SINOPSIS
Frente a la creciente oferta de bebidas, las recomendaciones sobre su consumo son cada vez más escasas e insuficientes, cuando no erróneas e interesadas, mostrando una clara influencia de lobbies de empresas que venden zumos, refrescos, bebidas energéticas, deportivas, alcohólicas, y un largo y líquido etcétera. Basta con comprobar cómo algunas pirámides nutricionales incluso muestran a su lado una copa de vino y una botella de cerveza, sugiriéndonos esa entelequia denominada «consumo moderado».
Por otro lado, y por si no fuera poco, cada vez hay más evidencias científicas que demuestran que casi la mitad de los adultos supera las recomendaciones de ingesta de azúcares a partir de los líquidos que bebe y dicho consumo se relaciona de manera inequívoca con la actual pandemia de sobrepeso y obesidad en la población.
Ante tal situación, Carlos Casabona y Julio Basulto deciden escribir este libro para ayudar a aclarar la creciente confusión en relación al consumo de bebidas. Beber sin sed es la primera guía en español sobre el consumo saludable de bebidas. Basándose en los últimos estudios científicos al respecto, los autores ofrecen información completa sobre toda clase de bebidas y aclaran las dudas más frecuentes a la hora de consumir líquidos.
Un libro imprescindible para ayudarnos a elegir con criterio qué bebemos.
CARLOS CASABONA
JULIO BASULTO
BEBER SIN SED
Guía para elegir bien lo que bebes
PRÓLOGO
Cuando escribo estas líneas, el mundo está sumido en una crisis de salud pública y global sin precedentes. Ha habido pandemias antes, que han diezmado la población y han cambiado el curso de la historia, pero la COVID-19 se ha encontrado un mundo complejo y globalizado con más de 7.700 millones de habitantes y lo ha paralizado progresivamente. Sus consecuencias pueden ser devastadoras tanto en el ámbito de la salud como en el de la economía
Cuando, muy a principio de marzo, Julio Basulto y Carlos Casabona me pidieron que prologara su libro Beber sin sed, nuestro mundo era diferente al de esta tarde, a principios de abril, en que lo escribo teletrabajando desde casa. Es cierto que los primeros casos en China se habían descrito en diciembre de 2019, pero hasta el 11 de marzo de 2020 la OMS no declaró la pandemia que, hoy por hoy, según dicha organización, ha afectado a alrededor de 1,3 millones de personas y ha matado a casi 73.000 en 211 países. En el mundo actual, viajar entre las antípodas puede ser cuestión de horas, y las decisiones tomadas en el país de inicio y final de cada viaje condicionan la salud global. Pero, por ahora, cada país toma sus propias decisiones y no sabemos cómo saldremos de esta crisis. Lo que es seguro es que nada volverá a ser lo mismo.
Conozco a Julio desde hace tiempo. Me habló —muy bien— de él Gemma Salvador, la jefa de nuestro equipo de dietistas-nutricionistas y viene colaborando con nosotras desde hace años. Es un trabajador incansable, entusiasta y generoso al máximo. Nos ha invitado a su espacio en la radio Gente Sana (en los programas de ese otro gran profesional que es Carles Mesa) y nos ha ayudado a difundir nuestras guías, materiales e iniciativas para promover una alimentación saludable en Cataluña. Julio es autor, el solo o en buena compañía, de un amplio abanico de libros de referencia en alimentación sana y promoción de la salud. Citaré uno: Secretos de la gente sana (Debolsillo, 2012), que él define como «un libro lleno de ideas prácticas para tomar conciencia de nuestra salud, conservarla e incrementarla».
Carlos Casabona es un pediatra de referencia en temas de promoción de la salud y alimentación, entre otras cosas. Su blog es seguido por muchísimas personas y aporta información muy válida para las familias. Es autor de Tú eliges lo que comes (Paidós, 2016), que para él es «una eficaz, visual y potente herramienta para familias que desean alimentarse bien y para muchos profesionales que trabajan con niños».
Ambos son magníficos comunicadores. Una cualidad esencial en promoción de la salud y prevención. Al mismo tiempo son profesionales rigurosos que basan sus textos en los mejores estudios disponibles. Y eso es fundamental. Esa combinación de revisión crítica de los estudios científicos y de traducción de sus resultados y sus limitaciones en lenguaje claro es clave para su aplicación en la vida diaria de las personas.
Hay campos de las ciencias de la salud más complejos que otros. Estudiar cómo se alimentan las personas es enormemente complicado. Cada día y cada estación varía la composición de nuestras comidas y hay una gran diversidad según pueblos y culturas, entre otras cosas. Por otro lado, los efectos para la salud pueden tardar años, o más frecuentemente décadas, en aparecer, y pueden estar condicionados por factores genéticos, por determinantes sociales o por otros componentes del estilo de vida, entre otros. Eso condiciona que sea un campo en constante evolución, y en el que hay que ser humilde y rectificar, en ocasiones, afirmaciones que se habían dado por válidas durante años. Julio y Carlos afirman: «Es lo bueno que tiene la ciencia, que, si se equivoca, corrige». Esto hace aún más difícil la comunicación en este campo.
El libro que tienen entre sus manos, Beber sin sed, se centra en uno de los componentes esenciales de nuestra alimentación, la bebida. Casi al mismo tiempo que se lee el título hay que hacer una traducción instantánea, porque verán que de lo que en realidad hablan los autores es de la importancia de beber [con] sed, y de la relevancia que tiene la sed como sistema regulatorio de la cantidad de líquido que necesitamos (si no hay enfermedades que la condicionen).
También verán enseguida que no se trata de beber cualquier líquido, sino de beber agua y, concretamente, en nuestro medio, agua del grifo, porque «es segura, sana, barata, sostenible y es probablemente lo mejor que nos ha pasado desde que dejamos de ser homínidos» (M. Canle, citado por los autores).
Esa es la enseñanza básica del libro, pero hay mucha información más: abundantes estudios explicados de forma amena y numerosos mitos desmontados, la respuesta a las preguntas más habituales y unas magníficas y claras infografías y resúmenes por temas. Hay capítulos dedicados a las bebidas azucaradas (que no deberían llamarse refrescos), a las bebidas excitantes (que no deberían llamarse energéticas), a las bebidas vegetales (que no deberían llamarse leches), a los lácteos (que no son imprescindibles, pero tienen buen valor nutricional), a los falsos detoxificantes, a los productos preparados para beber, a las bebidas alcohólicas y todos sus disfraces…