Textos
Pedagógicos
P. Herbert King
José Kentenich:
Una presentación de su pensamiento en textos
Tomo V
Textos Pedagógicos
© 2005 by Patris Verlag GmbH,
Vallendar-Schönstatt
Título original:
Joseph Kentenich - ein Durchblick in Texten
Pädagogische Texte
Traducción:
Roberto Bernet
Editor Responsable:
P. Herbert King
© Editorial Nueva Patris S.A.
José Manuel Infante 132
Teléfono: 235 1343 - Fax: 235 8674
Providencia, Santiago - Chile
E-mail: gerencia@patris.cl
www.patris.cl
Nº Inscripción: 170.677
ISBN: 978-956-246-586-1
Herbert King (ed.)
José Kentenich
Una presentación
de su pensamiento
en textos
Tomo 5
Textos Pedagógicos
Contenido
Indicaciones
para la lectura de esta traducción
Los textos del P. Kentenich se han traducido directamente del original alemán. Las referencias a las obras se han consignado en castellano. Las páginas de las notas corresponden a los textos en alemán. Los respectivos títulos en alemán se han consignado entre corchetes en la “Relación de las fuentes utilizadas”.
Los textos bíblicos se han tomado de La Biblia, versión castellana del P. Serafín de Ausejo, OFMCap, revisada y actualizada por Marciano Villanueva, Barcelona: Herder, 2003.
Se indican los textos del P. Kentenich que han sido publicados en castellano.
Introducción al tema
de la pedagogía en el P. Kentenich
Con el quinto tomo de esta colección de textos, el tema de la pedagogía pasa a ocupar el centro de nuestra consideración. El P. José Kentenich se autocomprendió como educador e hizo también su actuar pedagógico objeto de una intensa reflexión. Bajo el título de “Textos pedagógicos” he reunido aquí textos en los cuales él expone y reduce a sus puntos esenciales su actuar pedagógico, formulando sus principios y fundamentos. Son textos provenientes de jornadas en las que se reflexiona y sistematiza la praxis pedagógica desarrollada a lo largo de los años precedentes.
En realidad, una presentación de la pedagogía del P. Kentenich debería proceder sobre todo de forma narrativa. Comparados con el actuar pedagógico del P. Kentenich, los textos que aquí presentamos revisten en el fondo un carácter bastante abstracto. Sin el conocimiento del actuar pedagógico concreto sólo se accederá de forma limitada a la riqueza de su contenido.
He querido titular este volumen “Textos pedagógicos” como expresión de una cierta modestia, de una renuncia a la pretensión de definir qué tan exhaustiva resulta la captación y presentación que con ellos se hace de la pedagogía del P. Kentenich, tanto por parte de él mismo como, más aún, de mi propia labor de edición.
La pedagogía del P. Kentenich es fruto de su imagen del hombre, de la comunidad y de Dios. Es consecuencia de su visión positiva y psicológicamente orientada del hombre, del conjunto de vínculos en los cuales el hombre está situado y de su representación de Dios. Antes que nada cabe mencionar el punto de partida del pensamiento kentenijiano en la libertad, así como, en general, su nueva visión de la realidad (doctrina del organismo). Antes de todo método, la pedagogía kentenijiana es expresión de un nuevo espíritu y de un nuevo pensar. Esto, necesaria y consecuentemente, trae consigo y exige, al mismo tiempo, una nueva pedagogía. En tal sentido, la exposición temática que se hace a lo largo de los diferentes tomos de esta colección de textos se guía por el axioma escolástico, tan citado por el P. Kentenich: el orden del actuar debe seguir al orden del ser.
Cabe preguntarse, entonces, ¿qué ha sido lo primero (en cuanto al conocimiento): la nueva visión de la realidad o la nueva pedagogía? Por un lado, José Kentenich obtuvo realmente su pedagogía a partir de una nueva visión del hombre y de sus vinculaciones. Pero, por el otro, la predisposición pedagógica que había en su persona y la tarea de educador que le fuera confiada lo situaron, desde el principio, en la senda pedagógica y le hicieron reconocer y formular una nueva visión de la realidad en base a necesidades pedagógicas.
La mutua referencia que se da entre visión de la realidad e inquietud pedagógica, se expresa en el ordenamiento del material de los distintos tomos de esta colección de textos, por el hecho de que los textos que versan sobre la visión integral del hombre, sobre el conjunto de vínculos en los que se desarrolla la vida humana, así como sobre la correspondiente modalidad de pensamiento, han sido colocados al comienzo (tomos 1-4).
Otra expresión concreta de la mencionada referencia mutua entre visión de la realidad e inquietud pedagógica consiste en que, en muchos casos, he colocado en los PRIMEROS TOMOS de esta colección, y no en el entorno de la “Pedagogía”, textos que, ciertamente, podrían y deberían estar también en tal entorno. Es una decisión que he tomado de forma clara y consciente. Si se tratara de una obra que, fuera de esta colección, versara exclusivamente sobre la pedagogía de José Kentenich, esos textos deberían ser retirados de aquel lugar. Así, por ejemplo, algunas de las afirmaciones sobre el ideal personal no las he incorporado en el contexto de la pedagogía de ideales sino en el PRIMER TOMO, en el punto titulado “Humanización plena”. Particularmente llamativo resulta también, por ejemplo, el hecho de que no he colocado las “leyes del crecimiento” en el contexto de la pedagogía sino en el de la “doctrina del organismo”. En general, si bien la doctrina del organismo es una doctrina pedagógica, justamente ella es también, y antes de cualquier consideración pedagógica, expresión de una correspondiente visión de la realidad.
La base para determinar el lugar que ocupa toda pedagogía en el pensamiento y la obra de José Kentenich en su conjunto y, al mismo tiempo, una suerte de elemento intermedio entre su visión de la realidad y su aplicación pedagógica, están dadas por la “ley de construcción y ley fundamental” de su actuar y de su pensamiento. Esa ley es uno de los principios realmente fundamentales de su pensamiento. Por eso aparece a menudo adjetivada como “universal”. Dice la ley:
“Vínculo [hacia abajo] sólo –pero también– lo necesario, libertad cuanta sea posible, y cultivo del espíritu de forma plena e institucionalmente garantizada”.
Se trata de una “ley organizativa, ascética, pedagógica, pastoral, pero también psicológica”.
Por tanto, se aplica en muchos ámbitos. Contiene una opción fundamental a favor del “cultivo del espíritu”, es decir, de la motivación, del trabajo con corrientes de vida y de una autoeducación y heteroeducación a lo largo de toda la vida.
La aportación de José Kentenich a la solución de los problemas es, en última instancia, siempre pedagógica o, en cualquier caso, no tanto de orden institucional, jurídico, disciplinario o filosófico-teológico. José Kentenich sería el último que, en la actual situación, llamaría a un endurecimiento de las leyes, del control y de las sanciones en el Estado y la Iglesia, o que se quedaría en mera instrucción y horas de clase. Siempre trataría de encontrar y traer a consciencia los déficits pedagógicos y motivacionales.
No atribuye gran importancia a las amenazas o a los castigos, ni tampoco a los premios en el sentido habitual. Ya al comienzo de su trayectoria, como docente de alemán y de latín, cuando quería premiar a sus alumnos, les daba una hora de clase sobre aspectos de la vida en la que les explicaba con palabras simples qué sucedía en su mundo interior. A muchos de ellos, esas horas les quedaron inolvidablemente grabadas en la memoria para toda la vida.