Índice
Sheila Fitzpatrick
LA VIDA COTIDIANA DURANTE EL ESTALINISMO
Cómo vivía y sobrevivía la gente común en la Rusia soviética
Traducción de
Ana Bello
Fitzpatrick, Sheila
La vida cotidiana durante el estalinismo / Sheila Fitzpatrick.- 1ª ed.- Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2019.
Libro digital, EPUB.- (Hacer Historia)
Archivo Digital: descarga
Traducción de Ana Bello // ISBN 978-987-629-972-5
1. Historia política. 2. Totalitarismo. 3. Vida cotidiana. I Bello, Ana, trad.
CDD 940
Título original: Everyday Stalinism. Ordinary Life in Extraordinary Times. Soviet Russia in the 1930s
© 1999, Oxford University Press
© 2019, Siglo Veintiuno Editores Argentina S.A.
Maqueta de colección: Tholön Kunst
Diseño de cubierta: Pablo Font
Digitalización: Departamento de Producción Editorial de Siglo XXI Editores Argentina
Primera edición en formato digital: septiembre de 2019
Hecho el depósito que marca la ley 11.723
ISBN edición digital (ePub): 978-987-629-972-5
A mis alumnos
Agradecimientos
La preparación de este libro llevó mucho tiempo, casi veinte años si nos remontamos a su versión inicial; diez años en la forma que tiene hoy. Durante ese período, contraje deudas intelectuales con tantas personas que no puedo nombrar a todas. Aquellos a quienes agradezco aquí hicieron contribuciones directas en las etapas finales del proyecto.
Jörg Baberowski, Dietrich Beyrau, Terry Martin y Yuri Slezkine tuvieron la amabilidad de leer el manuscrito completo y hacer comentarios detallados que fueron de gran ayuda. Con Yuri tengo una deuda adicional, ya que respondió todos mis correos electrónicos sobre usos de la lengua rusa y algunos aspectos idiosincráticos de la cultura soviética. J. Arch Getty desempeñó generosamente un papel similar en la esfera de los asuntos de política y policía. James Andrews, Stephen Bittner, Jonathan Bone y Joshua Sanborn colaboraron conmigo como asistentes de investigación en varias ocasiones. Michael Danos leyó el manuscrito completo en todas las versiones e hizo sugerencias editoriales útiles, además de ayudarme a dar forma a mis ideas sobre el tema. También debo agradecer a dos excelentes editores de Oxford University Press: Nancy Lane, una vieja amiga, sin cuya incansable insistencia y persuasión de muchos años el libro quizá jamás se habría escrito, y Thomas LeBien, cuyo apoyo y buenos consejos facilitaron las etapas finales del proyecto.
Es un placer especial reconocer mi deuda con una notable legión de estudiantes de la Universidad de Chicago que escribieron o están escribiendo sus tesis de doctorado sobre ciertos aspectos de la década de 1930: Golfo Alexopoulos, Jonathan Bone, Michael David, James Harris, Julie Hessler, Matthew Lenoe, Terry Martin, John McCannon, Matthew Payne y Kiril Tomoff. He aprendido mucho de su trabajo y de colaborar con ellos; y en reconocimiento a ese intercambio excepcionalmente estimulante y feliz dedico este libro a mis alumnos de ayer y de hoy. También fue beneficioso trabajar con otros miembros actuales y anteriores del Taller de Estudios Rusos de Chicago, en particular con Stephen Bittner, Christopher Burton, Julie Gilmour, Nicholas Glossop, Charles Hachten, Steven Harris, Jane Ormrod, Emily Pyle, Steven Richmond y Joshua Sanborn, así como con mis muy queridos colegas Richard Hellie y Ronald Suny.
Otros jóvenes académicos cuyo estudio reciente sobre la década de 1930 me ha sido particularmente útil son Sarah Davies, Jochen Hellbeck, Oleg Khlevniuk, Stephen Kotkin y Vadim Volkov.
