Veronique Bronckart - Aprende a gestionar los periodos de crisis laboral

Veronique Bronckart, 2017

Traducción: Laura Soler Pinson

Editor digital: Titivillus

ePub base r2.1

• ¿Problemática? ¿Qué medios materiales y humanos aplico para reaccionar con rapidez ante una crisis y solucionarla eficazmente?
• ¿Utilidad? Atenuar los efectos adversos inmediatos, reconducir la situación y extraer las enseñanzas necesarias para prevenir la próxima crisis.
• ¿Contexto profesional? Gestión y anticipación de crisis, resolución de conflictos, gestión, recursos humanos.
• ¿Preguntas frecuentes?
  • ¿A qué nos referimos con situación de crisis?
  • ¿Quién puede verse enfrentado a una situación de crisis?
  • ¿Quién debe dar la voz de alarma?
  • ¿Cómo resuelvo una situación de crisis?
  • ¿Cómo debemos comunicar durante una crisis?
  • ¿Tengo alguna posibilidad de superar la crisis si no he previsto un plan de gestión?
  • ¿Qué consecuencias psicológicas puede acarrear una mala gestión de crisis?
  • ¿Qué errores debo evitar para reducir los daños al mínimo?

Toda empresa, ya sea multinacional o local, de un sector de producción o del sector servicios, puede verse enfrentada en cualquier momento a una situación de crisis. Este trance, que a veces se produce de improviso, daña la reputación de la empresa y pone trabas a su buen funcionamiento, e incluso puede llevarla a la quiebra en el peor de los casos. Por lo tanto, resulta fundamental que sepamos gestionarla correctamente para recuperar un clima de confianza y de seguridad con empleados, dirigentes, proveedores y clientes, y para reanudar la actividad.

Independientemente de si la crisis es de orden económico, social o medioambiental, o si la origina un factor interno o externo a la empresa, se necesitan múltiples aptitudes de gestión para resolverla. Estas nos permitirán gestionar el estrés, reaccionar con rapidez e inteligencia, comunicar de manera adecuada y, finalmente, sacar conclusiones para evitar que se repita. Actualmente, la gestión de crisis se ha convertido en una herramienta estratégica fundamental dentro de las empresas.

A lo largo de estas páginas, descubrirás las distintas etapas de un proceso eficaz de gestión de una situación de riesgo, aprenderás a sacar provecho de este tipo de coyuntura y a identificar mejor los factores de riesgo. Analizaremos igualmente la importancia de una comunicación interna y externa adaptada al contexto, la relación con la prensa y el impacto de las redes sociales. No vuelvas a permitir que tu empresa se vea amenazada y conviértete en un auténtico profesional de la gestión de crisis.

¿Qué es una situación de crisis?

Se trata de una situación que pone en peligro los objetivos o la supervivencia de una empresa y en la que debe tomarse una decisión en un plazo relativamente corto. En función de su nivel de gravedad y de su impacto en la compañía, la definiremos como «de crisis». Así, si nos encontramos con unas circunstancias adversas que tengan poca repercusión en la empresa o en su entorno, no consideraremos que se trata de una situación de crisis. Esta puede ser previsible o no. De hecho, a veces, al analizar el contexto interno de la compañía podemos identificar los diferentes factores de riesgo, lo que nos permite anticipar los posibles problemas. No obstante, por lo general, los factores externos son imprevisibles.

La situación de crisis puede resultar de varios contextos que interactúan, como la economía, la política, lo institucional, las relaciones humanas, la ética, la técnica, la justicia y los medios de comunicación. Así, se trata de causas muy variadas que pueden ser de orden natural, tecnológico, medioambiental o humano. Tal y como muestra el esquema que presentamos a continuación, estos distintos factores están relacionados entre sí e influyen en la empresa, aunque también puede suceder en el sentido contrario. De esta manera, un acontecimiento que tenga impacto en uno de los contextos podrá repercutir directamente en la compañía o en otro factor que, a continuación, afectará a otro ámbito, y así sucesivamente, como un castillo de naipes que se desmorona.

En el día a día, una empresa se enfrenta a muchos problemas. La mayor parte del tiempo, se resuelven rápidamente, pero puede suceder que vayan a más. Cuando se identifican los factores de riesgo y se instaura con antelación una política de gestión de riesgos, se trata de una «situación de crisis potencial». Si constatamos que estos elementos se van acumulando sin que se tomen las riendas de la coyuntura, hablamos entonces de «situación de crisis declarada». En términos generales, un marco de esta naturaleza está conformado por una serie de etapas y se desarrolla de la siguiente manera:

Los factores de riesgo

Una situación de crisis es el resultado de la acumulación de factores de riesgo. Estos últimos pueden proceder del marco interno o externo de la empresa, y cada uno influye en los demás. Aprende a identificarlos para prever mejor sus consecuencias.

¿Qué impacto tiene en la empresa?

No importa si la crisis surge por un error de decisión, por un malestar social o por un acontecimiento externo imprevisible, ya que siempre provoca una ruptura del sistema de referencias y acaba con el equilibrio general. Si no tenemos la crisis bajo control, puede originarse un efecto directo sobre los actores de la empresa. De hecho, estos últimos, con información escasa o nula, pueden pensar que están en un ambiente inseguro, crear rumores o sentirse excluidos de la situación, lo que generará una desmotivación que conllevará un descenso de la rentabilidad y, por lo tanto, perjudicará la economía de la empresa. Por consiguiente, resulta fundamental la comunicación con los empleados en tales circunstancias para tranquilizarlos, apoyarlos e implicarlos en el proceso de resolución. Según el tipo de crisis al que se enfrente la compañía, los daños también pueden afectar al material o a los locales (y provocar una ralentización o una interrupción de la producción), alterar la imagen de la empresa o, en el peor de los casos, llevar a un despido del personal y a la quiebra de la compañía.

Prevenir la crisis significa ser capaces de responder y de reaccionar frente a situaciones que jamás hemos vivido y, a veces, de aparcar una serie de creencias y de métodos a los que nos habíamos acostumbrado para adaptarnos a la novedad. Para ello, se necesita una excelente preparación. Por consiguiente, para ofrecer una respuesta óptima ante una situación similar, debemos seguir un proceso de gestión de crisis, cuyo objetivo será la identificación de los factores de riesgo, principalmente a través de una auditoría, y la implementación de acciones concretas con las que se reduzcan al máximo las posibles repercusiones en la empresa.

Identificar los objetivos de la empresa y determinar los riesgos

La primera etapa importante pasa por identificar los objetivos de la empresa. Una vez que se han definido, podremos determinar qué factores pueden constituir un obstáculo para alcanzarlos y cuáles no representan un peligro. Tendremos que llevar a cabo acciones de prevención únicamente sobre los elementos de riesgo.