En este libro, que es la secuela de La Estructura de la magia Tomo I, los autores nos entregan en forma rigurosa los sistemas no verbales de comunicación y representación cognitiva. Es un texto de estudio de la comunicación que lleva implícito el proyecto de Bateson, como así también el de Perls, Erickson y Satir. Útil para todo tipo de comunicadores y terapeutas, ya sean estos individuales, de familia, o sociales. Otras características Este libro, largamente esperado, es el compañero natural de la Estructura de la Magia I, Lenguaje y terapia. En conjunto estos volúmenes muestran con gran claridad algunas pautas que los psicoterapeutas de todas las escuelas tienen en común. Su intención jamás fue la de iniciar una nueva escuela de psicoterapia, sino más bien introducir una forma nueva de hablar de la terapia, de modo que las semejanzas entre las diversas escuelas pudieran ser entendidas, enriqueciendo así el difícil oficio de ayudar a las personas a efectuar los cambios deseados y necesarios para una vida satisfactoria.
Richard Bandler & John Grinder
La estructura de la magia II
Cambio y congruencia
Título original: The Structure of Magic II
Richard Bandler & John Grinder, 1976
A Leslie Cameron , una de las terapeutas de familia más creativas del mundo, y a Steve Gilligan , uno de los expertos en hipnosis más efectivos del mundo, con nuestro profundo respeto.
PROLOGO
¿Por qué un cisne?
G. Bateson, Metalogos
Muchos años, casi dos décadas, durmió la edición de este segundo tomo de La Estructura de la Magia, la presentación formal del «metamodelo» al mundo de la psicoterapia profesional. El proyecto era ambicioso y claramente definido: proponer un modelo que pudiera explicar el fenómeno psicoterapéutico de distintos enfoques exitosos —en realidad, de cualquier enfoque o modelo. De tal modo, dijeron los autores en una oportunidad, no se trataba de una nueva modalidad terapéutica, sino de una sistematización de la comunicación terapéutica eficaz, aplicable a cualquier modelo particular. La historia que vino es bastante conocida: el «metamodelo» se transformó en la Programación Neurolingüística, el respeto implícito a todas las formas de hacer terapia y a todas las ideologías sobre ella dio paso a la explícita devaluación de todo otro modo de practicarla que no fuese la P. N. L. En fin, es precisamente esa historia la que hace importante presentar esta publicación, largamente esperada.
En efecto, reencontrarnos con la racionalidad que dio origen a la P. N. L., la metódica búsqueda de la estructura subyacente al fenómeno terapéutico, nos permite reflexionar sobre nuestro quehacer, su status y su enseñanza. La demencial idea de que es posible diseñar un manual de instrucciones que aplicadas por cualquier «usuario» resulte en una psicoterapia exitosa, no es más que un desliz del pensamiento científico-tecnológico, una derivación vulgar, no estética, de un modo de pensar las cosas del mundo, típico de occidente y que nos ha permitido tratar con ellas tan exitosamente. En verdad, el intento por formular una explicación de la relación terapéutica, y de toda interacción humana, es una bella aventura para quienes se interesan profundamente por el fenómeno humano, y si tal intento surge desde la ciencia, entonces la explicación debe ajustarse a su legalidad. Pero una cosa es la experiencia y otra su explicación; la explicación no reemplaza el fenómeno, nos advierte H. Maturana. Una cosa es lo que sucedía entre un paciente y Fritz Perls o Erickson, y otra es el metamodelo. Sin duda este desarrollo de Bandler y Grinder nos dan una luz interesante desde la cual observar un fenómeno; igual cosa nos da, por ejemplo, el modelo explicativo de J. Haley. Lo que el modelo no dice, no puede decir, es la actitud que Perls, Erickson o la Satir tenían cuando practicaban su arte: atentos, profundamente interesados en el paciente: amándolo, sin duda, como amaban su quehacer, inmersos en el fluir del presente de la relación. Tal actitud no la entregan las instrucciones «paso a paso»; así como un arte se aprende en la convivencia con un maestro, un modo de ser (estar) en el mundo se aprende viviéndolo («lo que natura non da… »). En efecto, esa actitud atenta al presente, curiosa, juguetona —la del Poeta, la del Místico, la del Científico— es el resultado de una particular historia humana, de una configuración inédita de conversaciones, lecturas y atardeceres. Quien hace de su vida un arte, generará belleza a cada paso; cortará el césped, hará terapia y descansará con excelencia. Quien no atienda a su existir mientras camina al consultorio, tal vez no sepa como hacerlo una vez dentro de él. A ser terapeuta se aprende en la calle, así como un pintor no aprende a serlo en la escuela de Bellas Artes.
