• Quejarse

William Ospina - Pa que se acabe la vaina

Aquí puedes leer online William Ospina - Pa que se acabe la vaina texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2013, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

William Ospina Pa que se acabe la vaina
  • Libro:
    Pa que se acabe la vaina
  • Autor:
  • Editor:
    ePubLibre
  • Genre:
  • Año:
    2013
  • Índice:
    3 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 60
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

Pa que se acabe la vaina: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Pa que se acabe la vaina" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Cada colombiano tiene que decir la verdad. Y sólo cuando toda verdad pueda ser dicha, cuando dejemos de estar encerrados en la verdad ajena, aprenderemos otra vez a polemizar sin matarnos, y le habremos dado su sentido al grito musical de Emiliano Zuleta que recorre a Colombia hace setenta años y que da su nombre a este libro. Algo está cambiando en Colombia. Después de siglos de repeticiones donde una cultura, un pueblo y un territorio fueron persistentemente borrados y ninguneados por poderes arrogantes, una realidad enorme está emergiendo, un pueblo desconocido está descubriendo su propia existencia, un territorio está brotando luz. Tarde o temprano lo que era guerra aprenderá a ser diálogo, lo que era violencia aprenderá a ser exigencia y reclamo, lo que era silencio podrá convertirse en relato.

William Ospina: otros libros del autor


¿Quién escribió Pa que se acabe la vaina? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Pa que se acabe la vaina — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Pa que se acabe la vaina " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
WILLIAM OSPINA Padua Tolima 1954 Estudió Derecho en la Universidad de - photo 1
WILLIAM OSPINA Padua Tolima 1954 Estudió Derecho en la Universidad de - photo 2

WILLIAM OSPINA Padua Tolima 1954 Estudió Derecho en la Universidad de - photo 3

WILLIAM OSPINA (Padua, Tolima, 1954). Estudió Derecho en la Universidad de Santiago de Cali y Literatura Francesa en la Universidad de Nanterre (Francia). Es miembro fundador de la revista Número. Ganó el Premio Nacional de Poesía Colcultura en 1992 con El país del viento.

Algunos de sus libros de poemas son: Hilo de arena (1986), La Luna del Dragón (1992), y ¿Con quién habla Virginia caminando hacia el agua? (1995). Dentro de sus libros de ensayo más reconocidos están: Es tarde para el hombre (1994), Esos extraños prófugos de Occidente (1994), Los dones y los méritos (1995) y Un álgebra embrujada (1995). En 2005 publicó Ursúa, su primera novela, El país de la canela (2008), En busca de Bolívar (2010), La serpiente sin ojos (2012), La lámpara maravillosa (2012), Pa que se acabe la vaina (2013), El dibujo secreto de América Latina (2014), El año del verano que nunca llegó (2015).

Título original Pa que se acabe la vaina William Ospina 2013 Editor digital - photo 4

Título original: Pa que se acabe la vaina

William Ospina, 2013

Editor digital: oronet

ePub base r1.2

Pa que se acabe la vaina Desde hace medio siglo Colombia vive uno de los - photo 5


Pa que se acabe la vaina

Desde hace medio siglo, Colombia vive uno de los conflictos políticos más dramáticos del hemisferio occidental, con cientos de miles de muertos, millones de víctimas y de refugiados internos, millones de migrantes a otros países, y un creciente deterioro del orden institucional que se puede medir por la crisis de la justicia, los niveles escandalosos de corrupción, el número de congresistas y gobernantes que pasan directamente del poder a la celda, los índices de pobreza y de miseria, la inseguridad, la delincuencia, el atraso de la infraestructura y la incapacidad de convertir la indudable riqueza del territorio en algo que beneficie a las mayorías y garantice la prosperidad general.

Lo más alarmante de este fenómeno es lo imperceptible que resulta para el mundo. Colombia es un país que tiene la misma población de Argentina y de España, dos veces el territorio de Francia, y una situación geográfica extraordinaria: con extensos litorales sobre el mar Caribe y el océano Pacífico, con el punto en que se unen las dos mitades del continente, con la región más poblada de la cordillera de los Andes, y con la mitad de su territorio en las praderas fluviales del Orinoco y del Amazonas.

La primera pregunta que uno tiene que hacerse es por qué un conflicto complejo y persistente, en un territorio tan importante para el planeta, con todos los recursos naturales, una asombrosa biodiversidad y las mayores fuentes de agua y de oxígeno, puede resultar tan invisible y tan incomprensible para el mundo.

