Experimentamos constantemente estados superiores de conciencia, así como muchos otros menos esclarecidos. En esa búsqueda de equilibrio pendular, nunca podemos ser sólo bondadosos, sabios y buenos sino que participamos a su vez de la maldad, el error y la ignorancia. Aldous Huxley decía que para vivir la experiencia mística era necesario ir más allá de todas las dualidades, sin embargo, Golas nos da una versión más simple y actual, para él la iluminación es toda experiencia de ampliación de la conciencia más allá de los límites que conocemos. Tenemos que aceptarnos cómo y dónde estamos, en nuestro propio nivel y bajo cualquier circunstancia, porque sobre todo reina una ley de interacción y armonía que da unidad y destino al universo y a todo lo que hay en él. Golas tiene la frescura pragmática y utilitaria que es herencia norteamericana y vierte sus experiencias en una serie de enunciados prácticos para recordarlos fácilmente en cualquier situación de crisis mental en que nos hallemos.
Thaddeus Golas
Manual de iluminación para holgazanes
ePub r1.1
Trips 17.09.14
Título original: The lazy man’s guide to enlightenment
Thaddeus Golas, 1971
Traducción: Alejandro Celis & Gonzalo Pérez
Editor digital: Trips
Corrección de erratas: Trips
ePub base r1.1
Dedicado a
la memoria de mi padre
VALENTIN GOLAS
y con gratitud
a los del Yellow Submarine
de la Calle Belcher:
el Capitán Bill y Liz,
Patrice, Kathy, Bernie,
Fran, Ian, Helene,
Joe, Don y todos.
THADDEUS GOLAS (Patterson, Nueva Jersey, 1924 - Sarasota, Florida, 1997). Ingresó en la Universidad de Columbia luego de servir como combatiente en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Se graduó en 1948 para después trabajar en varias editoriales.
De ahí se trasladó a San Francisco, convirtiéndose en una suerte de gurú de la LSD. Ayudado por sus experiencias psiquedélicas fue que escribió su libro seminal Manual de iluminación para holgazanes, en el Café The Yellow Submarine de la calle Belcher a finales de los 60 y comienzos de los 70, texto que se ha traducido a muchas lenguas.
Su libro fue tan exitoso que Golas vivió de sus derechos de autor por el resto de sus días. En el ámbito de la literatura metafísica es único por combinar sencillez y profundidad. Es citado en círculos diversos, desde la espiritualidad hasta los negocios.
Capítulo 1: ¿Quiénes somos?
Somos seres iguales y el universo es la relación que existe entre cada uno de nosotros. El universo está hecho de un solo tipo de entidad; cada ser está vivo, cada ser determina el curso de su propia existencia.
Esto es, en realidad, todo lo que necesitas saber para comprender este libro o para escribir el tuyo propio. Todo lo que digo tiene sus raíces en ese primer párrafo; puedes resolver cualquier duda volviendo atrás y meditándolo por tu cuenta.
El universo está hecho de un solo tipo de «lo-que-sea», que no puede ser definido. Para nuestro propósito; no es necesario intentar definirlo. Sólo es necesario asumir que existe sólo un tipo de lo-que-sea, y ver si esto nos conduce a una explicación razonable del mundo como lo conocemos.
La función básica de cada ser es expandirse y contraerse. Los seres expandidos son permeables; los seres contraídos son densos e impermeables. Así, por tanto, cada uno de nosotros, solo o acompañado, puede aparecer como espacio, energía o masa, dependiendo del grado de expansión o contracción elegido, y del tipo de vibraciones que cada uno de nosotros emite al alternar la expansión y la contracción. Cada ser controla sus propias vibraciones.
Un ser totalmente expandido es espacio. Puesto que la expansión es permeable, podemos estar en el «mismo espacio» con uno o más seres expandidos. En realidad, todas las entidades del universo tienen la posibilidad de transformarse en un solo espacio.
Experimentamos la expansión como darse cuenta, comprensión, toma de conciencia, o como queramos llamarlo. Cuando nos encontramos totalmente expandidos, tenemos la sensación de conciencia total, de ser uno con la vida entera. En ese nivel, no presentamos resistencia a ninguna vibración o interacción de otros seres. Es éxtasis perpetuo, con posibilidad ilimitada de elección de conciencia, percepción y sentimiento.
El espacio es un nivel de experiencia que cualquiera de nosotros puede alcanzar, pero es difícil hablar de ello en el plano donde estamos ahora, precisamente porque es ilimitado. El espacio es aquello que escoge los límites y formula las definiciones. Podríamos decir: la Mente Única puede vivenciar todas las experiencias, y la Mente Única es todos nosotros o cualquiera de nosotros en el nivel más alto de expansión. O bien, podríamos teorizar: Dios no podría crear algo que persista que sea más limitado que Él Mismo, pero si Él se duplica a Sí Mismo. El puede disfrutar de un universo persistente. Cada entidad, por tanto, es un duplicado de Dios, «creado» a Su imagen y semejanza.
No importa las palabras que utilicemos: nosotros existimos y el universo existe; y es posible comprobar esta idea de la expansión contracción dentro del campo limitado de lo que es real para nosotros como seres humanos, especialmente en estudios atómicos y subatómicos.
Cuando un ser está totalmente contraído es una masa de partículas, totalmente implotado. Dependiendo del grado de su contracción, un ser es incapaz de estar en el mismo espacio con otros, de modo que en la contracción se experimenta miedo, dolor, inconsciencia, ignorancia, odio, maldad y todo un conglomerado de extraños sentimientos. En el extremo, el ser tiene la sensación de estar totalmente demente, de resistirse a todos y a todo, de ser incapaz de elegir el contenido de su conciencia. Por supuesto, éstos son sólo los sentimientos apropiados para los niveles-masa de vibración, y puede salir de allí en cualquier momento, con sólo expandirse, con sólo abandonar toda resistencia hacia lo que piensa, ve o siente.
Un ser es energía cuando alterna la expansión y la contracción. Yo supongo que en el punto intermedio, cincuenta por ciento es expansión y cincuenta por ciento es contracción, así un ser sería lógico, no-subjetivo, carente de ego y predecible. Este puede ser el «cero», que es uno de los lados de las ecuaciones físicas de energía, como también la «muerte del ego» que atravesamos al expandirnos a niveles de conciencia más elevados.
Es importante tomar nota de que la energía no es una cantidad de algo «objetivo». La energía, como el espacio y la materia, es lo que muchos seres vivos están produciendo. Por lo general los seres-energía reaccionan frente a sus vecinos en una forma que es frecuentemente predecible y aparentemente automática, como una hilera de fichas de dominó que se desploman, una tras otra. Cuando se relacionen con seres-espacio, los seres-energía aparecerán elevados, vibrando a alta frecuencia, con una sensación cada vez mayor de libertad subjetiva. Relacionados con seres-masa, su energía será baja, vibrarán a menor frecuencia, con una sensación subjetiva cada vez mayor de compulsión y desorden.