Una mañana tras años de estar sumida en una profunda depresión y de pensar obsesivamente en el suicidio, Byron Katie se sintió invadida por un estado de dicha absoluta. Lo que se despertó en Katie fue un proceso silencioso de interrogación personal que la condujo a acabar con su sufrimiento. La libertad que le proporcionó ese conocimiento nunca la ha abandonado y, ahora, en «Amar lo que es», también tú puedes descubrirla mediante «El Trabajo», el método creado por la autora que consta sencillamente de cuatro preguntas que, aplicadas a un problema específico, te permiten ver lo que te perturba desde una óptica nueva. Una vez que hemos hecho «El Trabajo», alcanzamos el punto en el que somos capaces de amar verdaderamente lo que es, tal como es, y nos convertimos en «amantes de la realidad».
Byron Katie & Stephen Mitchell
Amar lo que es
Cuatro preguntas que pueden cambiar tu vida
ePub r1.0
Titivillus 03.09.16
Título original: Loving What Is
Byron Katie & Stephen Mitchell, 2002
Traducción: Mari Luz Hernández
Retoque de cubierta: Titivillus
Editor digital: Titivillus
ePub base r1.2
Para Adam Joseph Lewis
y para Michael
BYRON KATHLEEN KATIE (Breckenridge, Texas, 6 de Diciembre, 1942) es una conferenciante y autora estadounidense.
Se especializa en enseñar un método de autoayuda conocido como «The Work of Byron Katie» o simplemente como «The Work». The Work (El Trabajo) está basado en cuatro preguntas y un proceso llamado «la inversión», que puede ser aplicado por uno mismo u otra persona.
Ese proceso tiene como finalidad, revelar las creencias inconscientes que albergamos todos y que, en muchos casos, obstaculizan una vida en plenitud.
Algunos de los libros más conocidos de esta autora son: Amar lo que es (2002); Necesito que me quieran, ¿es eso verdad? (2005); Mil nombres para el gozo (2007) y Cuestiona tu pensamiento, cambia el mundo (2007);
STEPHEN MITCHELL (Brooklyn, New York, 1943), poeta, traductor, académico y escritor estadounidense. Estudió en Poly Prep Country Day School, Amherst College, la Universidad de París y la Universidad Yale. Es esposo de la escritora Byron Katie.
Ha traducido al inglés, textos tan importantes como: La Iliada (2011) o El segundo libro del Tao (2009); Gilgamesh (Una nueva Versión en inglés) (2004) o el Bhagavad Gita: (Una nueva traducción) (2002).
Ha escrito, junto a su esposa, Mil nombres para el gozo (2007) y Amar lo que es (2002)
Notas
[1] En Notas a la Introducción Stephen Mitchell comenta las fuentes de las citas que aparecen en este apartado.
[2]The Donna Reed Show se emitió en Estados Unidos desde 1958 hasta 1966. En esta serie, la protagonista interpretaba el papel de una madre sincera, con un gran sentido del humor, muy parecida a la madre que era en la vida real. (N. de la T.)
[3] Y2K: referencia al término informático acuñado en Estados Unidos con motivo del cambio de milenio y ante el temor de que se produjese un colapso de los sistemas informáticos. (N. de la T.)
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Estamos entrando en la dimensión sobre la que tenemos control:
la interior.
Unos pocos principios básicos
Lo que más me gusta de El Trabajo es que te permite entrar en tu interior y descubrir tu propia felicidad, experimentar lo que ya existe en ti y es inmutable e inamovible, lo que está siempre presente y siempre esperando. No es necesario ningún maestro. Tú eres el maestro que estabas esperando. Tú eres quien puede poner fin a tu propio sufrimiento.
A menudo declaro: «No creas en nada de lo que digo». Quiero que descubras lo que es verdad para ti, no para mí. Sin embargo, a muchas personas les ha parecido que los siguientes principios resultan útiles para empezar El Trabajo.
Advierte cuándo tus pensamientos están en desacuerdo con la realidad
Únicamente sufrimos cuando creemos en un pensamiento que está en desacuerdo con lo que es. Cuando la mente está perfectamente clara, lo que es, es lo que queremos.
Si quieres que la realidad sea diferente de lo que es, podrías intentar enseñarle a ladrar a un gato y obtendrías el mismo resultado. Puedes intentarlo una y otra vez, y al final, el gato te mirará y volverá a decir: «Miau». Desear que la realidad sea diferente de lo que es, es un deseo imposible de satisfacer. Puedes pasarte el resto de tu vida intentando enseñarle a ladrar a un gato.
Y aun así, si prestas atención, advertirás que tienes pensamientos de este tipo docenas de veces al día: «La gente debería ser más amable», «Debería enseñarse a los niños a comportarse bien», «Mis vecinos deberían cuidar mejor su césped», «La cola del supermercado debería avanzar más deprisa», «Mi mujer (o mi marido) debería estar de acuerdo conmigo», «Debería estar más delgada (o ser más guapa o tener más éxito)». Estos pensamientos constituyen distintas maneras de querer que la realidad sea diferente de lo que es. Si te parece que esto suena deprimente, estás en lo cierto. Toda la tensión que sentimos se origina en nuestras discusiones con lo que es.
Tras mi despertar a la realidad en 1986, la gente con frecuencia me llamaba «la mujer que se hizo amiga del viento». Barstow es una ciudad del desierto en la que el viento sopla con mucha frecuencia, y no había quien lo soportara; hubo gente que incluso llegó a mudarse porque no podía aguantarlo por más tiempo. La razón por la que me hice amiga del viento —de la realidad— es que descubrí que no tenía otra opción. Comprendí que oponerse a él resultaba insensato. Cuando discuto con la realidad, pierdo: sólo cien de cada cien veces. ¿Que cómo sé que el viento debería soplar? ¡Está soplando!
Las personas que todavía no están familiarizadas con El Trabajo me dicen a menudo: «Pero si renunciase a mi discusión con la realidad perdería parte de mi poder. Si simplemente acepto la realidad, seré pasiva. Quizás incluso pierda el deseo de actuar». Yo les contesto con una pregunta: «¿Tienes la absoluta certeza de que eso es verdad?». «Ojalá no hubiese perdido mi trabajo» o «He perdido mi trabajo; ¿qué puedo hacer ahora?»: ¿Qué es lo que te da más poder?
El Trabajo revela que lo que piensas que no debería haber sucedido sí debería haber sucedido. Debería haber sucedido porque así fue y ningún pensamiento del mundo puede cambiarlo. Eso no quiere decir que lo toleres ni que lo apruebes. Sólo significa que eres capaz de ver las cosas sin resistencia y sin la confusión de tu lucha interior. Nadie quiere que sus hijos enfermen, nadie quiere ser víctima de un accidente de coche; pero cuando estas cosas ocurren, ¿de qué forma podría ayudar discutir mentalmente con ellas? Sabemos que no tiene sentido, y sin embargo, lo hacemos porque no sabemos cómo dejar de hacerlo.
Soy una amante de lo que es, no porque sea una persona espiritual, sino porque, cuando discuto con la realidad, sufro. Podemos saber que la realidad está bien tal como es porque, cuando discutimos con ella, sentimos tensión y frustración. No nos sentimos normales ni equilibrados. Cuando dejamos de oponernos a la realidad, la acción se convierte en algo sencillo, fluido, amable y seguro.