Annotation
En forma cronológica presenta el autor información no conocida sobre las actividades terroristas y en el narcotráfico del gobierno de Fidel Castro. Revela también informaciones sobre el juicio de la Causa #1 de 1989, sobre el general Arnaldo Ochoa y los hermanos De la Guardia, sobre la guerra en Angola y otros escenarios fuera y dentro de Cuba en los que participara directamente o tuviera información por sus amigos del MININT y el MINFAR, que participaron en ellos. Un libro inquietante y revelador que muestra importantes interioridades de la cúpula gobernante de Cuba. Prólogo de Ernesto F. Betancourt.
Narcotráfico y tareas revolucionarias
El concepto cubano
Norberto Fuentes
Prólogo de Ernesto F. Betancourt
Primera edición, 2002
EDICIONES UNIVERSAL
I.S.B.N.: 0-89729-987-6
Corrección: Sara Calvo
Diseño de la cubierta: Aldo Menéndez
Cover illustrations copyright © 2002 by Aldo Menéndez
Preparación final diseño cubiertas: Luis García Fresquet
El autor deja constancia de su gratitud a Ernesto F. Betancourt por su determinación con este trabajo, por los comentarios —más que inquisitivos, inquisitoriales— y por los aportes.
El Canal de las Bahamas, por su proximidad a las costas de Estados Unidos, se ha convertido en zona preferida de los narcotraficantes para hacer llegar sus cargamentos de drogas a las costas de ese país. Los aviones dejan caer sus cargas sobre las aguas en las proximidades de esa ruta, donde son recogidas por lanchas rápidas de tres potentes motores que se desplazan a casi 100 kilómetros por hora. Operaciones similares se realizan entre embarcaciones de mediano porte y las lanchas rápidas. Las mismas se escapan casi todas... Por ello en los últimos tiempos han cobrado auge las actividades del narcotráfico internacional en las aguas de esa área... Cuba tiene más de 1,200 kilómetros de largo, ubicada entre el canal de Yucatán y el estrecho mar que la separa de Haití. Este país es el único punto donde se pueden controlar realmente las aguas internacionales y sus propias aguas al sur de las extendidas islas de las Bahamas que, por su proximidad a las costas de Estados Unidos, se prestan... a la actividad de los narcotraficantes.
FIDEL CASTRO EXPLICANDO
JULIO 26, 1999
PRÓLOGO
Cuando recibo de un amigo, cuyo nombre debo mantener en el anonimato por razones de seguridad, las notas cronológicas que sirven de base a este libro para comentarlas, mi primera reacción fue de escepticismo. Había terminado de leer el libro del autor, Dulces Guerreros Cubanos, y pensé que este material, que inicialmente estuvo anexo a dicho libro, también tenía un alto contenido erótico. Para mi sorpresa, el material que había enviado el autor contenía una cronología altamente valiosa sobre una serie de hechos que mostraban los amplios vínculos del régimen de Castro con el narcotráfico y con actividades subversivas hasta ahora inéditas.
Abandonando mi escepticismo inicial, consideré aconsejable su publicación no tan sólo en español sino también en inglés y en tal sentido inicié una serie de gestiones aquí, en Washington, y en Miami. Luego llegué a un acuerdo con el autor para reordenar y ampliar el texto, poniendo el foco en los motivos de Fidel para ejecutar a Ochoa y sus colegas, que era encubrir su papel en el narcotráfico. El resultado de esa colaboración es esta publicación.
Por tanto, este prólogo se escribe, de acuerdo con el autor, como complemento a la información cronológica provista en las notas. En sus notas cronológicas, que ofrecen un crescendo informativo y una trama que desemboca en el juicio de la Causa #1 de 1989, Norberto Fuentes pone a disposición del lector su narrativa sobre una serie de acontecimientos a los que tuvo acceso por vía de sus vínculos personales con los hermanos De la Guardia, en base a conversaciones en Cuba y Angola y cartas recibidas de Patricio cuando ya estaba preso, y con el general Arnaldo Ochoa, tanto en Cuba como en Angola, así como su participación personal en muchos de esos eventos. Otros incidentes los conoce por relatos que le han hecho amigos del MININT y el MINFAR, que participaron en ellos.
