Dedico este libro a los que se sienten desamparados y desesperados, frustrados o derrotados: hoy es el día ideal para empezar de nuevo. Tu pasado no me importa; a ti tampoco debería importarte.
Les doy gracias a mi bella esposa y a mis hijos, que son mi inspiración y sin quienes jamás podría haber llegado a ser el hombre en el que me he convertido. Somos una familia comprometida a marcar una diferencia en el mundo y en esto nos ayudan la generosidad y el amor de todos ustedes.
Contenido
La mayor parte del tiempo vives en piloto automático.
A lguien me preguntó una vez: ¿Qué hay en las entrañas de cada ser humano?
“Mierda”, le respondí.
Entonces aparecieron los momentos de nerviosismo: primero, el silencio y las miradas al suelo, buscando no sé qué; luego, un confuso cúmulo de preguntas sin sentido.
Parece que esperaban una respuesta metafísica, tipo “new age”, sobre el espíritu libre, la esencia de los bosques antiguos o sobre las partículas de un distante polvo de estrellas rociado con la varita mágica de un hada. Sin embargo, mi respuesta fue (y es) clara. En mi trayectoria como persona (porque, como tú, también soy persona), siempre que dejas a un lado todo el positivismo y la ilusión, una figura completamente distinta aparece al acecho: es una mierda conversacional, por llamarlo de alguna manera, algo que no es tan inspirador ni alentador como todos quisiéramos que fuese. Tampoco se trata de algo malvado o perverso, sino, más bien, de algo que podríamos describir como cínico, restrictivo, repetitivo y, a fin de cuentas, frustrante.
En fin, el tipo de seres que debilitan una vida. O que la sabotean, para ser más precisos.
Este librito es mi intento por finalmente revelar y transformar tu mierda, ese tipo de cosas que constantemente destruyen tu vida.
Así que, si te sientes cansado, abrumado, agobiado, falto de amor, estancado, paralizado, aburrido, arruinado, muy ansioso, demasiado analítico, inseguro, sin ganas, desconectado, en el camino equivocado, en la dirección equivocada, hundido, atrapado en el pasado, preocupado por el futuro, desilusionado, asustado, desconfiado, implacable, receloso, enfadado, frustrado o simplemente atrapado en un ciclo, soy lo que andas buscando y este libro es para ti.
En serio, estas páginas son para ti. No te conformes con leerlas. Pon en práctica lo que lees.
Vamos a encontrar de dónde sale toda esa mierda y vamos a arrancarla de raíz.
* * *
En mi último libro, Deja de chingarte, escribí sobre ese diálogo interior con el que constantemente tenemos que lidiar. Me refiero a ese sonido de fondo en el que se convierten las opiniones, los juicios, las razones, los miedos y las excusas, y que está constantemente presente en nuestra mente. A veces es fuerte, otras veces es leve, pero siempre está ahí. Ese diálogo interior es como el vestuario de un equipo de fútbol, pero, en este caso, es el vestuario de tu vida, pues es ahí donde se desarrollan las estrategias y se resuelve todo. Es ahí donde tus planes cobran vida, pero, también, donde mueren.
La mayoría de estos planes nunca llegan a ver la luz del día. En especial, las cosas positivas, como los sueños, pues los destruyes ahí donde ellos crecen, o sea, en tu mente.
Las personas no son más que una conversación viviente que se produce tanto internamente como externamente (hablando). Son un diálogo convertido en cuerpo: un saco de piel y huesos que habla, que habla, sobre todo. Y el límite de ese diálogo es el límite, también, de esa vida. Punto.
En resumen, eres lo que hablas o, más bien, eres la esencia de lo que hablas. Si para ti la vida es demasiado, entonces, ¡realmente es demasiado! La confusión está en creer que la vida es de cierta manera y que, en ese diálogo interior, simplemente estamos informando sobre lo que estamos observando. En realidad, sucede al revés. La verdad es que tú creas tu experiencia de vida a través de ese diálogo interior y luego actúas conforme a él. Esto lo haces todo el tiempo. Nunca (o sea, jamás de los jamases) actúas conforme a la vida en sí misma, sino que actúas de acuerdo con tu propia opinión de la vida. Por eso es una experiencia tan diferente para cada individuo.
