“El cine es tanto un pensamiento que adquiere forma como una forma que permite pensar”, decía Jean-Luc Godard. Y François Truffaut añadió: “Ningún niño francés ha soñado nunca en convertirse en crítico de cine cuando sea mayor”. Entre estas dos afirmaciones se debate, desde sus inicios, el espíritu de una revista como Cahiers du Cinéma. Por un lado, la reflexión sobre la naturaleza del cine, hacer hablar a las películas, intentar proponer una moral cinematográfica. Por otro, el esfuerzo de convertir todo eso en una práctica que no puede ser un juego de niños, que comporta una responsabilidad ante la sociedad y los lectores. Teorizar el cine se convirtió en una pasión que se alimentaba del estructuralismo, la semiología, el marxismo o el psicoanálisis, así como de los textos al respecto de Roland Barthes, Louis Althusser, Jacques Lacan, Michel Foucault, Gilles Deleuze, Jacques Derrida o Jacques Rancière. La crítica, en cambio, giró siempre alrededor de la “conexión”: había que conectar las películas con los lectores, con las otras películas, con las comunidades de cinéfilos, con las otras artes, con las metáforas del mundo… Poco a poco, sin embargo, ambas disciplinas han llegado a coincidir incluso en algunas de sus conclusiones, hasta el punto de que críticos fundamentales como Serge Daney pueden considerarse teóricos de la imagen y, en el otro lado, teóricos como Alain Bergala han escrito algunos de los mejores libros de crítica de los últimos tiempos. De estas historias y de estos trasvases habla este libro apasionante, una selección de textos de los más destacados escritores cinematográficos franceses aparecidos en las páginas de Cahiers du Cinéma en los últimos cincuenta años.
Antoine de Baecque
Teoría y crítica del cine
Avatares de una cinefilia
ePUB r1.0
minicaja24.06.13
Título original: Critique et Cinéphilie, Théories du cinéma
Antoine de Baecque, 2001
Traducción: Mariana Miracle
Diseño de portada: Mario Eskenazi
Retoque de portada: minicaja
Editor digital: minicaja
ePub base r1.0
ANTOINE DE BAECQUE . Nació el 14 de mayo 1962 en Neuilly-sur-Seine. Especialista en historia cultural del siglo XVIII , es profesor en la Universidad de Nanterre. Durante sus estudios, fundó la revista Vértigo y publicó su primer artículo en Cahiers du cinema con motivo de la muerte de François Truffaut. Antoine de Baecque ha escrito numerosos libros y artículos sobre cine e historia.
Fue editor de Cahiers du Cinema de 1996 a 1998. Después fue editor de las páginas culturales del diario Liberation. De 2007 a 2009, dirigió las ediciones Complex, especializada en literatura e historia. Colabora con el diario on-line Rue 89.
La teoría
La crítica
Presentación de la serie
La edición española de La petite anthologie des Cahiers du cinéma consta de cuatro volúmenes que contienen gran parte de los textos que seleccionó Antoine de Baecque para la edición original francesa. Buena parte de los textos de esta antología —críticas, ensayos, conversaciones o mesas redondas— pertenecen no sólo a la rica historia de Cahiers, sino también a la de la crítica y teoría del cine, pues varias generaciones de críticos y teóricos de todo el mundo han construido su cinefilia y pensamiento tanto a favor como en contra de esos textos. Ninguno de ellos ha podido evitar alguna referencia, por ejemplo, a la «política de los autores» o a los presupuestos teóricos de la tradición semiótico-marxista-psicoanalítica que encontró un importante hueco durante la década de los setenta y la primera mitad de los años ochenta en las páginas de la revista. Y aunque recientemente los film studies hayan revisado y cuestionado dichos postulados, numerosos académicos franceses, españoles y latinoamericanos se reclaman herederos de dicha tradición teoricoanalítica y la siguen utilizando en sus análisis, ensayos o cursos.
Los volúmenes de esta antología no siguen un orden estrictamente cronológico; responden más bien a los principales ejes temáticos que ilustran las ideas clave de la revista en sus ya más de cincuenta años de vida: el culto del autor cinematográfico, la defensa del cine norteamericano, sus posiciones —siempre polémicas— respecto al cine francés o sus opciones teóricas. Puede decirse que los nueve volúmenes de la versión original francesa se ocupan de dos realidades al mismo tiempo distintas y complementarias: una realidad histórica y otra teórica. Entre los primeros, aquellos que permiten seguir las distintas etapas por las que ha atravesado la revista, etapas que el propio De Baecque explicó en su fundamental Histoire d’une revue: la defensa del cine norteamericano, la política de los autores, el cine francés, los nuevos cines. Entre los segundos, aquellos que contienen algunos de los textos sin los cuales no es posible entender eso que llamamos teoría del cine.
Al igual que la antología realizada por De Baecque, la nuestra no sigue un orden estrictamente cronológico, aunque cada volumen contiene textos que van desde 1951 hasta los años 1999 o 2000. Varias generaciones de cinéfilos, críticos e investigadores han acompañado sus debates, polémicas y estudios con los artículos de Cahiers; en numerosas ocasiones el centro de la polémica era alguno de los textos de la revista, pues muchas de esas generaciones leían la revista, en ocasiones para estar en contra. En España, por ejemplo, algunas de las revistas de cine en que se formaron buena parte de los críticos en activo (e incluso cineastas) tuvieron como uno de sus modelos si no a Cahiers, sí al menos a los textos de sus redactores y colaboradores: Film Ideal, Contracampo o Casablanca. Para bien o para mal, el canon a partir del cual se forma a los numerosos estudiantes de cine o de comunicación audiovisual tiene su origen, al menos en buena parte, en lo que se podría denominar «gusto Cahiers». Y aunque en nuestros días ninguno (o pocos) de esos estudiantes discuta la «autoría» de Hitchcock, Welles o Fritz Lang, probablemente desconozca que hace cincuenta años calificar a esos directores de «artistas» fuese todo un escándalo.
Las cinefilias surgidas a partir de los años ochenta, las de la televisión, el pop-rock, el vídeo y el ordenador, han construido otros marcos de referencia, sus «autores» lo son por otros motivos. El cine, y su industria, también ha cambiado, y las revistas especializadas se asemejan cada vez más a la prensa del corazón o, por el contrario, se refugian en una cinefilia trasnochada empeñada en ver el cine como lo que fue en lugar de lo que es. Y lo que es, a mi juicio, más importante: el mercado y la actualidad han acabado por imponerse al gusto. Las revistas especializadas no optan por determinados filmes o cineastas, informan. De ese modo, el cine aparece, desde la plataforma de esas revistas, como un objeto sin fisuras; las únicas diferencias o particularidades vendrían establecidas por el