A lo largo del siglo XX, un mundo que lo sabía todo de Cuba y de Santo Domingo, de Haití y de Jamaica, de Panamá y de las islas Malvinas, no parecía saber nada de Colombia, y tuvo que llegar la novela Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, para que en las últimas tres décadas del siglo la gente supiera dónde ubicar este país inquietante y paradójico en el mapa físico y en el mapa espiritual del planeta.

Pero la verdad es que ni siquiera la novela de García Márquez habría logrado visibilizar plenamente al país, y tuvo que ocurrir la novela negra del narcotráfico para que otro costado de esta realidad irrumpiera en el escenario mundial, mostrando, de un modo muy distinto al lenguaje deslumbrante del novelista, los extremos contrastes y la dramática exuberancia de la sociedad colombiana, permitiendo que algunos se pregunten por fin qué es lo que pasa en este punto ciego del continente, qué es lo que ha permitido que la tragedia de cincuenta millones de personas no conmueva como se debe ni a la prensa ni a la opinión pública mundial.

Una de las herencias más crueles del colonialismo consiste en que los países sometidos son obligados a borrar sus diferencias con las metrópolis y a veces tardan siglos en dejar asomar sus rasgos verdaderos. Y la verdad es que las naciones de América Latina sólo se han hecho visibles para el mundo cuando fueron capaces de mostrar su verdadero rostro, su compleja originalidad.

Las potencias europeas pretendieron hacer de México un imperio gobernado por la casa de Habsburgo-Lorena , y eso obligó a la sociedad mexicana a mostrar en el rostro indígena de Benito Juárez la singularidad de todo un pueblo, su firmeza, así como la decisión inexorable de no permitir que su arcilla americana siguiera siendo moldeada por las manos de Europa. Ello a su vez permitió que México ahondara su conciencia de sí con la turbulenta revolución campesina e indígena de comienzos del siglo XX, e incorporara al pueblo a su leyenda nacional en la imagen de los líderes populares Pancho Villa y Emiliano Zapata.

El rostro de Argentina lo dibujaron a la vez esa pampa infinita que durante décadas proveyó de alimentos al mundo, las leyendas de Sarmiento y del gaucho, y la progresión de inmigrantes que hicieron de Argentina no sólo un país europeo sino por momentos el único país rico de Europa, y que le permitieron a Jorge Luis Borges convertirse en “el guardián de las bibliotecas planetarias” y situar el mítico Aleph del lenguaje en un sótano de Buenos Aires.

El colombiano es el territorio con menos vocación de unidad que pueda imaginarse. Basta avanzar tres horas en cualquier dirección para encontrarse en un clima distinto, rodeados por una vegetación diferente y con un paisaje de profundidades siempre cambiantes. La mayoría de la población habita en la región andina equinoccial, la de mayor diversidad biológica de la cordillera, y conviene recordar que, como bien dijo Borges deplorando tal vez el mundo llano del sur, “todas las llanuras son iguales pero no hay una montaña igual a otra”. Aunque en Latinoamérica es fácil encontrar llanuras tan considerablemente distintas como la pampa argentina y los llanos venezolanos, como el Valle del Cauca y los salares de Bolivia, no deja de ser verdad que el paisaje de las montañas andinas, tan pintoresco en el sentido romántico de que parece que exigiera ser pintado, va cambiando ante nuestros ojos con una rapidez extraordinaria.

En este territorio minuciosamente diverso, ciento veinte naciones indígenas habían logrado desarrollar sus culturas particulares en regiones bien distintas unas de otras: los desiertos de los wayú de La Guajira y las cumbres nevadas de los kogis de la Sierra de Santa Marta, las ciénagas de La Mojana en el país de los zenúes y las selvas lluviosas de los embera catíos del Chocó, las islas de los cunas y el cañón del río Cauca que poblaron los ebéjicos y los pantágoras, las planicies de tierra caliente de los gualíes y los ondamas del Magdalena Medio, las llanuras fluviales de los panches del sur del Tolima y las montañas frías de los nasas y de los guambíanos del Cauca, las sierras de esmeraldas de los muzos de Boyacá y el reino de oro de los muiscas de la sabana, el mundo de complejos mitos naturales de los u’was de la sierra del Cocuy, las praderas sin orillas de los sikwanis del Vichada y los bosques floridos de los kamsás del Putumayo, los valles selváticos de los andaquíes y sus páramos tutelares, donde nacen en cruz los grandes ríos, y la selva infinita de las comunidades amazónicas.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Pa que se acabe la vaina»

Mira libros similares a Pa que se acabe la vaina. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Pa que se acabe la vaina»

Discusión, reseñas del libro Pa que se acabe la vaina y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.