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Sinopsis
Este libro empieza haciendo un recorrido por el mundo de la terapia regresiva a vidas pasadas, desde el trabajo del síntoma, y nos presenta la conexión bioespiritual, una técnica muy potente que el autor ha diseñado a partir de la terapia regresiva.
En una clara progresión ascendente y apasionante Albert Fita nos muestra el camino del crecimiento personal a través del trabajo con estas terapias, hasta llevarnos a un punto culminante en el que nuestras creencias se tambalearán.
Finalmente, y a través de la descripción de su trabajo, el autor acompaña al lector hacia la consciencia plena y una visión más espiritual del mundo.
Del nacimiento al infinito
El camino del espíritu a través de la terapia regresiva y la conexión bioespiritual
Albert Fita i Alegre
Prólogo
En el constante fluir y refluir por los caminos de la existencia, vamos descubriendo los complejos procesos de la vida y, con el paso de los años y las múltiples experiencias, vamos creando una imagen y una interpretación sobre la vida y el papel que desempeñamos en la existencia humana y planetaria.
En ese progresivo proceso de descubrimiento y los múltiples intentos de comprensión mínimamente coherente de la «realidad», es inevitable que nos veamos a menudo condicionados y limitados por pensamientos, ideas y creencias que a lo largo de los años han ido marcando el rumbo de nuestras vidas, por lo que cuando aparece ante nuestra atenta mirada información nueva o visiones de la realidad que no encajan con nada de lo que nos habían contado hasta ese momento, puede suceder que lo rechacemos abierta y frontalmente sin profundizar en ello. Pero también puede acontecer algo mucho más positivo: que, tras la sorpresa inicial, aflore la necesidad de querer saber más al respecto y, gracias a ese interés, tomemos la sabia decisión de investigar lo más a fondo que nos sea posible, intentando discernir qué hay de verdad en todo lo que nos están planteando o en qué medida se trata de «creencias absurdas», sin una base sólida que las sustente y más propias de personas crédulas o ingenuas, tendentes a dejarse llevar por procesos de autoengaño.
En este complejo contexto, repleto de «verdades» cuestionables y de continuas dudas e incertidumbres, el que Albert —como psicopedagogo con más de treinta años de experiencia laboral y mentalidad «racional tirando a escéptica», como él mismo se define— se atreviera a profundizar en las posibilidades terapéuticas y de ayuda física y psicológica que pueden desarrollarse a través de las terapias regresivas a vidas pasadas (TRVP) debe ser considerado un gran mérito por su parte.
Los muchos años de formación y práctica le han permitido constatar día a día las notables mejorías en la salud física, mental o emocional de las numerosas personas que se han puesto en sus manos y a las que ha ayudado a superar profundos traumas o a mejorar sus vidas con las diversas técnicas de terapia regresiva. Pero lo que hace valioso el testimonio de Albert y posiblemente una de las razones de que este libro esté en tus manos es el hecho de que Albert Fita, además de ayudar a otras personas a mejorar su vida y su salud, haya podido (sin buscarlo) experimentar en sí mismo el poder sanador de las terapias regresivas, con el padecimiento de un cáncer —considerado casi incurable— y saliendo un día del hospital totalmente sanado y con el diagnóstico de «curación espontánea». Esta quizás sea una de las mayores pruebas que le ha dado la vida a Albert para animarle a superar los últimos resquicios de escepticismo que pudieran quedar en su mente analítica.
En cierto modo, resulta lógico e inevitable que al abordar el tema de las terapias regresivas nos asalten dudas; sobre todo, cuando por primera vez oímos un testimonio, leemos un libro o alguien nos expone experiencias sobre las rápidas y espectaculares mejorías de salud o las curaciones espontáneas que se producen al recurrir a las terapias regresivas a vidas pasadas:
«¿Cómo explicar que en una sesión de terapia regresiva de algo más de una hora se pueda resolver y sanar un conflicto emocional con mis padres, cuando en diez años de sesiones de psicoanálisis no se apreció gran mejoría?».
«¡No puede ser que en una o dos sesiones de terapia regresiva una persona se olvide para siempre de una rinitis crónica o del dolor de pecho que llevaba años afectándole, sin que nada ni nadie le hubiese podido ayudar a resolver el problema, hasta que experimentó con la terapia regresiva!»
A través de la lectura de los casos que Albert ha elegido para exponer las múltiples posibilidades terapéuticas abarcadas en las terapias regresivas, veremos que no existe un único enfoque o una única técnica estandarizada, sino que las diferentes técnicas y las variables que nos ofrecen distintos terapeutas han ido evolucionando a partir de las experiencias y de un continuo aprendizaje en constante sinergia y retroalimentación, y ha sido llevado a cabo a lo largo de los años por un gran número de médicos, psicólogos, psiquiatras o terapeutas que han recurrido (y recurren a diario) a las terapias regresivas a vidas pasadas como herramienta principal o de apoyo de otras vías terapéuticas y de sanación.
En todos estos años de práctica como terapeuta regresivo, Albert se ha formado y ha bebido de las fuentes de grandes maestros. Haber estructurado unas bases sólidas, y quizás espoleado por la innata curiosidad por saber más que caracteriza la personalidad de Albert, unido a su gran experiencia como psicopedagogo, le ha llevado a ir un paso más allá. El espíritu buscador y la pulsión por disponer de las mejores herramientas posibles de ayuda a los demás —tal como podréis descubrir en la lectura de las páginas que siguen— han hecho que, aparte de buscar herramientas útiles y prácticas para sanar las dolencias del cuerpo o los conflictos emocionales o mentales de las personas que recurren a él, en su día se planteara un gran reto: que mediante la vía terapéutica de la conexión bioespiritual la terapia regresiva también pueda ser una buena herramienta para el desarrollo personal y, sobre todo, para el crecimiento espiritual de las personas que, en principio, tan solo recurren a las TRVP como búsqueda de alivio o sanación de sus problemas más o menos graves.
Habitualmente, al recurrir a la terapia regresiva, se suele buscar comprensión, solución o sanación a problemas que a menudo una persona lleva padeciendo años o décadas, y es frecuente que al trabajar con la TRVP se descubra que el posible origen del recurrente problema de salud, de la fobia paralizante, de los miedos injustificados, del trauma angustiante o del trastorno físico, emocional o mental padecidos, esté estrechamente relacionado con experiencias traumáticas experimentadas en alguna época pasada, y que al buscar el origen o la causa aparezca asociado a un trauma de la infancia no asimilado, a complicaciones durante el parto o durante el proceso del embarazo, o sea la reactualización de un conflicto que degeneró en una muerte traumática en el contexto, lo que podría ser considerado como experiencias acaecidas en una vida pasada.