Gabriel Cardona - La guerra en Asia (1)
Aquí puedes leer online Gabriel Cardona - La guerra en Asia (1) texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:
Novela romántica
Ciencia ficción
Aventura
Detective
Ciencia
Historia
Hogar y familia
Prosa
Arte
Política
Ordenador
No ficción
Religión
Negocios
Niños
Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.
- Libro:La guerra en Asia (1)
- Autor:
- Genre:
- Índice:3 / 5
- Favoritos:Añadir a favoritos
- Tu marca:
- 60
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
La guerra en Asia (1): resumen, descripción y anotación
Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "La guerra en Asia (1)" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.
La guerra en Asia (1) — leer online gratis el libro completo
A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" La guerra en Asia (1) " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Título original: La guerra en Asia (1)
Gabriel Cardona & David Solar, 1985
Editor digital: Titivillus
ePub base r2.1
[1] Aquí se incluyen los acorazados y los cruceros de batalla, que en el caso de Japón eran seis y cuatro respectivamente. El acorazado Yamato, el más grande buque de línea de todos los tiempos, fue entregado a finales de 1941, unos días después de iniciada la guerra con los Estados Unidos, y no se contabiliza en esta tabla.
[2] Dos de ellos, Arizona y Oklahoma, fueron destruidos en el ataque a Pearl Harbor, tres fueron gravemente averiados: West Virginia, California y Nevada, que pudieron reincorporarse a la flota en 1944-45.
[3] Tres eran de ataque Lexington, Enterprise y Saratoga, y uno de escolta, ninguno de ellos se hallaba en Pearl Harbor el día del ataque.
[4] Seis eran de ataque, con capacidad entre 70 y 90 aparatos: Akagi, Kaga, Hiryu, Soryu, Zuikaku y Shokaku (los seis participaron en el ataque a Pearl Harbor); tres eran pequeños: Ryujo (48 aviones), Zuiho (30 aviones) y Hosho (21 aviones). Es curioso que este último fue el primero de los portaaviones construido por Japón, el más pequeño de los construidos en el mundo (7.500 toneladas, 25 nudos de velocidad) y fue uno de los pocos que no resultó destruido durante la guerra.
Entrega n.º 85 de la colección Cuadernos Historia 16: «La guerra en Asia», primera parte.
Gabriel Cardona & David Solar
Cuadernos Historia 16 - 085
ePub r1.0
Titivillus 06.06.2021
Por Gabriel Cardona
Profesor de Historia Contemporánea. Universidad de Barcelona
Por David Solar
Periodista
Japón no ha sufrido ninguna derrota militar desde que inició su proceso de modernización, y la tendencia a considerarse imbatible se generalizó al vencer a Rusia en 1905 y demostrar que la superioridad de los blancos era un mito.
El centro de las apetencias exteriores era China y, en especial, Manchuria. La industria de las islas podía beneficiarse de carbón, esquistos bituminosos y fundiciones en explotación, mientras el trigo y la soja le tentaban como país superpoblado.
En 1902, Japón firmó un tratado de cooperación con Inglaterra que contribuyó a organizar la Marina de guerra. En la guerra de 1914, la alianza le permitió tomar Tsingtao y Shantung, concesiones alemanas en China, y las colonias germanas de las islas Marshall, Carolinas y Marianas.
El tratado de Versalles confirmó las ocupaciones, pero las apetencias sobre China se frustraron en 1915 por la oposición norteamericana a las 21 demandas de Tokio. Recelosa Inglaterra, se negó en 1921 a renovar el tratado de 1902, y todas las potencias coloniales mantuvieron parecida actitud, que halló su contrapartida en la desconfianza de los japoneses hacia las potencias coloniales.
Cuando Japón se convirtió en una potencia moderna, formó su Ejército de nueva planta con ayuda de instructores prusianos. El cuerpo de oficiales era de origen campesino y tenía una ideología autoritaria, expansionista, aunque contraria a los capitalistas, a quienes consideraba rivales de su poder.
Desde la guerra chino-japonesa de 1895, el Ejército japonés apuntaba a China como salida natural y presionaba para ocuparía, coincidiendo en esto con los capitalistas del país, a pesar de sus enemistades políticas.
