Las redes sociales son una mina de información sobre tu personalidad. La imagen que reflejas en ellas puede ser vista por tus amigos, por supuesto, pero también por los reclutadores. Sin embargo, cuando buscan trabajo, son muchos los solicitantes que descuidan su presentación en estas páginas, lo que a día de hoy puede resultar catastrófico. Sin embargo, si consigues sacar el máximo partido a tus perfiles de Facebook, Twitter y LinkedIn, puedes ganar muchos puntos a ojos de un empleador, y esto incluso antes de la entrevista. Se trata de herramientas ideales para ampliar tu red de contactos y crear nuevas oportunidades, por lo que es importante aprender a mejorar tu presencia en las mismas.
En esta guía encontrarás algunas reglas básicas, así como consejos y trucos que puedes aplicar para mejorar tu participación en las redes sociales. El objetivo no es otro que promover una imagen positiva y profesional de ti mismo, algo que, sin duda alguna, hará que tus posibilidades de encontrar trabajo se incrementen. Por el contrario, descuidar este aspecto puede situarte en desventaja en relación con otros candidatos.
Sé visible, mantente activo e implícate
Uno de los grandes errores que cometen muchos solicitantes de empleo es, simplemente, no ser lo suficientemente visibles en la red. Hoy en día, sin embargo, es esencial registrarse en las principales redes sociales cuando se está en esta situación. Por supuesto, no te recomendamos que reveles en ellas toda tu vida personal, sino que demuestres que eres una persona sociable e implicada profesionalmente. No esperes al final de tus estudios para ponerte manos a la obra. Lleva tiempo, así que trata de mantenerte activo a lo largo de toda tu formación y después mantén unos mínimos.
Las redes sociales te dan la posibilidad de configurar una gran cantidad de parámetros de privacidad. Así que no tienes excusas: el que muestres algo u ofrezcas unos datos en las redes sociales significa que quieres que todo el mundo lo vea... ¡incluyendo los reclutadores!
- En Facebook y en Twitter, puedes decidir si quieres que tus fotografías y tus estados sean públicos o no.
- En LinkedIn, está en tus manos que la descripción de tu trayectoria profesional sea al mismo tiempo clara, pertinente y atractiva. Eso sí, nunca dejes de ser tú mismo. No sirve de nada intentar vender cosas de ti que no son ciertas, ya que los reclutadores se darán cuenta enseguida durante la entrevista.
Estar involucrado y ser activo con el objetivo de encontrar trabajo no significa que tengas que cambiar tu foto de perfil de Facebook cada dos días o compartir el último vídeo viral que te hizo reír. Se trata de demostrar que estás mínimamente comprometido en el ámbito en el que buscas trabajo. ¿Estudiaste periodismo? Comenta noticias, comparte información, sigue a personas, revistas o periódicos que te interesen. ¿Quieres convertirte en arquitecto? Haz clic en «Me gusta» en las páginas de los grandes arquitectos que te inspiran, los despachos de arquitectos que te hacen soñar, interactúa con expertos en blogs especializados, etc. Sea cual sea tu especialidad, ¡desvela tus intereses y tus compromisos!
- Interactúa con las empresas a las que te gustaría unirte algún día;
- Participa en grupos que correspondan a tu sector de actividad;
- No dudes en hacer contribuciones dejando opiniones o comentarios, siempre y cuando estos sean constructivos.
Pequeño plus
Tienes que recurrir a las redes sociales para promocionarte, para interactuar con los reclutadores y para demostrar que estás interesado en un campo en particular. En resumen, para demostrar tu motivación para encontrar trabajo.
En las redes sociales, eres el único capitán a bordo. Tú eres el que lleva el timón, así que conviértete en tu propio embajador. ¿El propósito? Ser visible para construir una red. Un candidato que es visible y participa en su campo de actividad obtendrá fácilmente una ventaja sobre un candidato inactivo.
Construye tu red
Es la piedra angular del solicitante de empleo, ya sea por internet o a través de otro método. Es obvio que las redes sociales no te ofrecerán trabajo en un abrir y cerrar de ojos, pero te darán la oportunidad de ponerte en contacto fácilmente con gente influyente en el entorno en el que buscas empleo, algo que quizás no puedas lograr en la vida «real». Por lo tanto, se trata de una oportunidad que merece la pena aprovechar. Sin embargo, para lograr tus objetivos y construir una red bien conectada, hay que saber cómo hacerlo. He aquí algunas maneras de crear enlaces relevantes y conectarse más fácilmente con personas clave.
El primer paso es buscar gente que conozcas. Uno de tus profesores o alguien que conociste durante tus prácticas, por ejemplo. O incluso tus amigos de la universidad. Así, construyes una primera pequeña red de profesionales basada en las personas que ya conoces.
Amplía tu círculo
A continuación, el propio principio de la red te permitirá conectarte con otras personas: los contactos de tus contactos, que están en el mismo sector de actividad. LinkedIn, por ejemplo, sugerirá personas de contacto en función de las palabras clave en tu perfil. Obviamente, sería contraproducente añadir con los ojos cerrados a todo el mundo. Trata de establecer, especialmente al principio, un círculo de contactos de calidad.
Atención
El mayor error sería dormirse en los laureles. Una vez hayas creado tu pequeña red, tendrás que mantenerla. Habla con la gente, da tu opinión de forma pertinente. Cuanto más activo estés, más personas de tu entorno te tendrán por alguien motivado.
Menos jerarquía: ¡aprovéchalo!
Las redes sociales tienen la ventaja de reducir enormemente todas las relaciones jerárquicas. Todo el mundo está casi en pie de igualdad. Y este elemento es esencial, ya que te permite ponerte en contacto fácilmente con gente influyente y así tener la oportunidad de hablar con algunos reclutadores.