Tsundoku
EL CAMINO ZEN DE LA LECTURA
RAIMON SAMSÓ
Copyright © 2022 by Raimon Samsó para Ediciones Instituto Expertos.
Diseño portada: Darko Dojchinovski (AstonD)
Corrección: Cinta Pluma
Fotos interior: Unsplash.
Retoque fotográfico: Raimon Samsó.
Fotos autor: Cristina Gabarró
Primera edición: abril 2022.
All rights reserved.
🌸 Ninguna parte de este libro puede ser reproducida en cualquier forma o por cualquier medio electrónico o mecánico, incluidos los sistemas de almacenamiento y recuperación de información, sin el permiso escrito del autor, excepto para el uso de breves citas en una reseña del libro.
La transformación es superior a la información. Escribo y publico libros que transforman vidas. No me conformo con libros que informen de lo que se olvidará —en su mayor parte— a los pocos días. Pretendo la transformación del lector que, al convertirse en lo aprendido, nunca olvidará lo leído. No porque lo recuerde, sino porque lo es.
Raimon
Índice
Tsundoku
Una tarde de febrero de 2022, durante una entrevista en directo, me sorprendí a mí mismo declarando que, por el momento, no pensaba empezar ningún libro. Justo al día siguiente, cuando me senté a la mesa para cenar, recordé una idea de libro (de hecho fue una palabra, enseguida te digo cual) que no había desarrollado porque no creía que funcionase, pero en ese momento pude darle una vuelta de 180º y encontrar cómo sí podría funcionar. Entendí de pronto que no debía escribir un libro para quienes quieren escribir un libro sino ¡para quienes los quieren leer!
¡Cómo son las cosas!
Y aquí está, unos meses después, este libro es fruto de una decisión repentina bajo una intuición inesperada. Lo escribí en dos semanas, lo dejé reposar una y lo corregí en dos semanas más. Así es como funciono yo, fluyo y me dejo llevar por impulsos. Y en este caso, el impulso fue una palabra que resonó en mi mente.
La palabra que iluminó mi mente como un fogonazo es una expresión que los japoneses usan para expresar un concepto interesante: «tsundoku». Pronto te explicaré su significado pero por lo pronto permíteme explicarte cómo supe de ella.
Un año antes, estuve comprando compulsivamente libros sobre la cultura japonesa por la que siempre he sentido interés. Visité una librería de mi ciudad de Barcelona especializada en Japón, me perdí en sus anaqueles y conocí a su propietario. Le compré una bolsa llena de libros elegidos por impulso unos y por su consejo otros.
Así que revisé la pila de libros sobre Japón sin leer (eso es practicar tsundoku) y sentí que había llegado el momento de leerlos todos de cubierta a cubierta. Es por esa razón que cuando escuché el grito de guerra: ¡tsundoku!, supe que ese sería el tema y el título de mi nueva obra.
Por experiencia, sé que cuando un escritor da con un tema poderoso y un título redondo, es imparable. Tenía tema y título. ¿Qué más puedo pedir para empezar a escribir?
Este libro es para quien ama leer y atesorar prometedoras revelaciones.
Esta lectura es para aquellos que valoran el conocimiento y hallan en los libros un vehículo para acariciarlo. Es para las personas que disfrutan pasando tiempo en una librería como yo (sea online o física), que buscan un libro-joya-tesoro que les cambie la vida en algún aspecto y que entienden la vida como un camino de evolución.
Si eres como yo, no te importará invertir en libros, seguro que por lo general no miras el precio del que vas a comprar, porque intuyes que el valor que te aportará es superior respecto al coste que tiene.
Para mí, la lectura es meditación activa: me invita a aislarme del mundo y reunirme con mi yo esencial (y también con el autor). El libro se despliega ante mis ojos exponiendo ordenadamente ideas de las que tomo las que preciso para nutrirme. Son mi savia.
Un libro es la calma del silencio, el abrazo del amigo, la luz que me ilumina y el paso que daré. Para mí leer es meditar. Cada día practico el hábito y reconozco que la lectura me lo ha dado todo en la vida. Incluso me ha salvado la vida.
He desarrollado en este libro el concepto «El camino zen de la lectura» como una vía espiritual para la realización personal. Es una expresión que me gusta porque reúne dos conceptos que amo: andar y leer, la acción y la introspección.
¿Y tú? ¿No meditas? No importa, tal vez prefieras leer o andar como hago yo a diario; son mis dos formas preferidas de «meditar».
En este libro, he aplicado algunos principios de la sabiduría tradicional japonesa al hábito de la lectura. Una vez conozcas los principios que he seleccionado para ti, podrás aplicarlos a diversas áreas de tu vida, además de la lectura.
Es una sabiduría transversal, muy aplicable y que ampliará tu visión de la vida. El objetivo de este libro es ofrecerte consejos sabios e intemporales para una vida feliz.
Cuando termines este libro, te conocerás más, tu mente se habrá expandido hacia nuevos paradigmas y te habrás convertido en un lector-meditador. O al menos, eso espero.
Te prometí compartir qué significa tsundoku ( 読書 o tsunde oku), expresión que resulta de sumar dos caracteres: apilar / libros. Es el hábito compulsivo, en muchas personas, por adquirir libros dejando que se amontonen en casa, aguardando ser leídos algún día. Me refiero al arte de comprar más libros de los que uno puede leer y amontonarlos en la pila de pendientes.
Pero también significa la lista de libros de próxima lectura, dispuestos en una estantería en la que hay un ritmo en la rotación de ejemplares.
Para mí, el tsundoku no se trata solo de adquirir y acumular lecturas, sino de tener cerca los libros que podría desear leer más adelante. Es como comprar provisiones para la despensa e igual de nutritivo.
A veces, la lectura inmediata no es posible por muchas razones -porque estás leyendo otro libro o ¡varios a la vez!-, pero, ¿cómo renunciar a adquirir un libro interesante para más adelante? Es hambre por leer, un afán infinito del alma que nunca se colma ni satisface: el de saber.
Amo un libro incluso antes de leerlo, por las expectativas que me crean su título y sus tapas, y ello me basta para ser un practicante del tsundoku. Ante la duda de adquirirlo o no, siempre lo compro; y sin mirar el precio.
Una casa sin libros es fría y desangelada. La presencia de libros en una habitación acompaña y consuela. Y su energía está presente en el ambiente. Estanterías atiborradas, pilas como torres Babel… e incluso así me sé dónde está cada libro. ¡Con tantos, tiene mérito!
Lector, si tienes un desorden de libros en tu casa, no te apures, aquí entenderás que estás cubriendo una vía zen y precisamente ese viaje interior será lo que ponga orden en tu vida.