Rights Department, 1230 Avenida de las Américas, Nueva York, NY 10020.
Primera edición en rústica de Atria Español, diciembre 2019
y su colofón son sellos editoriales de Simon & Schuster, Inc.
Para obtener información respecto a descuentos especiales en ventas al por mayor, diríjase a Simon & Schuster Special Sales al 1-866-506-1949 o al siguiente correo electrónico: .
La Oficina de Oradores (Speakers Bureau) de Simon & Schuster puede presentar autores en cualquiera de sus eventos en vivo. Para obtener más información o para hacer una reservación para un evento, llame al Speakers Bureau de Simon & Schuster, 1-866-248-3049 o visite nuestra página web en www.simonspeakers.com.
Diseñado por A. Kathryn Barrett
Diseño de la cubierta por James Iacobelli
Fotografía de la autora por Koury Angelo/Dayreps
Un registro de catálogo para este libro está disponible en la Biblioteca del Congreso.
ISBN 978-1-5011-8923-4
ISBN 978-1-5011-8924-1 (ebook)
Dedico este libro a las personas que han trabajado en el campo, cosechando los alimentos que comemos. A las personas que limpian casas, que cuidan niños y trabajan en restaurantes. A todas las personas que hayan tenido un trabajo que a veces las hizo sentir invisibles quiero decirles que no solamente las veo, sino que soy hija de alguien igual a ustedes.
La gente como yo logra cumplir sus sueños por gente como ustedes, que han sacrificado sus propios sueños para darles a sus futuras generaciones una oportunidad en la vida.
Gracias.
Thank you.
INTRODUCCIŌN AL PRINCIPIO…
E stoy sentada en la sala, y apenas terminé una bolsa de Cheetos picantes que metí en una salsa de queso fundido para nachos. Tengo los dedos untados de esa rara (pero riquísima) cobertura roja que me hace parecer como si acabara de matar a alguien con las manos. Y no puedo evitar pensar, Cristela, esta NO es la forma de escribir un libro. A menos que sea una guía para cometer un asesinato.
He de ser honesta. Si me hubieran dicho cuando era niña que alguna vez me atrevería a escribir un libro, habría dicho: “Aléjate de mí, extraño. No te conozco”. Y hay que decirlo, este no es un libro en sí, sino un Nuevo Testamento absolutamente reciente. Sí, leíste bien. He decidido escribir una nueva biblia. Pensé que si estamos rehaciendo programas de televisión y películas antigüas, ¿por qué no hacer una nueva versión de la biblia y actualizarla según los intereses de la gente de hoy? Hay que meter explosiones y, ¿tal vez una persecución de coches?
Es broma. Me criaron como buena católica: no sé nada de la biblia.
¿Entonces por qué estoy escribiendo un libro? Era inevitable. Soy una de las pocas cómicas latinas que hacen monólogos y que logran viajar por el país y vivir su sueño. Hice historia en el mundo de la televisión cuando me convertí en la primera mujer mexicoestado
unidense que creó, produjo y protagonizó su propio programa cómico de Cristela (inspirado en mí, claro, no en otra Cristela). También fui la primera actriz latina que tuvo un papel principal en una película de Disney-Pixar, cuando me dieron la oportunidad de dar voz al personaje de Cruz Ramírez en una peliculita llamada Cars 3. Ahora mi vida está llena de mansiones y limusinas. Tengo la vida de una Barbie morena. ¿No es emocionante? Ya sé, ¡es que soy TAN exitosa!
Es otra broma. Lo más parecido a vivir en una mansión para mí es poder comprarme todo el cereal de marca que quiera, y eso es EXACTAMENTE lo que me hace feliz. Mi trayectoria me parece una historia de éxito porque perseguí mi sueño y lo cumplí. ¿Cuánta gente puede decir eso? Muchos me preguntan cómo logré realizar las cosas que he hecho y la respuesta siempre es la misma: “No tengo la menor idea”. En serio. No tengo ningún mapa que pueda darle a la gente para que vea mis pasos. No soy Dora la Exploradora, aunque si vieran fotos mías de cuando era niña, pensarían lo contrario.
En un pueblito del sur de Texas, en la frontera entre México y los Estados Unidos, me crio una inmigrante mexicana que tenía educación de segundo de primaria y un doctorado en palizas.
Mi vida no fue fácil. Crecí siendo realmente pobre. Conozco a mucha gente que dice haber crecido siendo pobre, pero mi familia vivió muy por debajo de la línea de la pobreza durante décadas. Así como los niños jugaban a que caminaban por arenas movedizas, yo jugaba a que el suelo de mi casa era un piso de verdad sin agujeros. Solía ver programas de remodelación de casas y deseaba que mi familia pudiera algún día vivir en una casa parecida a la foto de “antes” del cambio.