El lector se beneficia también de lo que sabe alguien que era un «insider» dentro del gobierno, con acceso directo por mucho tiempo a los dos hermanos Castro, a Carlos Aldana Escalante (Secretario Ideológico del PCC), a Alcibíades Hidalgo Basulto (Jefe de Despacho de Raúl Castro en el PCC) y vecino suyo en el edificio de apartamentos de los generales —, al general de División Raúl Menéndez Tomassevich (Jefe de la Asociación de Combatientes), que estuvo destacado en Angola, al general de División Pascual Martínez Gil (viceministro primero del Ministerio del Interior) y al coronel Filiberto «Felo» Castiñeiras (Jefe de Despacho de Pascual Martínez Gil).
Una de las tareas centrales de mi labor fue precisamente indagar con el autor sobre la fuente de estas revelaciones. Las notas, hechas para su uso personal, en muchos casos daban por descontada la fuente y eran parcas en detalles, pero para publicarlo era necesario ser preciso en las fuentes y ampliar los detalles. El autor tuvo una actitud altamente cooperativa y cordial ante este, a veces irritante, proceso indagatorio. Algunas fuentes se pueden revelar sin mayores problemas, pero en otras, la seguridad de las personas involucradas no lo permite.
En este prólogo, vamos a comentar sobre el impacto de estas revelaciones en las hipótesis que se pueden considerar en cuanto a las relaciones del régimen castrista con el narcotráfico, sobre la amplitud y diversidad de las tareas revolucionarias realizadas por los servicios de inteligencia cubanos al servicio de la ambición de Castro por jugar un papel en la historia mundial y, finalmente, sobre el fallo de la prensa internacional en cubrir los acontecimientos dentro de Cuba.
Además, vamos a explicar cómo el autor se vio involucrado en estos acontecimientos, por qué Fidel Castro no quería que el mundo supiera lo que aquí se narTa, y las circunstancias afortunadas y excepcionales que le permitieron a Norberto Fuentes escapar y escribir libremente. De más está decir que otros lectores pueden llegar a conclusiones distintas a las expresadas en este prólogo. Los invitamos a que así lo hagan.
El proceso Ochoa y los vínculos de Castro con el narcotráfico
En junio de 1989, cuando se supo que se había arrestado al general Arnaldo Ochoa, junto con otros altos oficiales del MINFAR y el MININT, la primera reacción fue de que, en alguna forma, este hecho estaba vinculado al Glásnost y la Perestroika. El jefe de Estado soviético, Mihail Gorbachev, recién había visitado Cuba y se sabía que el general Ochoa tenía fuertes vínculos profesionales con los generales soviéticos, no tan sólo a resultas de sus estudios en academias militares en la URSS, sino a nivel operativo en las campañas de Etiopía y Angola.
El propio discurso patético de Raúl Castro el 14 de junio de 1989, anunciando el arresto del general Ochoa ante un auditorio desconcertado de altos oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, alimentaba esa hipótesis. En esa oportunidad, Raúl Castro no dio indicio alguno de que la cuestión del narcotráfico estaba envuelta. Es más, la ceremonia había sido convocada inicialmente para festejar un aniversario de la creación del Ejército de Occidente. Como ya se conocía que el general Ochoa había sido designado para hacerse cargo del Ejército de Occidente, el más importante por incluir la capital de la República y tener el mejor armamento en cantidad y calidad, su ausencia no pasaría inadvertida y había que explicarla. De ahí que Raúl eche a un lado el discurso que tenía preparado y se embarque en su desafortunada y desarticulada diatriba improvisada.