Dada la actitud «correcta», cualquier técnica puede ser adecuada; estas, en especial. Mal que mal, nadie jamás se ha podido poner de acuerdo en si la Psicoterapia es arte, técnica o sacramento . Invitamos, entonces, a todos los que trabajan en la tarea de asistir a otras personas en su proceso de crecimiento a que lean críticamente el libro, en que concluye la presentación de las bases formales de lo que después se llamaría Programación Neuro-Lingüística: la racionalidad detrás de tantos diálogos y chasquidos. Y lo invitamos a que genere sus propias tácticas y meta-tácticas; su propia y personal P. N. L.
Carlos González M.
Agosto de 1994, La Herradura, Coquimbo
PARTE I
SISTEMAS REPRESENTACIONALES OTROS MAPAS PARA EL MISMO TERRITORIO
INTRODUCCIÓN
En el primer volumen de La estructura de la magia iniciamos la descripción en forma didáctica y explícita de las destrezas aparentemente mágicas de algunos psicoterapeutas muy eficaces. En particular, presentamos paso a paso las intuiciones que estos «magos psicoterapéuticos» tienen acerca del lenguaje, de modo que ustedes pudieran entrenarse en el uso de sus propias intuiciones, aumentando así sus destrezas en este campo. En este segundo volumen, queremos completar nuestra descripción de ese dominio, y extender nuestro trabajo para incluir las intuiciones y conductas sistemáticas de estos magos, relativas a otras modalidades a través de las cuales un ser humano puede representar y comunicar su propio mundo. Mientras lean este libro, tos de La estructura de la magia I .
Los seres humanos vivimos en un mundo real. Sin embargo, no operamos directa o inmediatamente sobre ese mundo, sino que lo hacemos usando un mapa o modelo, o una serie de mapas o modelos de ese mundo para guiar nuestro comportamiento en él. Estos mapas, o sistemas representacionales difieren necesariamente del territorio que modelan en virtud de los tres procesos universales de modelamiento: Generalización, Eliminación y Distorsión . Cuando las personas acuden a terapia expresando su dolor e insatisfacción, las limitaciones que experimentan están, generalmente, en sus representaciones del mundo y no en el mundo en sí.
El sistema representacional más estudiado y mejor comprendido es el lenguaje humano. A su vez, el modelo más completo y explícito de lenguaje natural es la gramática transformacional. La gramática transformacional es, por lo tanto, un Meta-modelo —una representación de la estructura del lenguaje humano— que es en sí mismo una representación del mundo de las experiencias.
Los sistemas de lenguaje humano son representaciones derivadas de un modelo más completo: la suma total de las experiencias que un ser humano ha tenido en su vida. Los lingüistas transformacionales han desarrollado numerosos conceptos y mecanismos para describir cómo la forma en que una persona habla —sus Estructuras de Superficie— deriva de hecho de su representación lingüística plena —de sus Estructuras Profundas. Los Meta-modelos transformacionales describen explícitamente estos conceptos y mecanismos —son casos específicos de los procesos generales de modelamiento: Generalización, Distorsión y Eliminación.