Cuando tu madre tiene trastorno límite de personalidad
Cómo sanar las heridas de la infancia, construir la autoestima y terminar con el sufrimiento
Linsy B.
© 2019 Linsy B.
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Traducido por Lidia Norese
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Exención de responsabilidad
Las recomendaciones y estrategias incluidas en este libro pueden no ser apropiadas para todas las situaciones. Ni el autor ni el editor de esta obra pueden ser considerados responsables de los resultados adquiridos de las recomendaciones contenidas en este libro.
Dedicatoria
Dedico esta obra a Oje y Sem, sin cuya ayuda este libro no habría visto la luz.
Contenidos esperados
Introducción
Solo las personas que crecieron en un hogar sin amor y cargado en forma constante de abuso físico y verbal pueden decir lo que se siente el haber sido criado por una madre que sufre de trastorno límite de la personalidad (TLP).
Si bien es cierto que hay muchas razones por las cuales un niño puede tener una relación poco saludable con su madre, una explicación posible es que hayas vivido con una madre que sufría de trastorno límite de la personalidad.
Los adultos que fueron criados por una madre con TLP tienen muchas dificultades para mantener relaciones estables.
Es difícil, es realmente muy difícil vivir con una madre con TLP, porque este trastorno de personalidad tiene un patrón rígido de pensamiento y un comportamiento poco saludable y anormal, caracterizado por una inestabilidad crónica del estado de ánimo, el comportamiento, las relaciones y la imagen personal.
Los niños criados por una madre con TLP se pierden la relación sana, estable y amorosa que tienen los niños con sus madres. Estos niños al crecer desarrollan una variedad amplia de problemas emocionales que les dificultan funcionar de manera adecuada en la sociedad, aun cuando hayan alcanzado la edad adulta.
En la adultez, estos niños tienen que luchar contra la baja autoestima, la ira o la depresión y los problemas de aprendizaje. Si eres uno de esos niños y te has preguntado qué puede haber pasado, qué salió mal, y si tienes la culpa de todo eso, entonces, este libro tiene las respuestas adecuadas para ti y también todo lo que puedes hacer para superarlo.
Este libro te mostrará qué angustiante puede ser la vida de un niño criado por una madre con TLP. La inestabilidad emocional, las autolesiones y los intentos de suicidio pueden ser realmente agotadores y devastadores para el bienestar emocional del niño y hacerlo sentir perdido, indefenso y solo. Encuentran que tienen que vivir sus vidas como si caminaran sobre carbón encendido, planeando evitar cuál será el próximo ataque de furia inevitable y sin ser capaces de predecir cuál será el próximo disparador que desatará la furia de su madre.
Este libro te ayudará a reconocer que tú, el hijo de un hogar de estas características, no tienes la culpa de la conducta de tu madre y te ayudará a curar alguna de tus heridas.
También incluye un cuaderno de ejercicios que te ayudará en el proceso de sanación.
Capítulo 1
Introducción
Ningún niño merece experimentar lo que tienen que soportar los niños que tienen padres con trastorno límite de la personalidad (TLP), en especial los que sufren en manos de una madre que padece este síndrome. Estos niños viven una vida de abuso crónico, son víctima de ataques de furia y de torturas. Por eso, tienen tendencia a tener la autoestima baja, un comportamiento antisocial y depresión. Por lo general se los asocia con mal carácter, ataques de furia, cambios frecuentes en el estado de ánimo, inestabilidad emocional, impulsividad y enojo. Si al menos uno de tus padres tiene este trastorno, entonces sabes que la vida puede ser un infierno.
Entonces, imagina que suena tu teléfono y es tu madre, quien te hace sentir ansioso primero y culpable poco después. Este es el trauma que tienen que atravesar los hijos de madres que tienen TLP. Los hijos de padres con TLP viven una vida que los expone a un riesgo mayor a sufrir déficit de atención, baja autoestima, ansiedad social, comportamiento agresivo depresión e incluso a padecer ellos mismos este trastorno.
