Pablo, amanecer a tu lado
ha sido un privilegio y una delicia:
este libro es para ti
AGRADECIMIENTOS
Agradecer nos llena de alegría. Así que con todo gusto reconozco y agradezco a quienes me ayudaron a darle forma y contenido a éste libro.
Gracias a Pablo mi esposo, porque a diario, en los pequeños detalles muestras tu fortaleza y tu gran, gran generosidad.
Gracias a mis papás, por su ejemplo de armonía, congruencia y trabajo.
Gracias a mis hijos, Paola, Carla, Pablo, Diego, Toño y Diana por darnos tanta felicidad y además, nietos.
Gracias a todo el equipo de Santillana, encabezado por Fernando Esteves.
Gracias a mis editores Paty Mazón, César Ramos y a Rocío Martínez Velazquez, por darle todo el apoyo y forma a este libro.
Gracias a Diana Barreiro y Juan Carlos Valdivia, por su entusiasmo en la promoción.
Gracias a Benicia Anaya, mi efectiva asistente, por resolver todos los retos que le lanzo y se nos atraviesan.
Gracias a Victor M. Ortiz Pelayo, a través de tu diseño, hiciste más agradable y fácil la lectura del libro; y a Enrique Hernández, por su apoyo.
Gracias al Dr. Armando Barriguete y a Don Carlos Menéndez Loza director del Diario de Yucatán, porque en amenas conversaciones, me inspiraron a investigar éste tema.
Gracias en especial a ti querido lector, que me has acompañado en éste o en otros libros; y que con tus comentarios, le das sentido a mi trabajo y me animas a seguir.
De corazón, a todos, mil gracias.
INTRODUCCIÓN
¿Por qué Primero TÚ?
Tenía tiempo de no verlo. Algo lucía diferente en él. Su mirada, el tono de su piel, su forma de caminar, de sonreír, qué se yo; se veía cómodo consigo mismo. A pesar del tiempo transcurrido, lucía mejor de lo que lo recordaba de hacía cinco años atrás.
Durante el intercambio de preguntas que tuvimos sobre el pasado y el presente, pude observar que estaba más delgado, que su piel tenía un brillo especial, transparente. No pude resistir el preguntarle a qué se debía verlo tan bien, tan rejuvenecido.
“Pues verás, Gaby, de verdad me siento muy bien, y se debe a que he experimentado cambios muy importantes en mi vida. Yo vivía como un robot, todo el tiempo sacrificando mi salud y mis sueños, tratando de complacer siempre a mi jefe, trabajando todo el día y viviendo sólo para dar gusto a otros, hasta que un día me di cuenta de que siempre estaba cansado y me había alejado de personas a las que les tenía un gran cariño. Una mañana me vi en el espejo y me quedé impresionado con mi aspecto, la falta de atención hacía mí mismo me mostraron a un hombre derrotado, ¡Dios mío! Ante mí estaba un hombre sin vida. Entonces me di cuenta de que por complacer a los demás no había atendido a quien debí hacerlo siempre, ¡a mí mismo!; no me había ocupado de mi salud ni de mi felicidad; en ese momento decidí que el interior era lo más importante, que tenía que sentirme bien primero yo para después estar bien con los demás, que tenía que disfrutar la vida para poderla compartir con quienes me rodeaban. Sin perder más tiempo busqué un espacio en mis actividades para hacer ejercicio, practiqué yoga, cambié por completo mi alimentación, hasta hice un lugar en mi rutina para meditar. ¡Qué mas te puedo decir, Gaby! Ahora soy otro, ya no fumo y me cuido lo mejor que puedo; jamás me hubiera imaginado que después del desastre de vida que tenía, como seguramente recordarás, hoy sea totalmente distinto, siempre estoy de buen humor y hasta encontré pareja, sí Gaby, cómo ves, ¡hasta estoy enamorado!”
Asombrada lo escuchaba, mientras en mi mente desfilaban escenas de aquel Octavio que hoy era otro. Ese día me convencí de que nuestro aspecto físico es un espejo fiel de cómo estamos por dentro, tanto en cuerpo, mente como en espíritu; y se reafirmó para mí el dicho: “Cómo te ves, te sientes.”
