Chef James Tahhan - Cocina en casa con chef James

Querido lector, te doy la bienvenida a mi primer libro de cocina y quiero felicitarte de antemano por haber tomado la decisión de aprender más sobre este bello arte que es el cocinar. Con cada página nos embarcaremos en una aventura que saciará tu apetito de conocimiento. Aprenderás, por supuesto, a preparar platillos suculentos, rápidos y beneficiosos para el cuerpo. Las recetas de este libro están inspiradas en los platos que cocino en mi restaurante Sabores by Chef James y en casa. Crecí en Venezuela y fue allí donde me enamoré de la comida latina. Mis raíces son multiculturales por lo tanto siento una enorme pasión por combinar técnicas y sabores latinos con ingredientes internacionales para crear platos sencillos pero para nada ordinarios. El resultado son platos pan latinos que tienen mi conocido factor ¡wow! Aprenderás a hacer platos sencillos y sofisticados que impresionarán a tu familia y a tus amigos, y a utilizar unas muy valiosas técnicas para preparar y cocinar alimentos que te servirán para el resto de tu vida. Bien seas principiante cocinando o tengas más experiencia, te prometo que te divertirás y te sorprenderás al ver cómo este libro te ayuda a disfrutar aún más de la cocina. Se dice que la cocina es el corazón del hogar y por eso hay que mantenerla latiendo con buenos sabores y aromas.

Para un cocinero inexperto, el mundo culinario puede resultar intimidante —hasta complicado—, estresante e intenso pero la verdad es que no hay razón para temer. Con los avances de la modernidad, hoy en día cocinar resulta muy fácil: atrás quedaron esas imágenes donde cocinar era un trabajo pesado. Vivimos en una época donde los utensilios de cocina nos facilitan mucho el trabajo, una época donde, en la gran mayoría de los supermercados podemos encontrar una altísima variedad de ingredientes frescos y de buena calidad. Y donde ante cualquier duda, podemos consultar el Internet y las redes sociales para salir de ella.

A lo largo de mi carrera he tenido la oportunidad de viajar por el mundo y esto me ha permitido experimentar a través de la comida los países que visito. Constantemente busco probar platillos típicos sin importar que el restaurante sea reconocido o pequeño o incluso se trate de puestos de comida en la calle (que muchas veces resultan sorprendentes). Me gusta hacerme amigo de las personas del lugar para que me recomienden dónde comer y sigo sus recomendaciones al pie de la letra. Aunque muy pocas veces las recomendaciones no han sido tan buenas, la gran mayoría valieron 100 por ciento la pena. Te cuento que en bastantes ocasiones he comido mejor en un restaurante chiquito, casero e íntimo que en restaurantes más finos. Te estarás preguntado por qué te estoy comentando todo esto, y es sencillo: quiero que sepas que cocinar bien está al alcance de todos. No se necesita una gran cocina para hacerlo, sólo una buena actitud, ganas de pasarla bien y una chispa de creatividad.

Y es que mi caso es una historia verídica de que si se quiere cocinar o lograr cualquier cosa que uno se proponga, sólo se necesitan ganas. Cuando llegué con mi madre a los Estados Unidos tenía tan sólo catorce añitos de edad y nuestros comienzos aquí, como los de cualquier inmigrante, fueron duros. Mi madre llegó a tener hasta cuatro trabajos para poder sacarnos adelante y yo, al ver sus esfuerzos, también decidí ayudarla trabajando desde pequeño. Aunque ya a esa temprana edad me interesaba en la cocina, no era prioridad puesto que mi primer objetivo durante estas épocas era estudiar y trabajar para echar pa’lante, como decimos los latinos.