• Quejarse

Sidereo - Torbellino de Horror

Aquí puedes leer online Sidereo - Torbellino de Horror texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Editor: Bruguera, Género: Niños. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Sidereo Torbellino de Horror
  • Libro:
    Torbellino de Horror
  • Autor:
  • Editor:
    Bruguera
  • Genre:
  • Índice:
    3 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 60
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

Torbellino de Horror: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Torbellino de Horror" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Sidereo: otros libros del autor


¿Quién escribió Torbellino de Horror? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Torbellino de Horror — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Torbellino de Horror " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
ULTIMAS OBRAS PUBLICADAS EN ESTA COLECCIÓN El canje Ralph Barb y - photo 1
ULTIMAS OBRAS PUBLICADAS
EN ESTA COLECCIÓN – El canje , Ralph Barb y . – Fronteras del terror , Peter Derby . – Un enviado a la Tierra , Marcus Sidereo . – Cronoclismo , Glenn Parrish . – Un minuto en la cuarta dimensión , Ralph Barby . A. A.

BARCELONA – BOGOTÁ – BUENOS AIRES – CARACAS – MÉXICO

ISBN 84-02-02525-0 Depósito legal: B. . - 19 Impreso en España - Printed in Spain . 1ª edición: diciembre , 19 © Marcus Sidereo - Sobre la parte literaria © Triay - 19 Sobre la cubierta Concedidos derechos exclusivos a favor de EDITORIAL BRUGUERA, S. A. Mora la Nueva, 2.

Barcelona (España) Todos los personajes y entidades pri vadas que aparecen en esta novela, así como las situaciones de la misma, son fruto exclusivamente de la imaginación del a utor, por lo que cualquier seme janza con personajes, entidad es o he chos pasados o actuales, será simple coincidencia. Impreso en los Talleres Gráficos de Editorial Bruguera, S. A. Parets del Vallès (N-152, Km 21,650) Barcelona – 19

CAPITULO PRIMERO
Sus manos brillaban de un modo extraño. Su cuerpo comenzó a moverse lentamente. «¿Dónde estoy?», fue la primera pregunta que se formuló in mente.

Estaba vivo. Podía sentir y pensar. ¿Pero qué sentía? Nada. Estaba tendido con la espalda contra el suelo. En lo alto brillaban lucecitas. Asteroides, constelaciones, rodeadas de azul oscuro, muy oscuro.

Todo era noche. Sin embargo... Miró sus manos fosforescentes. ¿De dónde procedía la luz? Palpó de nuevo el suelo. Notó algo viscoso, difícil de definir con el simple tacto. Lentamente se incorporó con alguna dificultad.

Estaba como adormecido, con la sensación de haber recibido un golpe o... algo que le había sumido en la inconsciencia. Intentó recordar. Nada. Sus pensamientos pretéritos le conducían a la nada. ¿Había sido todo un sueño? Recordó unas palabras: «Hay dos clases de vida.» ¿Dos clases de vida? Forzó su intelecto. «Hay la vida que todos aceptamos como real, como auténtica, pero está también la vida de los sueños.» ¡La vida de los sueños! ¿Estaría soñando? ¿Cuál de las dos es realmente auténtica? «El alma puede elevarse..., ir más allá de la percepción normal de los sentidos.» ¿Dónde había oído aquello? Se sentó sobre aquella extraña superficie y sus manos posando en el suelo sintieron de nuevo aquel contacto viscoso, extraño. Las miró. Nada. Nada.

Parecían limpias, pero fosforescentes. — ¿Dónde estoy? —murmuró y aquella vez pudo oír su propia voz. Miró en derredor, puesto ya en pie. Se imaginó un desierto... Algo inhóspito, extraño. Pero... ¿Acaso procedía de algún sitio? Era como un recién nacido. ¿Se puede recordar el momento en que se viene al mundo? ¿Puede un adulto memorizar sus recuerdos desde el instante en que es expulsado del seno materno? ¿Era aquello el nacimiento? No... ¿Se puede recordar el momento en que se viene al mundo? ¿Puede un adulto memorizar sus recuerdos desde el instante en que es expulsado del seno materno? ¿Era aquello el nacimiento? No...

El había nacido muchos años antes. ¿Cuántos? No podía recordarlo. Nada de su pasado se hallaba al alcance de sus pensamientos. ¿Y su nombre? —¿Cómo me llamo? —¿Tengo amigos? —¿Acaso me he perdido en una de las excursiones exploratorias? ¿Exploratorias? ¿Era acaso un explorador? De nuevo su subconsciente permaneció en blanco, sin poderle dar respuesta a sus preguntas. Su mirada paseó por el ancho campo extraño, llano, oscuro. ¿Qué era aquello? ¿Dónde había recuperado la vida? ¿La había recuperado? Comenzó a caminar. ¿Qué era aquello? ¿Dónde había recuperado la vida? ¿La había recuperado? Comenzó a caminar.

