Homenaje de Gambones
Para darse un homenaje, para impresionar a un ligue, para arruinar la vida de un amigo envidioso, para descubrir con sorpresa que uno tiene poderes gastronómicos ocultos aunque no haya frito un huevo en su vida.
Ingredientes: 3 gambones por persona (bueno, basta de miserias, digamos 4, que son baratos y luego el gambón extra se agradece), sal gorda y aceite de oliva. Aunque parezca mentira, con estos ingredientes, un horno y 10 minutos se consigue un plato de lujo.
Preparación: calentar el horno a 200/210 grados. Mientras se calienta poner los gambones en una fuente pyrex (la típica de cristal que resiste el calor del horno) con cuidado de que no monten uno sobre otro. Espolvorear con sal gorda sin miedo (y sin pasarse, que no son gambones a la sal) y regar con un hilo de aceite. Cuando el horno esté a temperatura, meterlos dentro y tenerlos allí diez u once minutos. Y ya está. No hay más misterio. Se pueden acompañar con casi cualquier cosa, un poco de ensalada, un tomatillo en rodajas con aceite y sal o cualquier otra cosa que haga bonito. Los de la foto los he servido con un Acompañamiento Universal Falsarius (pimiento asado, patata y ajos al horno) del que seguidamente os doy noticia, que les aporta consistencia de plato principal.
Acompañamiento Universal «Falsarius Chef»
Socorrido y sabroso acompañamiento, tanto para carnes como para pescados, que se improvisa en un momento y hace que cualquier condumio de andar por casa parezca algo importante. Un plato de compañía fiel como un buen perro y, seguramente, mucho más rico.
Ingredientes: 1 bote de cristal de las maravillosas y multipotenciales patatas cocidas y peladas (las hay de muchas marcas), 1 bote (o lata) de pimientos del piquillo asados, unos dientes de ajo, sal gorda, aceite de oliva virgen extra.
Preparación: en una bandeja de cristal Pyrex (de las que aguantan el calor) se pone la mitad de patatas y la otra mitad de pimientos del piquillo. Encima de las patatas se ponen unos dientes de ajo (yo recomiendo varios porque quedan muy ricos) y se les echa un poco de aceite y un poco de sal gorda por encima. Se meten en el horno precalentado a 200 grados y se tienen allí 15 minutos. Y ya está. Cosa de brujas para quedar como un mago (farsante) de la cocina.
Presentación: antes de servir, remover un poco el pimiento para que quede más lucido. A las patatas no les viene nada mal un toque final de aceite y un adorno de alguna especia (orégano, pimienta, romero) que te guste.
Huevo Luxury
Gran invento el del huevo, pero no exento de controversias. Que si el colesterol, que si engordan, que si se tienen o no de pie… Ya los clásicos filosofaban sobre qué fue antes, si el huevo o la gallina. Claro que si aquel huevo del dilema se hubiera visto tan elegante y apetitoso como el de esta receta, nunca hubiera querido dar en plumífera ave.
Ingredientes: 1 huevo, 1 bote de huevas de salmón (son un poco caras pero merece la pena el esfuerzo y con las que te sobren de esta receta se pueden hacer mil cosas, por ejemplo comértelas sobre pan tostado con un poco de mantequilla y una gota de limón, en plan caviar, al que no tienen nada que envidiar salvo fama y precio), 1 rebanada de pan, aceite de oliva virgen extra y sal.
Preparación: hay quien se asusta ante la posibilidad de tener que hacer un huevo escalfado. Hay un sistema para hacerlo sin problemas. Cortamos un cuadrado de film de plástico transparente de ese de cocina. Lo ponemos en un vaso de los de vino y echamos allí el huevo. Le ponemos un poco de sal, cerramos el plástico haciendo una bolsita y la atamos haciendo un nudo con una tira del mismo plástico que habremos cortado y enrollado como si fuera un cordón. Cuando el agua esté hirviendo, introducimos la bolsa y lo dejamos hirviendo durante dos minutos. Lo sacamos y dejamos que se enfríe un poco antes de abrir el envoltorio para que no se rompa. Un huevo escalfado de manual que depositaremos cuidadosamente sobre una rebanada de pan tostado con unas gotas de aceite de oliva. Sólo queda añadir por encima las huevas de salmón y disfrutar de una pequeña maravilla.
Chipirones en su Media Tinta
Es fiesta. Está todo cerrado. La cocina desolada. La nevera vacía. Apenas una cebolla abandonada y un tomate viudo. En un cajón descubres una solitaria lata de chipirones. ¿Una tristeza? No. Un menú «vasco-mediterráneo» de mucho lujo y ornamento que dejará tu estómago agradecido y feliz como una bucólica vaquerilla de la Finojosa.
Ingredientes: los ya anunciados, 1 tomate, 1 cebolla, 1 lata de chipirones en su tinta, aceite de oliva, orégano, sal y, oye, si tienes por ahí un poco de jamón y puedes cortar unos taquitos pequeños, mejor que mejor.
Preparación: se pica media cebolla y se pone a freír con un poco de aceite. Se ralla medio tomate y cuando la cebolla esté doradita, se añade al sofrito removiéndolo bien. Se abre la lata de chipirones y se vuelca en un plato. Con una cucharilla vas cogiendo la salsa negra de la lata, dejando de lado, preferiblemente, el aceitazo que trae, y la vas añadiendo al sofrito mezclándolo todo bien. Para que salga un poco más de salsa añade un par de cucharadas de agua. Cuando veas que está todo bien hilado, añades los chipirones (sin el aceite de la lata, insisto) y dejas que se calienten un poco con la salsa. Esto es la parte vasca del menú que decíamos al principio. La mediterránea es trocear el medio tomate y la media cebolla que te han sobrado, aliñarlos con un poco de aceite, sal gorda y un poco de orégano y comértelo acompañando a los chipirones.
Obviedad: hay mucho tradicional irredento para quien los chipirones sin arroz blanco, no son lo mismo. El problema se soluciona en un minuto con uno de esos vasitos de arroz blanco para calentar en el microondas. A mí me gusta más calentarlo en sartén con un poco de ajo muy picado y su puntita de sal.
Paella Dominguera
Está muy buena pero no nos engañemos. Si eres joven he de confesar que no te va a resultar tan bien como la de tu madre. Ésta, además de alimentarte, no te lava la ropa sucia. Algún defecto tenía que tener.
Ingredientes para 4 personas: 3 paquetes de paella congelada Salto (no es publicidad, ni me llevo comisión —lamentablemente— pero de las que he probado es con la que mejor sale esta receta y la que mejor engaña a la vista), 1 /2 kilo de almejas, aceite de oliva, un par de dientes de ajo y sal.
Preparación: lavar las almejas sumergiéndolas en agua con sal durante al menos media hora y cambiando el agua un par de veces. Preparar una paella (ese tipo de sartén al que suele llamarse paellera) con siete u ocho cucharadas de aceite y sofreír en él los ajos previamente picados. Cuando estén dorados añadir el contenido de las bolsas y salar (