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Dedico este libro a mi esposa, Ana Raquel, y a mis hijos, Ana Sofía, Juan Antonio y Nina.
Descargo de responsabilidad médica
Este libro está escrito solamente con propósitos de información y contiene opiniones del autor. Su intención es suplementar, pero no remplazar, el consejo de su proveedor de cuidados médicos. Visite a su médico o a cualquier otro proveedor entrenado antes de comenzar cualquier dieta o programa de ejercicio, o si usted sospecha que padece de alguna condición médica.
Si su médico le ha recomendado que tome algún medicamento para una enfermedad del corazón, hipertensión, diabetes o cualquier otra condición médica, tómelo según se lo haya recetado.
La información sobre pérdida de peso contenida en este libro no está dirigida a mujeres encintas o madres lactantes. Visite a su médico para informarse acerca de las mejores opciones de nutrición y ejercicio durante su embarazo y lactancia.
No beba mojitos ni ninguna otra bebida alcohólica si padece de alcoholismo, enfermedad del hígado o cualquier otra condición médica que pudiera agravarse por la ingestión de alcohol; si está encinta o puede estar embarazada; si toma medicamentos que son incompatibles con el alcohol; o si su médico le ha recomendado evitar el consumo de alcohol por cualquier razón.
INTRODUCCIÓN
Baja de peso, y que siga la fiesta
Tuve una conversación recientemente con Sofía, una de mis pacientes favoritas, que me hizo recordar muchas conversaciones que he tenido con pacientes de cardiología. Sofía, una ejecutiva de administración de hoteles de cuarenta y nueve años y madre de tres hijos adultos, tiene una sonrisa resplandeciente. Mis empleados la adoran y ella siempre comienza nuestras citas preguntándome por mí y por mi familia. El mundo sería un lugar mejor con más personas como Sofía.
Lamentablemente, Sofía tiene varios problemas de salud. Ella toma un inhibidor de ECA (enzima convertidora de angiotensina) para la hipertensión y un medicamento de estatina para reducir el colesterol. Aunque no tiene diabetes tipo 2, su nivel de azúcar en la sangre es más alto de lo que yo quisiera. Sofía había ido aumentando de peso de manera continua en los últimos años. En el momento de nuestra visita, pesaba 180 libras —unas 40 libras por encima de su peso óptimo— lo que la sitúa en la categoría de “obesa”.
Sofía raramente se queja, pero ese día parecía estar triste y frustrada.
—Últimamente he estado sintiéndome lenta y cansada —me dijo—. No tengo la energía que solía tener en el trabajo, y seguirle el ritmo a mi nieto de dos años me agota. Además, me han estado doliendo las rodillas. Siento que estoy envejeciendo antes de tiempo.
Comentarios como estos me resultan muy familiares. Como cardiólogo e internista certificado en la especialidad de prevenir, detectar a tiempo y tratar enfermedades cardiovasculares, tengo muchos pacientes cuyo sobrepeso interfiere con su salud, su trabajo y su capacidad de disfrutar la vida a plenitud. Y como corresponsal médico principal de la cadena Univision, donde tengo mi propio programa médico de una hora a la semana, Dr. Juan , frecuentemente encuentro televidentes que comparten conmigo sus preocupaciones de salud. Muchos de quienes tienen sobrepeso o son obesos como Sofía se preocupan por síntomas como la falta de aire, la falta de energía, dolores en las articulaciones y fatiga, los cuales pueden ser señales de alarma de una enfermedad cardiovascular seria. Algunas veces lo son, pero más a menudo son simplemente los efectos del sobrepeso.
—Voy a hacerte unas pruebas para descartar cualquier otro problema médico nuevo —le dije a Sofía en nuestra cita—. Pero no creo que vayamos a encontrar algo que no sepamos.
—Entonces, ¿por qué piensa que me estoy sintiendo tan débil?
—Bueno —dije, mirando su hoja clínica—, has aumentado unas diez libras desde la visita anterior. Vivir con ese peso extra puede estarte afectando los niveles de energía.
Sofía sonrió.
—Sé lo que me va a decir ahora. Debo ponerme a dieta, ¿cierto?
Asentí con la cabeza. Sofía y yo habíamos tenido esta conversación antes.
—Sé que no es fácil —le dije—. Pero si pudieras eliminar algunas de esas libras extras, creo que te sentirás mejor y con más energía. Probablemente reducirías el nivel de azúcar en la sangre. Incluso podrías bajar la presión arterial y mejorarías los niveles de colesterol. Y apuesto que hasta las rodillas se van a sentir mejor.
—De veras me gustaría bajar de peso —explicó Sofía—. Pero cuando veo los planes de dieta que existen, ninguno me llama la atención.
Sofía dijo que había oído que las dietas altas en proteína y bajas en carbohidratos funcionan bien, pero no podía soportar tener que renunciar al pan, al arroz, a las tortillas y las comidas tradicionales cubanas con las que se había criado. También había oído hablar de dietas diseñadas con una estrategia conocida como ayuno intermitente, pero no creía poder lidiar con las punzadas de hambre tras no comer un día entero.
—¡Y el alcohol! —dijo Sofía—. Dr. Juan, no me diga que no puedo tomarme un trago cuando voy a comer a un restaurante o a una fiesta. ¡Vivimos en Miami, por el amor de Dios! ¡No me puede pedir que renuncie a mis mojitos! Quiero bajar de peso, pero también quiero divertirme.
Sentí que el rostro se me abría en una amplia sonrisa al tomar una carpeta entre otros papeles de mi escritorio. Le di una copia de mi nueva dieta a Sofía, y sus ojos se iluminaron cuando leyó el título.
La Mojito Diet .
—¡Ahora sí! ¡ Esa sí es una dieta que puedo cumplir!
¡Pérdida de peso con un toque de Miami!
Llamo a mi plan para perder peso la “Mojito Diet”, no solamente porque el mojito es una bebida popular en Miami —favorita de muchos de mis pacientes, y una excelente recompensa por perder peso— sino porque representa la manera latina de mirar la vida. El mojito es refrescante, intenso y efervescente, igual que los latinos. Nos encanta reunirnos con amigos y con la familia para celebrar y divertirnos. La música, el baile, la comida y los tragos son todos parte de esa celebración, como lo son para personas de diversas procedencias étnicas y culturales.
La Mojito Diet es lo suficientemente flexible para incluir las imaginativas y sabrosas comidas latinas que la gente en Miami y en todo el país asocia con la diversión, las fiestas y las noches de ronda en la ciudad. Las recetas en mi plan incluyen fantásticos platos que reflejan las tradiciones culinarias de Puerto Rico, México, Brasil, Cuba, España y otras cocinas latinas, así como platos que pueden describirse como fusión de Miami, la combinación de la influencia latina con un giro de Miami que es único, y que abraza el espíritu de celebración con un plan de aptitud física concebido alrededor del baile tradicional latino y otras actividades divertidas que disfrutarás al aprenderlas y ejecutarlas.
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