El sentimiento contra los blancos se exacerbó cuando los Estados Unidos excluyeron a los asiáticos de sus cupos de inmigrantes e Inglaterra construyó la base naval de Singapur, que era una medida cautelar ante el expansionismo japonés.
Los oficiales de la Marina de guerra achacaban a los políticos civiles haber aceptado el tratado de limitación naval de Washington de 1921, con un índice 3 para la flota nipona, mientras los ingleses y americanos se concedían un 5.
Militares y marinos constituían un verdadero partido político que presionaba para hacerse con más poder y explotar todas las oportunidades demagógicamente, pues, mientras clamaba contra el tratado de Washington, incumplía sus resoluciones referidas al tonelaje y artillería de los buques. La crisis del 29 sirvió también de pretexto a los oficiales para atacar nuevamente a los políticos y presentar la conquista de China como única solución a los problemas económicos.
El 18 de abril de 1942, una escuadra norteamericana se encontraba a 650 millas de Japón cuando fue avistada por un barco patrulla japonés. Su misión era la primera iniciativa que tomaba el mando americano en el Pacifico y se confiaba tanto en ella que se ordenó que el director cinematográfico John Ford, militarizado entonces, acudiera con su equipo a rodar el reportaje.
El objetivo del almirante King, jefe de la Marina norteamericana, era alentar la moral de sus tropas tras el bombardeo de Pearl Harbor y retrasar el avance japonés bombardeando Japón. Como cualquier base norteamericana superviviente a la invasión japonesa estaba demasiado alejada para que los aviones llegaran desde ella, se decidió atacar desde portaaviones.
La misión se confió a las fortalezas volantes B-25 , de la fuerza aérea, capaces de volar hasta Tokio y aterrizar después en aeródromos chinos.
Los 16 aparatos responsables del bombardeo fueron cargados en el portaaviones Hornet, al que dieron escolta el portaaviones Enterprise y varios cruceros. Cuando los descubrió el barco japonés, se decidió el despegue para evitar que las defensas antiaéreas de Tokio estuvieran prevenidas.
Cada avión iba cargado con cuatro bombas de 250 kilos que los 13 primeros aparatos debían descargar sobre la capital y, como testimonio, los otros tres sobre Nagoya, Osaka y Kobe.
Cuando llegaron a Tokio, la alarma tardó quince minutos en sonar, y los aviones bombardearon sin problemas, dirigiéndose luego al aeródromo chino Chuchow. Pero tuvieron que hacer aterrizajes forzosos o lanzarse en paracaídas, porque las instalaciones de tierra no estaban preparadas y algunos aviones carecían de combustible suficiente.
El bombardeo sólo tuvo efectos psicológicos, pero el general Tojo ordenó operaciones de castigo En China se abandonaron todas las cuestiones pendientes. Los japoneses se concentraron para conquistar las bases aéreas de la zona de Chikiang y, como se creyó que el ataque había partido de Midway, se decidió llevar adelante su conquista.
Baza importante de los aliados fueron los servicios de inteligencia norteamericanos, que ya desde el principio de la guerra conseguían descifrar los mensajes secretos japoneses. Gracias a ello averiguaron que Yamamoto planeaba un ataque contra Port Moresby, y una flota (contralmirante Fletcher) con los portaaviones Lexington y Yorktown se encaminó al mar del Coral.
El primer contacto se produjo el 4 de mayo, cuando los aviones del Yorktown atacaron a un convoy japonés en Tulagai. Los portaaviones japoneses Zuikaku y Shokaku (almirante Takagi) evolucionaron para situarse a la espalda de los americanos y cortarles la retirada.
Ambos grupos se buscaron en zigzag, sin entrar en contacto, hasta que el día 7 los americanos descubrieron al portaaviones ligero Shoho, lo atacaron y lo hundieron en diez minutos, lo que hizo desistir a los japoneses de sus planes de invasión
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Libros similares «La guerra en Asia (1)»
Mira libros similares a La guerra en Asia (1). Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.
Discusión, reseñas del libro La guerra en Asia (1) y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.