Porque cuando careces de buena salud, cuando emocionalmente no estás bien, cuando tu mente está estresada, por más que quieras decorarte por fuera, con la mejor corbata o el maquillaje más atractivo, es necesario fijarte primero en tu interior y saber que el aspecto físico es un efecto de lo que transmites más allá de lo tangible, y que atrae de manera irresistible.
Por eso, Primero TÚ
Tal vez te suene egoísta. Y ya sé que es contrario a la educación que a ti y a mí nos metieron en la cabeza desde niños. Sin embargo, estoy segura que tú, como yo, quieres tener una vida plena, de calidad, balanceada. Quieres vivir al máximo tu potencial, disfrutar tu salud, tu energía y explotar tu capacidad de crear, quieres abrazar a la gente que aprecias, darle un sentido a tu vida y entregarle al mundo todo lo que está en ti.
El “efecto mariposa”
Desde que conocí éste concepto me parece la metáfora ideal de lo que pequeños cambios pueden hacer en nuestro aspecto. Resulta que, en 1961, Edward Norton Lorenz descubrió uno de los fenómenos meteorológicos más impactantes de nuestro tiempo. Para predecir las condiciones del clima, alimentó la computadora con un número determinado sobre la velocidad del viento. Para tomar un atajo, metió .506 en lugar de .506127. Y lo que encontró fue asombroso: esa pequeña diferencia de .000127 alteró radicalmente el escenario previsto del clima.
El concepto que el científico desarrolló a partir de esto, es lo que se conoce como “efecto mariposa”. Una velocidad de viento de .000127 es tan, pero tan insignificante como el aleteo de ese insecto. Entonces Norton concluyó que la más mínima e insignificante condición inicial, puede modificar drásticamente el clima que le sigue. Una pequeñísima variación puede crear tal diferencia de ruta que, de hecho, logra iniciar una cadena de efectos meteorológicos tales como cambiar de un día soleado a un huracán.
Como la atmósfera, la vida
Así es. Cada relación que tuve, cada bocado que comí, trago que bebí, libro que leí y demás, son los factores que me colocan donde me encuentro hoy. Es lo que me da o no un sentido pleno de bienestar, en términos de salud, de mis afectos y finalmente de la calificación que me pongo.
Un pequeño cambio, de actitud, de estilo de vida, de acción, por pequeño que sea, puede causar una gran reacción en ti, en tu cuerpo, en tu mente, en tus relaciones y por ende, en tu vida.
El estar y sentirte bien, como ves, no es una meta, es un camino, un viaje, una manera de orientarte hacia lo que en realidad es la vida. Es sentir que participas plenamente de la existencia, con ese balance necesario en cuerpo, mente y espíritu. Entre más sean los pequeños cambios que hagas, mayores serán los cambios que tendrás en una semana, cinco años o en el futuro. Todo depende de, quizá, abrazar más, cortar algo de la dieta, agregar cinco minutos de ejercicio diario o de meditación. O bien, hacer algo por los demás, o de callarnos si no tenemos nada bueno que decir.
Finalmente, estos pequeños cambios, tan sutiles como el volar de una mariposa, harán un cambio cuántico en tu vida. Te lo puedo asegurar.
Una cosa te lleva inevitablemente a la otra
Por eso este libro se llama así: Primero TÚ. En éstas páginas podrás ver Los 7 pasos para verte bien y sentirte mejor, pues si estás bien contigo mismo, tu actitud hacia el mundo es positiva, eres más saludable física, mental y emocionalmente, amas más, trabajas mejor y quienes viven contigo son más felices. Así, con ésta manera de ser “egoísta”, contribuyes a que el mundo sea mejor. Y por si fuera poco, toda esa congruencia interna se materializa en tu exterior, te ilumina y se vuelve irresistible para los demás. Te aseguro que los pequeños o grandes cambios que hagas en tu vida para beneficiar tu salud y tu interior, valen la pena.