La vida simplemente es; cómo la llames, es cosa tuya. Recuerda que tendrás que asumir las consecuencias de tus actos. Es así como funciona.
Esto tampoco es nada nuevo.
Algunos filósofos, como Hans-Georg Gadamer, Edmund Husserl y Martin Heidegger, estudiaron la importancia del lenguaje y cómo este se transforma en una experiencia vivida de absolutamente todo. Esos sentimientos que tienes (o que no tienes) forman tu lenguaje. Lo que dices es parte de tu vida, tal y como lo demuestran esos pequeños y normales titubeos que son parte de tu mundo de autosabotaje.
Esto quizás pueda exigirte que pienses de manera algo radical, pero, en realidad, tu vida no es más que una suerte de tango en el que las emociones y las conversaciones danzan suavemente para luego abalanzarse unas contra otras. Como sociedad, nos hemos vuelto cada vez más adictos a cambiar nuestras emociones —a sentirnos más contentos, más seguros, más lo que sea— y todo ello sin atender aquello que provoca estos estados. Es tu diálogo sobre la vida lo que te tiene con el agua hasta el cuello; no es la desastrosa vida que supuestamente tienes la que te tiene así. El problema está en que ignoras la mayor parte de ese diálogo interior o pasa completamente desapercibido. Digamos que se desarrolla en un segundo plano, sin que sepas que está ahí.
Con este libro queremos llevar a otro nivel el trabajo que iniciamos con Deja de chingarte. Estamos aquí para finalmente descubrir tu marca personal, es decir, cómo son esas conversaciones internas, para explicar por qué esta es la causa de todo lo que actualmente es una mierda en tu vida. En nuestro día a día, simplemente experimentamos los estados de ánimo y las emociones de nuestro diálogo interior sin que nos preocupemos por determinar qué es lo que realmente nos está diciendo. Entonces, si alguna vez quisiste saber por qué hablas contigo mismo de la manera en que lo haces y, específicamente, qué es lo que hace que surja este diálogo interior, ¡sigue leyendo!
Antes de que empieces a pensar que estás cayendo en otro de esos típicos clichés de “pensamientos positivos”, déjame aclararte algo: existe una razón por la cual no todo el mundo puede superar toda esa mierda negativa usando la estrategia de cambiar su diálogo interior por frases del tipo “soy lo suficientemente bueno”, “soy lo suficientemente inteligente”, “me siento querido” o “yo puedo”.
El problema con ese enfoque es que no trabaja con la basura que tienes ahí almacenada. Uno simplemente no puede ser de una manera para superar otra forma de ser que no le gusta. No puedes saltarte algunas etapas de este proceso. Eso sería como si, justo antes de que llegaran tus amigos a casa, escondieras debajo de la alfombra de la sala todas las cucarachas muertas que has encontrado por la casa para que ellos no las vean. Es cierto que todo se verá bien en la casa, pero, en lo más profundo de tu corazón, sabes que las cucarachas muertas siguen estando ahí. Es así como funciona nuestra mente: cuando escondemos un sentimiento negativo debajo de nuestra alfombra mental, en el fondo sabemos que hay algo más, algo que se asemeja más a la verdad. Es como si te mintieras a ti mismo, pero tú simplemente no te crees esa mentira. Vamos, una estafa.
Usaremos, pues, estas páginas para meternos debajo de esa alfombra, para descubrir a esas cucarachas emocionales que están ahí escondidas y liberarte de ellas, para que puedas genuinamente “ser” en lugar de simular “ser”. Por supuesto, puedes cambiar tu estado emocional al “actuar”, un proceso que ya expliqué en mi primer libro, pero el común denominador en todo esto es el lenguaje.