Véronique Van Driessche - Henry Ford

• ¿Nacimiento? El 30 de julio de 1863, en Greenfield Township (Estados Unidos).
• ¿Muerte? El 7 de abril de 1947, en Fair Lane (Estados Unidos).
• ¿Principales invenciones?
  • El Ford T, el coche universal.
  • La línea de ensamblaje en movimiento.
  • El fordismo, un método de racionalización de la producción.
• ¿Repercusiones de sus invenciones?
  • La movilidad al alcance de todos.
  • El desarrollo de la producción en masa.
  • La aparición de una nueva clase social como consecuencia del aumento salarial de los obreros.
  • El comienzo del consumo masivo.

Aunque Henry Ford no inventara el coche de gasolina y, en este comienzo del siglo XX, estuviera lejos de ser el único fabricante de automóviles, su mérito reside en haber entendido que este invento cambiaría el mundo. En esta época, poseer un automóvil es un lujo reservado a unos pocos privilegiados. Ford sueña con democratizarlo para que todas las familias puedan tener uno.

El 1 de octubre de 1908, el modelo T, un pequeño coche fabricado por la Ford Motor Company, ve la luz en la fábrica de Piquette Avenue, en Detroit (Michigan). El Ford T es un coche sencillo, sólido y, sobre todo, asequible; tiene tal éxito que, entre 1908 y 1927, se venden más de 15 millones de ejemplares.

Para alcanzar este resultado, Henry Ford revoluciona el proceso de producción automovilística mediante la introducción de la división del trabajo —cada obrero tiene asignada una sola tarea muy precisa— y la línea de ensamblaje en movimiento —el producto fabricado avanza automáticamente de un puesto de trabajo a otro, con lo que los obreros no tienen que desplazarse—. Consigue así reducir el precio de venta e incluso duplicar el salario de sus obreros, sin por ello alterar la calidad del producto. Con posterioridad, el principio de la línea de ensamblaje se aplicará ampliamente en toda la industria y contribuirá al desarrollo de la producción en masa y del consumo masivo que caracterizan la sociedad del siglo XX.

Henry Ford, el mayor de seis hermanos, nace el 30 de julio de 1863 en la granja de sus padres en Dearborn, cerca de la ciudad de Detroit (Michigan). Sus abuelos paternos, originarios de Cork (Irlanda), habían llegado a los Estados Unidos en 1847.

Al joven Henry no le gusta ni el colegio ni el trabajo en la granja. Por el contrario, posee un gran talento para la mecánica y un marcado gusto por el autoaprendizaje. Sus juguetes preferidos son herramientas y trozos de máquinas que le gusta reparar. Con 12 años recibe un reloj y, para entender su mecanismo, lo desmonta y lo vuelve a montar. Con la práctica, consigue reparar cualquier reloj y prueba incluso a fabricarlos. Un año después, ve por primera vez un vehículo automóvil de vapor. Este artefacto le impresiona tanto que, desde entonces, no deja de pensar en el transporte automovilístico y realiza maquetas cada vez más precisas. Con 15 años es capaz de montar y de reparar una máquina de vapor.

En 1879, Ford deja el colegio y abandona la granja familiar. Trabaja brevemente en la Michigan Car Company, una fábrica de coches sobre raíles, y como aprendiz de maquinista en la James Flower and Brothers Machine Shop, donde se fabrican piezas de mecánica. Finalmente, se incorpora a la Detroit Dry Dock Engine Works, otro taller mecánico. Por la noche repara relojes en una joyería para pagar el alquiler y su tiempo libre lo dedica a experimentar con la mecánica.

Entre 1882 y 1891, vuelve a la granja de sus padres, aunque no pierde ninguna ocasión de manipular máquinas de motor. Durante varios veranos seguidos, se incorpora a la Westinghouse Company. Allí se encarga de la demostración y la reparación de la maquinaria automóvil a vapor, destinada a remolcar cargas pesadas o a accionar trilladoras. Por su 21 cumpleaños, su padre le ofrece un terreno de 40 áreas y Ford acepta, provisionalmente, quedarse en la explotación. En 1885, durante una velada con baile, conoce a Clara Bryant (1866-1950), hija de un granjero local. Se casan el 13 de abril de 1888 y de su unión nace un hijo, Edsel (1893-1943). Para cubrir las necesidades de su familia, Ford tala la madera de su terreno y la vende como leña; además, instala un aserradero y ofrece sus servicios en la región.

Sin embargo, en cuanto le es posible, sigue con su trabajo mecánico en el taller que se ha acondicionado. Todavía sueña con fabricar un vehículo automóvil, aunque ha comprendido que, para ello, no puede contar con el vapor. En 1885, le confían la reparación de un motor Otto de gas y, dos años más tarde, para asegurarse de que ha comprendido bien el mecanismo, fabrica uno él mismo. Posteriormente, en 1890, se entrega a la fabricación de un motor de gasolina.

En septiembre de 1891, Ford consigue un empleo de ingeniero y de maquinista en la Edison Illuminating Company de Detroit, ciudad en la que se instala junto con su mujer. Su ascenso a ingeniero jefe, en 1893, le proporciona por fin los medios y el tiempo para dedicarse a trabajar, con sus amigos, en su motor de gasolina. Ese mismo año, la víspera de Navidad, consigue que gire sobre el fregadero de la cocina. En junio de 1896 termina su coche y lo llama cuadriciclo —va montado sobre cuatro ruedas de bicicleta—. En esa época es el único vehículo que circula por Detroit. Henry Ford lo vende para fabricar un segundo, más ligero, que termina en 1898. Al año siguiente, deja la compañía Edison para incorporarse a la industria automovilística.

Ford en su primer coche, foto tomada en 1896.

HENRY FORD Y THOMAS EDISON

Henry Ford y Thomas Edison (1847-1931) se conocen en 1896, durante un congreso sobre electricidad en Atlantic City. Ford le habla de su coche de gasolina, y Edison le anima a perseverar en sus experimentos y le predice un gran futuro. Con posterioridad, ambos llegan a ser buenos amigos.

La Detroit Automobile Company, primera empresa automovilística de Detroit, se crea el 5 de agosto de 1899 para comercializar los vehículos de motor de Ford, que es nombrado ingeniero jefe. Los inversores buscan el beneficio a corto plazo, por lo que coches se fabrican lo más rápido posible. Estos coches resultan ser demasiado caros y de mala calidad, así que, en enero de 1901, la empresa se disuelve.

Para darse a conocer, Ford participa en carreras automovilísticas. Junto con sus amigos, construye un coche potente con el que gana, el 10 de octubre de 1901, una carrera de 10 millas contra el campeón local. Con esta victoria consigue recuperar la confianza de los inversores, y el 30 de noviembre de 1901 se agrupan en torno a una nueva empresa, la Henry Ford Company, de la que Ford es de nuevo el ingeniero jefe. Sin embargo, el problema persiste: los inversores no tienen el mismo objetivo que él y, el 10 de marzo de 1902, Ford abandona la sociedad, que pasa a llamarse Cadillac Company.

A continuación, Ford se asocia con un campeón local de ciclismo, Tom Cooper (1874-1906), y fabrica dos coches de carreras de 80 caballos, el 999 y el Arrow. Su potencia es tal que no se atreven a conducirlos. Para ponerse al volante recurren a Barney Oldfield (1878-1946), un ciclista de velocidad aficionado. El 25 de octubre de 1902, el 999 gana la Manufacturer’s Challenge Cup y Oldfield prosigue su carrera como piloto automovilístico.