Aunque el TLP se da también en hombres, el 75 % de los casos diagnosticados son mujeres; de ahí que el énfasis se pone en madres con TLP. Además, se cree que hay más de seis millones de mujeres en los Estados Unidos que han recibido este diagnóstico.
La infancia de un adulto que tuvo la desgracia de crecer con una madre que sufre TLP está por lo general llena de angustia, dolor, ansiedad crónica y contradicciones. Algunas veces, en un intento por ocultar sus verdaderos sentimientos, utilizan el humor para evitar hablar de sus experiencias; prefieren en cambio hablar de su vida en general sin dar detalles reales, para evitar dar una mala imagen de su madre a nadie. Sin embargo, su vida es una historia de sufrimiento, por el chantaje emocional y por no saber qué comportamiento tendrá su madre al momento siguiente.
Pronto se dan cuenta de que empiezan su vida en desventaja con respecto a otros niños. Su inseguridad los hace sentir incapaces de llevarse bien con otras personas, afecta su progreso en la vida, retrasa sus carreras, afecta su relación de pareja y los hace ser malos padres con sus hijos.
Estos niños atraviesan diferentes estados durante su desarrollo, tienen que lidiar con el abuso emocional, los peligros, y la intimidación por parte de padres controladores y manipuladores. Imagina que eres pequeño y te dicen que no te quieren y que te pueden echar en cualquier momento de casa. El efecto que esto puede tener sobre la salud mental de ese niño, que es sometido en forma frecuente a este tipo de abuso es devastador. Las mujeres que son diagnosticadas con TLP hacen de la vida de sus hijos un infierno o un paraíso en un abrir y cerrar de ojos sin que el niño tenga algo que ver con desencadenarlo. De pronto, ella verá al niño como alguien que no merece su amor, lo cual está en fuerte contraste con la conducta amorosa que tuvo unos minutos antes hacia el mismo niño.
Los niños sienten todo el tiempo que viven en una prisión emocional y crecen fragmentados, confundidos; esto puede llevarlos a desarrollar síntomas de enfermedades y trastornos mentales que los hacen ser impulsivos, hostiles, y proclives a la violencia, sufrir de ansiedad, furia contenida y depresión.
Esos niños están también en riesgo de caer o rozar la psicosis cuando están en situaciones de estrés y se enfrentan a sentimientos reales o imaginarios de rechazo o de abandono. Pueden llegar a caer en prácticas riesgosas que terminan generando adicciones como un mecanismo a corto plazo para sobrellevar y soportar su dolor psicológico. También tienen un riesgo elevado de desarrollar TLP, y esta es la razón por la cual existe un círculo vicioso de transferencia de este síndrome de madre a hijo de generación en generación.
Los hombres que tienen este trastorno a menudo son mal diagnosticados como víctimas de otras enfermedades mentales o trastornos de personalidad antisocial, lo que incrementa el riesgo de ser sacados de la sociedad por el sistema judicial, por ejemplo, al encarcelarlos, hecho que tiende a agravar su condición.
No muchas personas saben cuán frustrante y agotadora puede ser la relación entre un niño y su madre con TLP . Tienes que aprender a esperar cualquier cosa cuando un padre con TLP está involucrado. Las interacciones casuales que ocurren a diario en otros hogares sin incidentes pueden deteriorarse rápidamente cuando está involucrada una persona con TLP. Hasta el comentario más inocente puede ser considerado ofensivo, mientras que una burla amistosa es considerada una falta de respeto. Con bastante frecuencia, anticipará problemas que aún no ocurrieron y reaccionará como si la persona ya hubiera cometido un error y mereciera el castigo que ella ha preparado. Una persona con TLP tiene una capacidad muy limitada de entender las emociones y leer las expresiones faciales de las personas; sin embargo, insistirá de manera consistente en que puede leer la mente de los demás; aunque lo único que sea capaz de leer son las amenazas de abandonarla y no ser todo lo agradecido que debieras por las cosas que ha hecho por ti.
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