Arnaldo Chuster
Gustavo Soares
Renato Trachtenberg
W. R. B ION, LA OBRA COMPLEJA
P RIMERA EDICIÓN
En este libro profundo, novedoso y provocador, los autores abordan la obra de Bion con una visión evolutiva, señalando las aperturas de pensamiento que lo colocaron mucho más allá de su tiempo. No se hace aquí el clásico abordaje de su pensamiento en fases sino en cuestiones, que "saltan" hacia nuevas cuestiones con una lógica interna singular. Estos saltos reflejan la importancia de la obra de W. R. Bion y contemplan la diferencia teórico-clínica con otros autores. Para resaltar esta diferencia, hay que describir el sentidofundacional de la obra de Bion, un sentido que no se limita a los textos, sino que los trasciende y nos toca como pensamiento vivo. Para que este sentido fundacional sea captado, es necesario considerar el cambio en la forma de pensar provocado por Bion y las consecuencias de este cambio en el trabajo analítico. Bion tenía un sano desdén por el formalismo riguroso y una genuina informalidad en la manera de comunicar su pensamiento, combinando conceptos sutiles y abstractos con una complejidad técnica que nunca se logra dominar por completo.
Bion es un pensador y un científico del psicoanálisis que desempeña con arte su función de crear nuevas cuestiones, que quedan abiertas para ser respondidas.
En palabras de Roosevelt Cassorla, autor del Prólogo, hay en este libro "provocación creativa, al ampliar el pensamiento del provocador Bion, que molesta porque anuncia cambios catastróficos, que implican saltos (cesuras) entre lo conocido y lo desconocido.”
Índice
Chuster, Arnaldo
W. R. Bion : la obra compleja / Arnaldo Chuster ; Gustavo Soares ; Renato Trachtenberg ; prólogo de Roosevelt Cassorla. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Biebel, 2021.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga
Traducción de: Leonardo Federico Simcic.
ISBN 978-987-8362-50-2.
1. Psicoanálisis. 2. Teorías Psicoanalíticas. 3. Clínica Psicoanalítica. I. Soares, Gustavo. II. Trachtenberg, Renato. III. Cassorla, Roosevelt, prolog. IV. Simcic, Leonardo Federico, trad. V. Título.
CDD 150.195
© Los autores, 2014
© Editora Sulina, 2014
© Ediciones Biebel, 2022
Diseño de páginas: Brenda Wainer
Armado de tapa: Ramiro Pazo
Edición en formato digital: enero de 2022
Ediciones BIEBEL
José Juan Biedma 1005, (1405)
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Tel. (54-11) 4582-3878
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ISBN PRINT: 978-987-8362-49-6
ISBN EBOOK: 978-987-8362-50-2
Libro de edición argentina.
Producido en la Argentina.
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Conversión a formato digital: Libresque
Prólogo
por Roosevelt Cassoria
Se dice que Einstein pasaba por su laboratorio cuando un joven discípulo lo siguió, ansioso, para mostrarle una fórmula. Según el joven, esta fórmula resolvería un problema difícil. Einstein, muy ocupado, le pidió al joven que esperara un rato. Pero, inoportuno, el joven insistía en llamar su atención. En determinado momento, cansado del acoso, Einstein interrumpió sus actividades y le pidió al joven que le mostrara su descubrimiento. Mirando rápidamente la fórmula, Einstein dijo: “Está equivocada”. Decepcionado, el joven le preguntó: “¿Por qué?”. A lo que Einstein respondió: “¡Porque es una fórmula fea!”.
La situación anterior puede servir de modelo para los aspectos estudiados por los autores de este libro. Una de las formas de acercarse a la verdad es la belleza. El vértice estético revela pre concepciones que anticipan y buscan la belleza en la naturaleza y en la vida.
La impaciencia del discípulo revela el ataque a su capacidad para esperar a que sus experiencias emocionales se conectasen de tal manera que surja el hecho seleccionado creativo. Estos ataques también están dirigidos a Einstein. Él se deshace de ellos transformándolos en sueños y pensamientos. Otra posibilidad hubiera sido expulsar al discípulo, pero Einstein probablemente hubiera pensado que eso es feo. Einstein acoge la desesperación del discípulo y la transforma, acercándola a un hecho más verdadero: “la fórmula está equivocada”. Y ese error se manifiesta a través de la fealdad. Esta fealdad es el hecho seleccionado vivido por Einstein, fruto de su experiencia emocional, que lo acercó a otra verdad: “la fórmula está equivocada”.
Además de la verdad que Einstein no encontró en la fórmula (pero sí en la fealdad), el episodio identifica a un joven impaciente que, por ser así, tiene dificultades para discriminar el estado emocional de su maestro. Esta misma impaciencia hace que el joven no pueda tolerar que Einstein sea otra persona y no alguien sometido a él, como una extensión de sí mismo. El hecho de ser joven, cuando es más difícil contener las emociones y pensar en ellas, puede ser un factor que contribuya a las descargas. Como la forma de presentación de la fórmula manifestaba estos estados emocionales, no sería improbable que Einstein –al dar una respuesta transformadora a la invasión– haya tenido en cuenta la “fealdad” vivida en la experiencia emocional del vínculo con su discípulo.
Cuando consideramos la belleza de la fealdad nos acercamos, de alguna manera, a la complejidad, un tema que los autores abordan con gran propiedad. Su principal objetivo es estudiar el psicoanálisis como complejidad. Para ello, desarrollan sus propias ideas utilizando a Bion como brújula. Su estudio nos muestra las vicisitudes que se producen cuando buscamos acercarnos a la verdad, aunque sabemos que nunca llegaremos a ella, porque siempre estará por delante de nosotros.
Esa misma complejidad nos hará entrar en contacto con la verdad del mal. Cuando Hanna Arendt muestra que un nazi puede ser una persona no diferente de una persona común, un “pobrecito”, provoca una catástrofe psicológica considerable. Parte del establishment no tolera sus hallazgos y Hanna es denigrada y despreciada. Las verdades son siempre provisorias y pueden destruirse, modificarse, ampliarse, abandonarse. La realidad (o verdad) es que los cambios que alteran intensamente el status quo provocan aversión y rápidamente se ponen en marcha mecanismos para eliminar lo nuevo, o el pensador que lo pensó. Esto ocurre en la sociedad y también dentro de nosotros, en nuestro mundo mental.
La comprobación de que los pensamientos existen antes de que se encuentren pensadores que los piensen se ilustra en los ejemplos descritos. Los hechos existieron antes de Einstein o Hanna Arendt los pensaran. Lo mismo sucedió con el psicoanálisis antes de ser pensado por Freud. Y con el psicoanálisis pensado por Bion, antes de que Bion lo hiciera. Los pensamientos sin un pensador solo pueden pensarse cuando hay mentes que toleran la catástrofe. Y, también, cuando estas mentes logran lidiar con el status quo que quiere destruirlos. Estas ansias de destrucción serán mayores cuanto más nuevo y creativo sea el pensamiento. Puede imponerse, como sucedió con la teoría de la relatividad o con la idea de la “banalidad del mal”, concebida por Arendt, hasta que surjan nuevos pensamientos que puedan ampliarlo o reemplazarlo, y así, infinitamente.