Annotation
Subtitulado: Aventuras en la química de la conciencia
Médicos, juristas y filósofos se han encontrado con el llamado problema de las 'drogas místicas' que parece producir, sin ningún daño físico aparente, cambios en la conciencia comparables a los más elevados niveles de experiencias estéticas y religiosas. Este libro de A. Watts, uno de los mejores investigadores en psicología de la religión, supone una objetiva evaluación sobre estas sustancias y sus acciones, con la ventaja de las propias experiencias personales del autor.
El reportaje de sus propios experimentos es un intenso recuento lírico de las valiosas transformaciones que pueden ocurrir en la mente humana. La elevación de la conciencia recorre el camino, desde la naturaleza y sus estéticas e intuitivas sugerencias, hasta una visión filosófica de la existencia, como una comedia a la vez diabólica y divina, que tiene como desenlace personal una verdadera revolución 'cosmológica, unitariamente individual, en todo caso gozosa'.
T. Leary y R. Alpert, los legendarios ex-profesores de psicología de Harvard escribieron la introducción. El libro se completa con unas muy interesantes fotografías de for¬mas naturales, como expresión gráfica del texto, ciertamente 'inquietante'...
'...una inspirante introducción a la más nueva búsqueda personal de la humanidad. Alan Watts describe con asombrosa claridad y belleza poética sus experiencias con los alucinógenos...' — Newsweek
ALAN WATTS
COSMOLOGÍA GOZOSA
Impressions
Sinopsis
Subtitulado: Aventuras en la química de la conciencia
Médicos, juristas y filósofos se han encontrado con el llamado problema de las 'drogas místicas' que parece producir, sin ningún daño físico aparente, cambios en la conciencia comparables a los más elevados niveles de experiencias estéticas y religiosas. Este libro de A. Watts, uno de los mejores investigadores en psicología de la religión, supone una objetiva evaluación sobre estas sustancias y sus acciones, con la ventaja de las propias experiencias personales del autor.
El reportaje de sus propios experimentos es un intenso recuento lírico de las valiosas transformaciones que pueden ocurrir en la mente humana. La elevación de la conciencia recorre el camino, desde la naturaleza y sus estéticas e intuitivas sugerencias, hasta una visión filosófica de la existencia, como una comedia a la vez diabólica y divina, que tiene como desenlace personal una verdadera revolución 'cosmológica, unitariamente individual, en todo caso gozosa'.
T. Leary y R. Alpert, los legendarios ex-profesores de psicología de Harvard escribieron la introducción. El libro se completa con unas muy interesantes fotografías de for¬mas naturales, como expresión gráfica del texto, ciertamente 'inquietante'...
'...una inspirante introducción a la más nueva búsqueda personal de la humanidad. Alan Watts describe con asombrosa claridad y belleza poética sus experiencias con los alucinógenos...' — Newsweek
©1979, Watts, Alan
Editorial: Impressions
ISBN: 9788485351176
Generado con: QualityEbook v0.78
Alan Watts
Cosmología gozosa
A la gente de Druid Heights
Introducción
E L gozo de la cosmología es una brillante combinación de palabras describiendo experiencias para las cuales nuestra lengua no tiene vocabulario. Para entender este maravilloso aunque difícil libro es conveniente poner de manifiesto la distinción artificial entre lo externo y lo interno. Es exactamente esta distinción la que Alan Watts quiere que superemos. Pero Watts hace un juego verbal en una lengua occidental, debido a lo cual se puede disculpar al lector que continúe usando modelos convencionales y dicotómicos.
Externo e interno. Conducta y conciencia. El genio y la obsesión de nuestra civilización ha sido el cambiar el mundo exterior. En los últimos dos siglos las culturas occidentales y monoteístas se han encarado al espacio exterior haciendo mover objetos con increíble eficiencia. Sin embargo, en los últimos años nuestra cultura se ha hecho eco de un desequilibrio perturbador. Nos hemos percatado del universo interior y no descubierto, de las regiones desconocidas de la conciencia.
Esta dialéctica no es nueva. El ciclo ha tenido lugar en muchas culturas e individuos. Al éxito material le sigue la desilusión y los típicos “porqués” y luego, el descubrimiento del mundo interior: un mundo infinitamente más complejo y rico que las estructuras artificiales del mundo externo, que en definitiva no son más que proyecciones de la imaginación humana. A la larga, la mente lógica y conceptual se abre hacia sí misma, reconoce la ridícula insuficiencia de los débiles sistemas que impone en el mundo, desaparece este rígido control sobre sí misma y derroca el dominio de la experiencia congnoscitiva.
Hablamos aquí (y Alan Watts habla en este libro) de la política del sistema nervioso, la cual es igual de complicada e igual de importante que la política externa. La política del sistema nervioso enfrenta a la mente con el cerebro, este cerebro tiránico y verbal que se disocia del mundo y del organismo del que forma parte, censurando, alertando e interpretando.
De esta manera se presenta la quinta libertad, la libertad de la mente cultural y educada. La libertad de llevar la conciencia más allá del conocimiento cultural y artifactual. La libertad de trasladarse desde la constante preocupación de los juegos verbales-los juegos sociales, el juego del ego-a la gozosa unidad que existe más allá.
Aquí estamos considerando un tema que no es nuevo, un tema que durante siglos ha sido tratado por místicos, filósofos de experiencias religiosas, por aquellos extraños a la vez verdaderos científicos que han sido capaces de entrar y luego salir de los límites del juego de la ciencia. También fue captado y claramente descrito por el gran psicólogo americano William James:
...Nuestra normal conciencia despierta, como llamamos a la conciencia racional es sólo un tipo especial de conciencia, mientras que en realidad, dividida por minúsculas pantallas, se encuentran formas potenciales de conciencia totalmente diferentes. Podemos pasar por la vida intuyendo su existencia, pero se requiere un estímulo que al ser obtenido, aquellas formas se encuentran allí en toda su totalidad; son tipos concretos de mentalidad que tienen probablemente su campo de aplicación y adaptación en alguna parte. Ninguna descripción de conocimiento del universo en su totalidad puede ser definitiva si omite estas otras formas de conciencia. Se trata de saber cómo apreciarlas ya que son muy diferentes de la conciencia ordinaria. No obstante pueden determinar actitudes aunque no pueden establecer fórmulas, pueden abrir un espacio aunque no puede enmarcarse en un mapa. En cualquier caso no permiten que nuestras descripciones de la realidad se cierren prematuramente'. Analizando mis anteriores experiencias veo que convergen en un tipo de intuición a la cual no puedo dar ningún significado metafisico.
Pero ¿cuáles son los estimulos necesarios y suficientes para acabar con el dominio conceptual de la conciencia y abrirse definitivamente a sus formas potenciales? Hay muchos. Los filósofos hindúes, los budistas japoneses, han descrito cientos de métodos. Durante siglos, brujos mejicanos y jefes religiosos del norte y sur de América han utilizado plantas sagradas con el objetivo de la expansión de la conciencia. Recientemente la ciencia occidental nos ha proporcionado, en forma de productos químicos, las técnicas más directas para abrirnos hacia nuevos reinos de conocimiento.
William James utilizó óxido nitroso y éter para “estimular la conciencia mística de forma extraordinaria“. Hoy la atención de los psicólogos, filósofos y teólogos se centra en los efectos de tres sustancias sintéticas -mescalina, ácido lisérgico y psilocibina.