Este trabajo que tenéis entre manos, que no un libro, ha sido posible gracias a la ayuda de mi bolera: Sue44, Susana del Cid. Ella, en una época de su vida en la que el tiempo era difícil de llenar, ha sido mis ojos y mis manos. Gracias a sus observaciones y, por encima de todo, gracias a su amor por este blog que es su casa, por facilitar mis decisiones. Gracias, Sue; una vez más, gracias. Escribir un blog es encontrar un tesoro y en eso estamos: abriendo cofres.
Mercedes Milá, 2013
ePub base v2.1
Notas
[5] Del 23 de mayo de 2011: «Ophelia, la camarera que denunció al ex-presidente de FMI, corre peligro de nuevo. Salvada de la violencia del francés, ahora está en manos de su abogado. Es repugnante leer que han contratado a tres personas, un exfiscal y dos exmiembros del FBI, para rastrear en la vida de esta guineana y tratar de encontrar como sea fallos o renuncios que puedan utilizarse contra ella el día del juicio. La camarera pasa momentos duros; dicen que llora y no se recupera; que está asustada y que tiene miedo: no me extraña. Tiene delante todo el poder del dinero y las influencias. Tiene delante un ejército dispuesto a machacarla con tal de evitar que aquel hombre que salió del cuarto de baño que ella iba a limpiar como un «orangután en celo», resulte condenado.
»Me echáis en cara que no respete la presunción de inocencia. De acuerdo, he afirmado y dado como cierto un comportamiento que no he visto con mis propios ojos. Es cierto que solo cuando los jueces dicten sentencia sabremos qué ocurrió en la habitación 2806. Pero estaréis conmigo en que estamos observando la lucha de una hormiga contra un elefante. Estaréis conmigo en que Ophelia representa a muchas mujeres que han sufrido hechos como los de ella; mujeres que jamás podrán resarcirse ni ver cómo la justicia las compensa de tanto dolor y humillación. Quizá porque a muchas, por no decir a todas, nos suenan familiares todas las explicaciones que leemos, algunos hemos tomado partido. Yo reconozco que estoy al lado de Ophelia y que me repugna cómo puede hacer dudar a gente que respeto el manejo de una historia en manos del dinero».
[9]Informativos Telecinco (informativostelecinco.com), 12 de octubre de 2012: «[…] Roque Bergareche Mendoza, hijo del consejero de Vocento y copresidente de Cepsa, Santiago Bergareche, y nieto de Ramón Mendoza, ha fallecido este viernes en Luanda (Angola) al recibir un disparo en la cabeza.
»Los hechos tuvieron lugar cuando Roque Bergareche se dirigía con unos compañeros a cenar después del trabajo. En el aparcamiento del local fueron sorprendidos por un grupo de jóvenes de entre 14 y 17 años que rodearon el vehículo. Al bajar del automóvil, Roque fue golpeado y, una vez inconsciente en el suelo le dispararon en la cabeza, han explicado fuentes familiares.
»Roque Bergareche, socio de VIG WORLD, compañía con sede en Madrid y delegación en Luanda, dedicaba su actividad al desarrollo de proyectos de infraestructuras en Angola. […]».
Los textos que componen este libro colocan al lector ante la Mercedes Milá más íntima, la que se expresa con absoluta sinceridad, apartada de focos televisivos. Una mujer sensible y concienciada ante el mundo que nos rodea, que opina sobre diversos temas. Algunos se relacionan directamente con la actualidad, muchos tienen un contenido económico y político; otros hablan de sentimientos universales e incorporan comentarios que destilan ternura. Los hay también de tono crítico y combativo, escritos para expresar la indignación ante la injusticia y el dolor.
Estas páginas nos muestran una cara quizá algo desconocida de su autora, una mujer que celebra y agradece las cosas buenas de la vida con la misma energía que denuncia los errores y la inmoralidad.
Entrañable y espontánea como nunca, Mercedes Milá comparte con nosotros un pedazo de su corazón.
Mercedes Milá
Lo que me sale del bolo
ePUB v1.0
14.5.13
2008
MANOS BLANCAS DE IMPOTENCIA Y ESPERANZA
7 de marzo de 2008, a las 18:46
El dolor me acerca a vosotros.
Ya somos una comunidad, y esta noticia que nos parte el alma despierta en mí la necesidad de escribir aquí para sentirnos juntos.
Todas las palabras han sido ya dichas, pero siguen siendo imprescindibles aunque estemos agotados de escucharlas.
En estos momentos desearía poder llegar al corazón de su familia, de sus amigos, de sus vecinos, de sus compañeros, de todos los que le conocían, de todos.
¡Me gustaría tanto que alguna de nuestras palabras de consuelo, de cercanía les pudiera ayudar!
Mientras os escribo, un hachazo se ha llevado por delante todos los planes.
Vamos a presenciar muchas cosas que no nos van a gustar.
Habrá que valorar a los que sepan mantener la mente fría y el pulso sin alteraciones. No valen gritos ahora, no queremos explicaciones, en el silencio que trae la muerte solo queremos escuchar las palabras de condena que han callado siempre. ¡Es tan fácil matar!
Debe ser tan difícil vivir cada día la amenaza de muerte permanente!
Aquí dejo mi solidaridad y mi afecto.
Aquí dejo mis manos blancas de impotencia y esperanza junto a todas las vuestras.
UNA ARDILLA SIN VOZ
8 de abril de 2008
Desde muy pequeña recogía cosas que guardaba y que más tarde reutilizaba. Casi no recuerda cuál fue su primera obra.
Siempre ha trabajado con las manos, retorciendo materiales con unos alicates, hasta deformarse algunos dedos. Todo lo que guardaba le servía, como hacen las ardillas en un bosque. Cada día hace felices a muchas personas con sus diseños; les hace sentirse guapas, cómodas, a gusto. Siempre fue por delante. Se arriesgó, innovó, creó donde no había. Mi amiga es una artista valiente.
Acabo de hablar con ella haciendo muchos esfuerzos. Hacía semanas que no lo hacíamos. No se lo permitían. Perdió la voz tras una operación sencilla y su mundo pasó a ser el silencio. Hoy he compartido en Barcelona un programa de televisión con Montserrat Caballé y nos ha explicado lo delicadas que son nuestras cuerdas vocales. Hablaba de ellas como de una joya preciosa y yo he recordado a mi amiga, a mi ardilla.
Le regalé hace unos años esa mochila y le hice esta foto que hoy comparto con vosotr@s. No miras el mundo igual cuando no puedes expresarte con palabras.
Observas a los demás con más tiempo desde tu impotencia y sus actos se agrandan para bien y para mal.
Las palabras, nuestra gran fuerza, nuestro tesoro. Las palabras, esas herramientas que sufrimos tanto para aprender de la boca de nuestros padres y que nos acompañan para siempre. Las palabras, esas ausencias que se multiplican en nuestro mundo cuando las comenzamos a olvidar y buscamos con fruición, con desesperación.
Cuando la voz deja de pronunciar palabras, aparece el silencio y crece nuestra capacidad de observar gestos pequeños que guardamos en el corazón. ¿Cómo se hace para vivir sin palabras al salir de una operación sin importancia, al salir de un quirófano? Una vez más mi amiga me enseña un camino nuevo. Todo puede esperarte al volver una esquina.