Somos mucho más de lo que comemos, pero podemos hacer que lo que comamos nos ayude a ser mucho más de lo que somos.
ADELLE D AVIS
Las supercomidas son alimentos muy densos en nutrientes, por lo que llegan a considerarse como productos medicinales y son una excelente opción para mejorar la salud y aumentar la energía y la vitalidad del cuerpo. Funcionan increíblemente para nutrir cerebro, músculos, tejidos, sangre, riñones, hígado y páncreas, además de que fortalecen el sistema inmunológico. Asimismo, son perfectos para regular las hormonas, mejorar la libido y aumentar la serotonina, que contribuye a crear el sistema de defensa contra el estrés. Es la comida ideal para balancear los niveles alcalinos del cuerpo.
Las supercomidas son ideales para personas que no tienen tiempo de cocinar o que quieren bajar de peso, ya que a través de su consumo ingieren todos los nutrientes que el cuerpo necesita sin la necesidad de comer en exceso.
Comer frutas, verduras, granos, grasas y proteínas es importante, pero la nutrición que proporcionan las supercomidas no se consigue de ninguna otra fuente.
Está comprobado que las supercomidas previenen enfermedades y mitigan los síntomas de varios padecimientos: alergias, artritis, asma, problemas cardiovasculares, eczema, depresión, fatiga crónica, deficiencia del sistema inmunológico, herpes, insomnio, hipoglucemia, Vih, esclerosis múltiple, problemas de la piel y hepatitis, entre otros.
CONTENIDO NUTRICIONAL DE LAS SUPERCOMIDAS
Es alto en proteínas, minerales, grasa buena y aceites, vitaminas, enzimas, coenzimas, gliconutirentes, aminoácidos esenciales y polisacáridos.
Además, contienen altas cantidades de fitoquímicos que tienen diversas funciones:
- Antioxidantes.
- Previenen la de formación de tumores.
- Mejoran el sistema inmunológico.
- Aumentan la producción de enzimas.
- Disminuyen la producción de enzimas negativas que causan cancerígenos.
RADICALES LIBRES
Cuando ingerimos y metabolizamos la comida, creamos radicales libres, los cuales son compuestos reactivos muy inestables.
Para alcanzar su estabilidad electroquímica, estos radicales recorren el organismo intentando robar un electrón de moléculas estables. Una vez que lo consiguen, la molécula estable que se lo cede se convierte a su vez en un radical libre, por quedar con un electrón dispareado, iniciándose así una verdadera reacción en cadena que destruye nuestras células.
La formación de radicales libres contribuye al proceso de envejecimiento y al desarrollo de muchas enfermedades.
Los radicales libres no son necesariamente malos. De hecho, nuestro propio cuerpo los fabrica en cantidades moderadas para luchar contra bacterias y virus; el problema ocurre cuando se activan en exceso y comienzan a combatir de más, formando tumores y activando células cancerígenas.
La única manera de reparar el efecto que causan los radicales libres es mediante el consumo de antioxidantes.
ANTIOXIDANTES
Los antioxidantes son sustancias capaces de neutralizar la acción oxidante de los radicales libres. Su función es liberar electrones para que sean captados por los radicales libres y se conviertan en moléculas estables antes de que causen daño. Toman forma de enzimas, vitaminas o minerales.
Uno de los grandes beneficios que aportan las supercomidas a nuestro organismo es que son ricas en antioxidantes. Sus beneficios son enormes.
Comencé a ingerir supercomidas cuando conocí a David Wolfe y leí sus libros Superfoods y The Sunfood Diet; y en ese momento mi vida cambió radicalmente.
Durante mucho tiempo sufrí de fatiga crónica por las mañanas; me costaba mucho trabajo levantarme temprano y mis niveles de energía estaban en 70 por ciento. Desde que comencé a desayunar todos los días un licuado con supercomidas con ingredientes como nopal, chaya, algas, goji, berries, maca, cacao y otras mezclas de polvos, me siento mejor, con más energía, con mayor claridad mental, sin fatiga y sin antojos. Además, bajé más de siete kilos de peso.
Las supercomidas ya son parte de mi vida y consumo diferentes tipos en el transcurso del día, con lo que me siento nutrida, sana, con energía y feliz. Son el complemento ideal de mis comidas fuertes y, en muchas ocasiones, cuando tengo muy poco tiempo para preparar algo de comer, las consumo como mi alimento principal.
Recuerdo bien la primera vez que probé un licuado de supercomida en un bar de tónicos del supermercado naturista de Erewhon, en Los Ángeles. Platiqué con la persona que me lo estaba preparando; me comentó que una vez que se descubren los beneficios de las supercomidas y el cuerpo se acostumbra a los nutrientes y a la energía vital que proporcionan, uno se vuelve adicto a esta energía. Entonces las supercomidas se convierten en parte de la dieta diaria. Yo, la verdad, lo miré un poco incrédula, pensé que nunca iba a preferir un licuado a mis chilaquiles con queso y salsa verde que tanto me encantan. Ahora, dos años después, debo confesar que lo que me dijo Truth —verdad, ése era su nombre— era cierto.
Muchas supercomidas están a nuestro alcance en mercados o supermercados, aunque algunas solamente se consiguen en sitios de internet o en cadenas de supermercados, en Estados Unidos, como Whole Foods y Erewhon.
ALIMENTOS CONSIDERADOS SUPERCOMIDAS
CLOROFILA
Las plantas verdes en general contienen clorofila, aunque también ésta se puede encontrar en polvos o líquidos que ayudan a complementar la alimentación si el consumo de plantas y verduras verdes es bajo.
Beneficios: previene el crecimiento de bacterias en el organismo, ayuda a eliminar el mal olor del cuerpo y de la boca, remueve depósitos de medicamentos, desactiva células cancerígenas, ayuda a remediar problemas de encías y dientes; tiene propiedades para desinflamar gingivitis, garganta, artritis, pancreatitis, úlceras e inflamación del estómago y los intestinos. Además, ayuda a renovar la sangre y los tejidos, fortifica el hígado, activa enzimas y contribuye a la producción de vitaminas E, A y K.
Cómo usarla: se puede consumir en tabletas o diluida con agua.
ESPIRULINA
Es un alga unicelular que crece en agua dulce. Se llama así por su forma en espiral. Tiene una larga historia, ya que ayudó a sostener y a crear un ecosistema.
Existen dos civilizaciones que la utilizaban comúnmente: México y las poblaciones cercanas al Lago Chad, en África.
La espirulina fue la proteína más consumida en México durante cientos de años. El Lago de Texcoco es uno de los mayores productores del mundo. En la época de los aztecas se acostumbraba combinar el consumo de cacao y espirulina.
Esta alga tiene de 60 a 70 por ciento de proteína, es alta en potasio, calcio, zinc, manganeso, magnesio, hierro, ácido fólico, vitamina B y vitamina A y E.