No tomó ningún rumbo determinado porque ignoraba dónde se hallaba. No existían caminos. Todo era llano, indefinido. De pronto pensó en los sueños. ¿Sueños? ¿Se llamaban realmente sueños? Cuando cerraba los ojos vivía otra vida... ¿Cuál era la vida real? ¿Cuándo empezaba realmente a vivir? Cuando tenía los ojos cerrados o cuando los tenía abiertos. ¿Cuál era la vida real? ¿Cuándo empezaba realmente a vivir? Cuando tenía los ojos cerrados o cuando los tenía abiertos.

Buscó sus ojos. Estaban abiertos; luego no dormía, no estaba soñando. De repente pensó que hasta para sí mismo era un ser desconocido, ¡Un ser desconocido!

CAPITULO II
Tenía la sensación de haber estado dando vueltas y más vueltas en un círculo. Todo en derredor suyo seguía oscuro, llano, sin el menor detalle con que poder orientarse. Y así, aquel ser, desconocido para sí mismo, cayó extenuado. No pudo oír el leve zumbido que procedía de algún lugar y que se aproximaba a él.

El zumbido procedía de dos motores «Unipersonales». Cada uno de aquellos dos motores que producían el ruido iba acoplado a la espalda de un hombre. Eran dos los hombres que se aproximaban por los aires. La turbohélice les mantenía en el aire a velocidad regular. A través de sus viseras amplificadoras dotadas de rayos, podían ver a través de la oscuridad. —Allí —dijo simplemente. —Allí —dijo simplemente.

Los dos dirigieron su vuelo hacia donde yacía el caído. Se posaron en el suelo y cerraron el contacto de sus respectivos motores. — ¿Es él? —preguntó el otro. —Seguro. Su descripción coincide. —Bien.

Utilizaremos el motor de control a distancia. —Sí. Uno de ellos, portador de una especie de maletín, sacó de su interior un motor parecido al que llevaban él y su compañero. Mientras uno le mantenía en pie, el otro le pasaba las correas por debajo de las axilas, a fin de que el motor quedara en posición de funcionamiento, como una mochila, a su espalda. —Listo —dijo. —Vámonos, pues.

El que le había pasado el motor pulsó una palanca que puso en movimiento una aguja oscilante. —Fijado el rumbo. —De acuerdo. Se elevaron. El portador del control remoto pulsó el botón de un reloj y cuando la aguja coincidió con el punto fijado en el mismo sitio que la del motor del hombre inconsciente, éste se elevó por los aires impulsado por el turborreactor. Inconsciente voló a merced de quien le conducía.

Era como un muerto flotando en el espacio. * — ¿Doctor K? —preguntó la voz femenina. El abrió los ojos. Miró en derredor. Aquello le pareció lo más semejante a un hospital. — ¿Doctor K? —volvió a repetir la mujer. — ¿Doctor K? —volvió a repetir la mujer.

Era joven, bien parecida. Vestía un traje que parecía confeccionado con caucho, completamente ajustado a su cuerpo, remarcando sus bien proporcionadas formas. — ¿Doctor K? —inquirió él, mirando fijamente a la joven. — ¿No es éste su nombre? —No... No puedo acordarme —murmuró él. —Karban —repuso ella—.

Este debe ser su nombre completo. Tenemos su ficha. —Oiga yo... —Ha sufrido un fuerte shock. Es lógico que se halle un poco desorientado. Ya se recuperará —replicó ella, mientras daba la vuelta con intención de alejarse.

Entonces se fijó más detalladamente en su figura. Era alta, perfectamente proporcionada, su voz sonaba dulce, pero en todo su aspecto había una rigidez absoluta, una frialdad total. — ¡Espere! —exclamó él. Ella se volvió. — ¿Desea algo? —preguntó ella. ¿Dónde estoy? —En el pabellón de recuperación, doctor. —Pero... ¿En dónde? —¿En dónde? —preguntó ella como si quisiera denotar sorpresa, aunque su voz dulce siguió sonando de un modo impersonal. —Sí. ¿Dónde estoy? ¿Qué es esto? —El pabellón de recuperación, doctor. —Sí, sí... —Sí, sí...

Pero, ¿en qué lugar? — ¡Ah! ¿No recuerda el lugar? —No. No recuerdo absolutamente nada. ¿Quién me trajo aquí? —Nadie, doctor, vino por sí mismo. Y ella volvió a dar la vuelta para dirigirse hacia la puerta, que empezó a abrirse automáticamente. —Espere, espere —iba a incorporarse y apartar la sábana con la que estaba cubierto. —No debe moverse todavía. —No debe moverse todavía.

Está usted muy débil. Ya volveré. La puerta terminó de abrirse para dar paso a la mujer. Seguidamente se cerró. El hombre se levantó inmediatamente. La habitación aparte de la cama no contenía ningún otro objeto, ni muebles donde sentarse, ni me-sitas ni armarios, nada.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Torbellino de Horror»

Mira libros similares a Torbellino de Horror. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Torbellino de Horror»

Discusión, reseñas del libro Torbellino de Horror y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.