Con frecuencia encontramos a seres humanos que dejan de lado sus intereses personales, su salud, sus oportunidades de tener hijos, y dedican sus vidas enteras a fomentar los intereses de una "idea". Nuestra capacidad para dedicar nuestras vidas a algo que consideramos más importante que nuestro propio bienestar personal es una de las cosas que nos diferencian del resto de los animales. Ya que, si bien tenemos incorporado el deseo de reproducirnos y de hacer casi cualquier cosa que sea necesaria para conseguirlo, también tenemos credos y la capacidad de trascender nuestros imperativos genéticos. Si bien esto nos hace diferentes, en sí mismo no es más que un hecho biológico, visible para la ciencia natural, y que requiere de una explicación desde la ciencia natural. ¿Cómo fue posible que los individuos de una sola especie, el Homo sapiens, llegaran a poseer tan extraordinaria perspectiva sobre sus propias vidas? ¿Cuáles son los ancestros de las ideas domesticadas que proliferan hoy? ¿Dónde se originaron y por qué?
"Las grandes ideas de la religión —sostiene Daniel Dennett en esta obra— han mantenido a los seres humanos cautivados durante miles de años. Si queremos entender la naturaleza de la religión hoy como un fenómeno natural, debemos atender no sólo a lo que ella es actualmente, sino a lo que solía ser." Al analizar la religión como un fenómeno natural, resultado de los imperativos de la evolución, el autor provee una nueva perspectiva desde la cual considerar qué es hoy la religión y por qué significa tanto para tantas personas. "Entonces —señala Dennett— lograremos ver mejor hacia dónde podría estar dirigiéndose la religión en un futuro cercano, nuestro futuro en este planeta. No puedo pensar en investigar ningún tema más importante que éste."
Daniel C. Dennett
Rompiendo el hechizo
La religión como fenómeno natural
ePub r1.0
Darthdahar27.08.13
Título original: Breaking the spell: Religion as a natural phenomenon
Daniel C. Dennett, 2007
Traducción: Felipe de Brigard
Retoque de portada: Darthdahar
Editor digital: Darthdahar
ePub base r1.0
DANIEL C. D ENNETT (Boston, Estados Unidos, 1942) se graduó en filosofía en la Universidad de Harvard en 1963 y obtuvo el doctorado en la Universidad de Oxford (Inglaterra) en 1965. Fue profesor en las universidades de Oxford, Michigan y Adelaida, entre otras. Obtuvo el Premio Jean Nicod, así como las becas Guggenheim y Fulbright. Desde 1987 es miembro de la Academia de Artes y Ciencias de los Estados Unidos. Considerado uno de los filósofos más destacados en el ámbito de las ciencias cognitivas, especialmente en el estudio de la inteligencia artificial y de la memética, Dennett es actualmente catedrático Austin B. Fletcher de filosofía y codirector del Centro de Estudios Cognitivos en la Universidad de Tufts. Son sumamente significativos sus aportes en cuanto a la significación actual del darwinismo y, fundamentalmente, sus contribuciones a la formulación de la teoría conocida como "darwinismo neural". Según él mismo ha afirmado, su trabajo busca sobre todo proporcionar una filosofía de la mente arraigada en la investigación empírica.
Notas
[3]Una inspección inicial de la voluminosa bibliografía sobre creacionismo y Diseño Inteligente debe incluir: Pennock (1999), Tower of Babel: The evidence against the new creationism; Perakh (2003), Unintelligentdesign; Shanks (2004), God, the Devil, and Darwin: A critique of Intelligent Design theory; Young y Edis (2004), Why Intelligent Design fails: A scientific critique of the new creationism, y de la Academia Nacional de las Ciencias (1999), Science and creationism. El número de mayo-agosto de 2004 de los Reports of the National Center for Science Education hace una revisión de varias docenas de libros recientes sobre el tema, incluida más de una docena (de variable calidad) escrita desde una perspectiva cristiana judía. Para estudios excelentes sobre biología evolutiva contemporánea, recomiendo encarecidamente la antología de trabajos recientes editada por Moya y Font (2004), Evolution: From molecules to ecosystems; los dos volúmenes de la Encyclopedia of evolution, editada por Pagel (2002); y la séptima edición del libro de texto Life: The science of biology, de Purves et al. (2004). También hay una docena de buenos sitios Web en los que pueden encontrarse refutaciones justas y de gran autoridad del trabajo de los más prominentes críticos de la evolución, como William Dembski y Michael Behe. El Centro Nacional para la Educación Científica es uno de los mejores, y se encuentra en: . Obviamente, también hay gran cantidad de sitios Web dedicados al Diseño Inteligente, aunque no existen revistas serias cuyos artículos hayan sido sometidos a procesos de evaluación por pares. ¿Cuál puede ser la razón de esto? Si el Diseño Inteligente fuera una idea a la que le ha llegado su momento, uno esperaría que los jóvenes científicos estuvieran como locos en sus laboratorios, o pegados a las computadoras, compitiendo por ganarse ese premio Nobel que seguramente está aguardando a aquel que pueda derrocar cualquier proposición significativa de la biología evolutiva contemporánea. Los fanáticos del Diseño Inteligente insisten en que las altas esferas del mundo científico tienen un sesgo en contra de su trabajo, lo que les ha hecho imposible publicar en las principales revistas. Pero esto simplemente no es creíble. El Instituto Discovery, al igual que otros paraísos para la investigación en Diseño Inteligente que cuentan con grandes fondos para llevar a cabo sus proyectos, podrían fácilmente darse el lujo de producir una revista de alta calidad y con artículos que fueran evaluados por pares, si es que hubiera algo para publicar en ella, y si es que les fuera posible encontrar científicos creíbles para que examinaran los textos. Literalmente, cada año se publican miles de artículos, éstos sí sometidos a la evaluación de pares, que desarrollan y extienden la teoría básica de la evolución, y la mayor parte de sus autores nunca alcanza la fama, a pesar de que su conocimiento en el área esté bien demostrado. Con seguridad, unos cuantos de ellos felizmente se arrojarían por la borda y se arriesgarían a hacer el ridículo frente a la comunidad científica por tener la oportunidad de convertirse en el mundialmente famoso "científico que refutó a Darwin". Sin embargo, los partidarios del creacionismo ni siquiera se molestan en ofrecer un aliciente. Saben cómo son las cosas. Saben que todo lo que tienen a su favor es mera propaganda, y por ello gastan sus fondos en eso.
William Dembski (2003) ha puesto a nuestra disposición una lista de cuatro (¡cuéntenlos!) artículos científicos sometidos a la evaluación de pares que, según dice, apoyan algunos temas del Diseño Inteligente. (En la lista también incluye su propio libro, publicado en una colección —cuyos textos son evaluados por pares— de Cambridge University Press, en 1998.) Pero los propios comentarios de Dembski acerca de estos ensayos dejan claro que sus argumentos, si acaso, son— como él mismo afirma—"no darwinianos" (se formulan sin incluir en ellos premisas específicamente darwinianas), y por lo tanto podrían utilizarse para apoyar un argumento en favor del Diseño Inteligente. En realidad, ninguno de ellos realmente propone un argumento a favor.