Agradezco a la Fundación John Simon Guggenheim, la Fundación John D. y Catherine T. MacArthur, el IREX, el Consejo Nacional para la Investigación Soviética (actualmente, de Eurasia) y de Europa Oriental, y a la Universidad de Texas, en Austin, por su apoyo en diversas etapas del proyecto. Con idéntica gratitud sincera, agradezco a la Universidad de Chicago por haberme ofrecido el mejor de todos los ambientes posibles para esta investigación.
Nota preliminar
Como este es un libro de historia social, no veo motivos para atosigar al lector con una sobreabundancia de nombres, siglas y condensaciones de nombres de instituciones, que a lo largo del texto resultarían indescifrables. Cuando resulta necesario, se aportan aclaraciones acerca de la procedencia institucional en nota al final. Por lo demás, me refiero a “ministerios” y “ministros” en vez de emplear “comisariados del pueblo” o “comisarios del pueblo”, que son estrictamente correctos para el período tratado. En ese mismo sentido, el texto suele nombrar como “provincia” o “región” los términos óblast’ y krai, así como “distrito” equivale a raion.
Introducción
Este libro trata sobre la vida cotidiana de las personas comunes y corrientes, de “la gente pequeña” en contraposición a la grande. Sin embargo, lo que vivió esta gente común y corriente no fue, para ellos ni probablemente para nosotros, una vida normal. Para quienes viven en épocas extraordinarias, la vida normal se convierte en un lujo. La turbulencia y las dificultades de la década de 1930 perturbaron la normalidad al punto de convertirla en algo por lo que los ciudadanos soviéticos tenían que luchar, casi siempre de manera infructuosa. Este libro explora la interacción entre lo cotidiano y lo extraordinario en la Rusia de Stalin. Describe cómo los ciudadanos soviéticos trataban de llevar vidas ordinarias en las circunstancias extraordinarias del estalinismo y presenta una descripción de una especie social emergente, el Homo Sovieticus, cuyo hábitat nativo era el estalinismo.
Existen muchas teorías sobre cómo escribir la historia de la vida cotidiana. Algunos entienden que ese “cotidiana” refiere sobre todo a la esfera de la vida privada, que abarca cuestiones como la familia, el hogar, la crianza de los hijos, el ocio, la amistad y la sociabilidad. Otros se centran en la vida laboral y en los comportamientos y actitudes que se generan en el lugar de trabajo. Los estudiosos de la vida cotidiana bajo regímenes totalitarios a menudo se focalizan en la resistencia activa o pasiva al régimen, mientras que una serie de estudios de la vida campesina se ocupa de la “resistencia cotidiana”, es decir, de las formas pedestres y aparentemente comunes en que las personas en situación de dependencia expresan resentimiento contra sus amos. Sin embargo, el libro no se escribió para demostrar ninguna teoría general de la vida cotidiana. Su tema central es la cotidianidad extraordinaria.
Era una época extraordinaria a causa de la Revolución de 1917 y los disturbios, no menos tajantes, desorientadores y conmocionantes, que acompañaron el desplazamiento del régimen hacia la industrialización rápida y la colectivización de la agricultura a fines de la década de 1920. Eran tiempos de desarticulación social masiva, cuando millones de personas cambiaban de ocupación y lugar de residencia. Las viejas jerarquías fueron derribadas, y los viejos valores y hábitos, desacreditados. Los nuevos valores, incluida la condena de la religión como “superstición”, resultaban desconcertantes e inaceptables para la mayoría de la generación mayor, aunque los jóvenes a menudo los acogían con fervor. Se dictaminó que esa debía ser una época heroica de lucha para destruir el viejo mundo y crear un nuevo mundo y un nuevo hombre. El régimen, comprometido con la transformación social, cultural y económica, introdujo cambios radicales sin importar el costo humano, y despreció a quienes querían descansar de la lucha revolucionaria. Los castigos salvajes, peores que todos los otros experimentados bajo el antiguo régimen, se infligían a los “enemigos” y a veces, de manera arbitraria, a la población. Muchísimas personas se vieron estigmatizadas como “elementos ajenos a los valores soviéticos”.
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