Microcosmos tiene la facultad de hacernos pensar, a partir de la experiencia y del conocimiento científicos, acerca de los eternos interrogantes existenciales del ser humano: qué hacemos aquí, de dónde venimos y, ante todo, hacia dónde vamos. Son científicos como Lynn Margulis los que cambian la visión preestablecida que tenemos del mundo que nos rodea y del que formamos parte.
Hace miles de millones de años sólo había microbios y hoy existe, por ejemplo, la civilización humana. Cabe preguntarse, pues, cuál es la relación entre la especie humana y el resto de las formas vivas. Lynn Margulis ha desarrollado una de las teorías más imaginativas (¡y más bellas!) sobre cómo aquellos habitantes del microcosmos se «asociaron» para crear nuevas formas que, a su vez, lograron transformar el planeta en el que había de continuar la evolución que llega hasta nosotros. Nada parece ser exclusivo de la especie humana: sus poderes no son únicos, su existencia no es la culminación de nada.
Los microbios cubren nada menos que las cinco sextas partes de la historia de la vida, viven en nosotros y nosotros en ellos, ellos nos han «inventado», al ser ellos los que establecieron las bases químicas y estructurales fundamentales en las que todavía se basa cualquier forma de vida. La idea central de Margulis y Sagan es, pues, la simbiosis; es decir seres simples especializados en diferentes funciones establecen sucesivas alianzas y pactos para crear superestructuras cada vez más generales y complejas. La idea de competencia y supervivencia del más apto desaparece, para ellos, frente a esta nueva idea, basada en la interacción continua, la cohabitación y la mutua dependencia de las distintas especies. Aprenderemos así, después de la lectura de este libro, cuál es el papel de la conciencia humana en esta prodigiosa saga.
Lynn Margulis & Dorion Sagan
Microcosmos
Cuatro mil millones de años de evolución desde nuestros ancestros microbianos
ePub r1.2
TaliZorah14.08.13
Título original: Microcosmos: Four Billion Years of Evolution from Our Microbial Ancestors
Lynn Margulis & Dorion Sagan, 1986
Traducción: Mercè Piqueras
Editor digital: TaliZorah
Corrección de erratas: Basabel (r1.0)
ePub base r1.0
LYNN MARGULIS (Chicago, 5 de marzo de 1938 - Amherst, 22 de noviembre de 2011). Zoóloga estadounidense titulada en Zoologia y Genética por la Universidad de Wisconsin y Doctora en Genética por la Universidad de California-Berkeley. Catedrática de biología de la Universidad de Massachussetts y codirectora del departamento de biología planetaria de la NASA.
A finales de los años 60, el físico británico James Lovelock, con el respaldo científico de Lynn Margulis, lanzó la polémica y célebre hipótesis de que la Tierra y todos sus seres vivos constituyen una entidad compleja autorregulada, al que llamaron Gaia. Margulis es autora de la teoría de la simbiogenésis, que explicaría el origen de las primeras células con núcleo a partir de la fusión de bacterias primitivas hace miles de millones de años.
En su teoría endosimbiótica, propone que las células eucariotas (células de animales, plantas, hongos y protoctistas) se habrían originado a partir de diferentes células procariotas (sin núcleo) mediante una relación simbiótica que llegó a ser permanente. La expuso por primera vez en 1967. Las investigaciones de las últimas décadas han venido confirmando en casi todos sus puntos su teoría. Se descubrió, por ejemplo, que las estructuras moleculares de los cloroplastos y las mitocondrias están más relacionadas con bacterias extrañas que con las células en las que están incorporados desde hace mil o dos mil millones de años.
Junto con el científico Robert Whittaker, propuso una clasificación de los seres vivos en cinco reinos a partir de la simbiogénesis (Monera, Protoctistas, Plantas, Animales y Hongos), en vez de los tres «vigentes» (Mineral, Vegetal y Animal).
Autora de casi 200 artículos de todo tipo. Miembro de la Academia nacional de las Ciencias de Estados Unidos desde 1983, de la Academia Rusa de Ciencias Naturales desde 1997 y de la Academia Americana de Artes y Ciencias desde 1998. En 1999 recibió la Medalla Nacional de Ciencia.
Estuvo casada desde 1957 a 1965 con el astrónomo Carl Sagan y es madre de Dorion Sagan, Jennifer Margulis, Jeremy Sagan y Zachary Margulis-Ohnuma.
DORION SAGAN (Madison, 1959). Es hijo del astrónomo y divulgador científico Carl Sagan y de la bióloga Lynn Margulis, con la que ha escrito varios libros, en especial sobre la evolución. Es colaborador habitual del New York Times y de la revista Natural History.
Notas
Agradecimientos
Un día de 1980, John Brockman, un pintoresco agente literario, se presentó en casa de Lynn Margulis, en Boston, ataviado al estilo de un gánster italiano. Venía de Nueva York con la intención de conseguir que escribiéramos un libro. De no haber sido por aquella visita y por el estímulo continuado de Brockman, seguramente no se habría escrito esta obra. También estamos en deuda con Katinka Matson, a quien le tocó ayudarnos durante el lustro que duró la gestación del libro. Y con Laszlo Meszoly, quien, en un corto plazo, hizo los dibujos punteados de las evocativas escenas de la evolución de la vida a través del tiempo. No podría faltar nuestro agradecimiento a Lewis Thomas por escribir el prólogo y por ser él mismo fuente de inspiración, y, junto a él, a dos personas más: al incansable viajero David Abram, por compartir con nosotros sus conocimientos de la naturaleza, y a Theodore Sturgeon, cuya historia de ciencia ficción, «El Dios microcósmico», parafraseamos en estas páginas. Estamos asimismo profundamente agradecidos a los siguientes amigos, familiares, correctores, editores y colegas: Morris Alexander, David Bermudes, Robert Boynton, Jack Corliss, Geoff Cowley, W. Ford Doolittle, Ann Druyan, Betsey Dexter Dyer, Stephen Jay Gould, Bruce Gregory, Ricardo Guerrero, James Halgring, Donald Johanson, Geraldine Kline, Edmond LeBlanc, James Lovelock, Heinz Lowenstam, David Lyons, Jennifer Margulis, Zachary Margulis, Phylis Morrison, Elaine Pagels, John Platt, Carl Sagan, Jeremy Sagan, Marjorie Sagan, Tonio Jerome Sagan, Arthur Samuelson, Nathan Shafner, James Silberman, William Solomon, John Stolz, William Irwin Thompson, Paul Trachtman y Peggy Tsukahira. Entre ellos, sentimos que nuestro colega y amigo Elso S. Barghoorn, que tanto nos ayudó en las fases iniciales del libro, no haya vivido para verlo terminado.
La mayor parte del trabajo científico en que se basa parte del texto ha sido realizado gracias a las ayudas facilitadas por el Programa de Biología Planetaria de la NASA, la Universidad de Boston y la Fundación Richard Lounsbery. Muchas de las conclusiones que presentamos están basadas en las investigaciones y datos que se encuentran en la bibliografía especializada. Sin duda alguna, nuestra principal deuda la hemos contraído con los innumerables autores y científicos que no se mencionan en el libro y cuyo trabajo constituye el pilar de nuestra exposición. Por último, queremos agradecer a Mercè Piqueras, la traductora, a Ricard Guerrero y a Jorge Wagensberg su ayuda en la preparación de la versión española.