A Pepe, Sandra, Joaquín y Rosa.
Ellos saben por qué.
Prólogo
Me ha impresionado la lectura del libro de la profesora Mª Ángeles Almacellas, reconocida pedagoga y filósofa. Conocí a la autora cuando la presenté en una conferencia sobre la utilización del cine en la educación. Allí comprobé su categoría, después ratificada con la edición del libro Educar con el cine. 22 películas (2004), que ahora tiene una continuación con la presente obra.
En Seguir educando con el cine . Materiales para cine-fórum, aún va mucho más lejos. Su análisis pedagógico y ético-antropológico de 22 películas es muy profundo. A tal fin, emplea la metodología de su maestro, el gran filósofo Alfonso López Quintás, que sintetiza convenientemente en la introducción del libro.
Así, tras familiarizarnos con los términos del denominado método quintasiano, la doctora Almacellas estudia en sus más diversos ámbitos cada película seleccionada, que van desde clásicos como En el estanque dorado (1981), de Mark Rydell, hasta filmes tan recientes como Dos días, una noche (2014), de los hermanos Dardenne, o Amanece en Edimburgo , de Dexter Fletcher, y Begin Again , de John Carney (ambos de 2013).
La estructura de cada análisis es la siguiente: Ficha técnico-artística (ilustrada con el cartel del filme e indicando el público más adecuado); Valores; Contenido formativo; Argumento; Experiencias humanas profundas; Valoración de la película; Sugerencias para la reflexión y el diálogo.
Francamente, los pedagogos, monitores y directores de cine-fórum están de fiesta con los agudos comentarios de la autora, llenos de sugerencias y sentido crítico. El estudio que hace de los personajes y de las situaciones, que incluye diversos apartados y preguntas, así como diálogos del filme y algunas citas a filósofos (Aristóteles, López Quintás, Ortega y Gasset, Zubiri), posee una profundidad no habitual en las reseñas especializadas.
Siempre he pensado que para comprender y disfrutar de una película, es necesario hacer una segunda lectura. Y eso es lo que ha logrado Mª Ángeles Almacellas con creces. Por tanto, los posibles espectadores, organizadores o directores de coloquios, profesores e, incluso, padres de familia estarán encantados con esta guía.
No faltan en su cuidada selección títulos de compromiso político, como Sophie Scholl (2005), de Marc Rothemund, o La ola (2008), de Dennis Gansel, ni películas tan reveladores del confusionismo moral reinante como Up in the Air (2009), de Jason Reitman, o filmes aparentemente festivos como Vacaciones de ferragosto (2008), de Gianni Di Gregorio, a los que la autora sabe sacar partido y estimular el pensamiento del lector-futuro espectador.
Por eso, hemos de agradecerle este sencillo pero importante libro. Seguir educando con el cine es mucho más que unos materiales para cine-fórum. Es una obra que merece estar en la cabecera de las bibliotecas, en los colegios, o en el ordenador de los aficionados, para su consulta y utilización.
Aunque no es de extrañar, porque la sombra de López Quintás es alargada, y asimismo ha llegado a la pequeña o gran pantalla con fruición.
J. M. Caparrós Lera
Catedrático emérito de Historia Contemporánea y Cine
Universidad de Barcelona
Introducción
Es realmente asombrosa la capacidad formativa que tiene el cine cuando logramos percibir el mensaje que encierra una película de calidad. Las obras cinematográficas nos distraen porque nos permiten adentrarnos en la trama de otras vidas, a menudo apasionantes, pero, bajo la sucesión de hechos que constituyen el argumento de una película, una mirada penetrante llega a descubrir una experiencia de vida, que constituye el tema de la obra. Para ahondar en él, debemos ver la obra en su totalidad, sobrevolando las distintas escenas y siguiendo atentamente su articulación interna. Este análisis global y preciso nos permite captar el sentido de una situación humana, las implicaciones profundas de las actitudes de sus protagonistas y la lógica interna que rige los procesos humanos. Vistas de este modo, las obras cinematográficas no quedan limitadas a la narración de una historia ajena a nosotros, sino que nos ofrecen una visión clara y amplia de aspectos esenciales de la vida misma, nos descubren formas de orientar la existencia y constituyen toda una lección de sabiduría.
Saber interpretar las historias del cine equivale a saber interpretar la vida y prever las consecuencias de adoptar ciertas actitudes o realizar determinadas acciones. La ética estudia las actitudes que conducen al hombre a su desarrollo personal o bien a su destrucción. Las obras cinematográficas de calidad describen ambos procesos de forma concreta. Así, el cine se convierte en una verdadera escuela de ética, capaz de orientarnos debidamente sobre cuestiones de gran trascendencia para el proceso vital de la persona y ofrecernos pautas de conducta certeras para nuestra propia vida.
El que sólo ve historias en el cine se hace cargo del argumento, pero es incapaz de tomar distancia de lo que ofrece la pantalla, verlo en su conjunto y hacer una lectura profunda y crítica. Reduce, con ello, el film a mero pasatiempo. Necesitamos un método de análisis adecuado, que se inspire en una idea del hombre tan lúcida y bien articulada que nos sirva de referente para interpretar con precisión los acontecimientos humanos que laten bajo las peripecias del argumento de cada obra. A este respecto, muestra una gran eficacia el método elaborado por el filósofo Alfonso López Quintás, basado en la teoría del juego y de los ámbitos. Por su lucidez hermenéutica, lo he tomado como base para mi investigación del contenido humano de las narraciones fílmicas.
Con el fin de ofrecer a los educadores material formativo sobre cine, publiqué hace unos años Educar con el cine (EIUNSA, Madrid, 2004), donde analizaba veintidós películas. La buena acogida que tuvo el libro, especialmente por parte de los educadores, me ha movido a elaborar nuevos materiales para seguir educando con el cine . En esta ocasión lo hago también en formato de libro electrónico, para poder llegar a un público más numeroso.
Las veintidós películas analizas han sido seleccionadas en virtud de su gran contenido formativo, su posible aplicación a diversos niveles de enseñanza, desde la escuela a la universidad, en sesiones de cine-fórum y en toda suerte de grupos de reflexión, que, a partir de una buena película, quieran dialogar sobre cuestiones fundamentales del ser humano. En la ficha de cada película se sugiere la edad adecuada de los destinatarios, y se indican los principales valores y los grandes temas de interés formativo que aparecen en la historia.
Para facilitar la comprensión de algunos términos que puedan resultar novedosos al lector, pero que son básicos en el método quintasiano, ofrecemos un pequeño glosario ilustrado con ejemplos de las películas analizadas en esta obra.
Objeto: entendemos por objeto una realidad “cerrada”: ocupa un lugar en el espacio, es asible, mensurable, situable aquí o allí y se halla fuera de mí, sin establecer ninguna relación conmigo.
Ámbito: consideramos como ámbitos las realidades “abiertas”, que nos ofrecen posibilidades de colaboración. Por ejemplo una persona, que es un nudo de relaciones y una fuente de posibilidades.
Creatividad: es creativa una persona cuando recibe activamente posibilidades que le permiten dar origen a algo nuevo, dotado de cierta significación para su vida. Cuando esas posibilidades se las otorga otra persona, tiene lugar el encuentro personal. Descubrir la posibilidad de ser creativos en toda circunstancia nos abre un horizonte insospechado de realización personal y de entusiasmo —como vemos en Leigh Anne y Michael, los protagonistas de The Blind Side —, sentimiento que es el antípoda y el antídoto del aburrimiento y el tedio, que vemos encarnado en Gianni, el atribulado personaje de Vacaciones de ferragosto .