Leticia Chamorro - Vaginas Libres: Guía para conseguir una menstruación libre

Guía para conseguir
una menstruación libre

Segunda edición: Marzo 2022
Edición digital: Marzo 2022

© Leticia Chamorro, 2021

Registrado en la Propiedad Intelectual de Cataluña

Texto: la autora Leticia Chamorro
Ilustraciones: María Santos @amerie_pop
Diseño y maquetación: Lara Marín & Oihane Huarte
Maquetación e-book: susanacardona.es

Para ti,
mujer menstruante.

Me siento en completo agradecimiento con todas las mujeres que habéis pasado por mi vida. Porque soy consciente de que cada una, a vuestra manera, habéis aportado y me habéis acompañado en mi camino.

En especial a mi madre, paciente y consciente. Porque el día que tuve mi primera menstruación me tomaste entre tus brazos, me explicaste el valor de lo que me estaba sucediendo, y sumergiste tus manos con las mías en una masa de bizcocho que después horneamos para celebrar que había una mujer menstruante más, en la familia.

A mi padre, porque acogiste la feminidad en nuestro hogar como algo natural y poderoso. Porque sigues entendiendo y apoyando a tus mujeres desde el amor.

A mis hermanas y hermanos por quererme y apoyarme siempre en todo. Por ser compañeros de vida: Carol, Irene, Xabi, Ion, Luis y Miren. Porque los siete somos libres en este mundo.

Me siento agradecida con todas mis amigas que me escucháis y os aventuráis a probar sin miedo y con paciencia. Sobre todo a Itziar, por aconsejarme y leerte el libro mil veces, ayudándome siempre en todo lo que está a tu alcance. Y a mis Mena Mora, porque sois increíbles, incondicionales y os habéis convertido en mi familia.

También a todas aquellas, que a través de vuestro feedback, habéis contribuido a que esta guía esté cada vez más completa.

Y a ti, Diego, por sentarte infinidad de horas a escucharme, mientras te leo un párrafo tras otro. Por detenerme en cada coma a puntualizar lo bueno y lo mejorable. Gracias por abrirte desde tu masculinidad a las fases menstruantes femeninas. Por darme siempre tu opinión, y por buscar tus propias fases cíclicas... Porque contigo entiendo la dualidad de la vida.

¡Hola!

Soy Leticia Chamorro, la escritora del libro que tienes entre tus manos. Te escribo esta carta a modo prólogo, para contarte temas que considero te resultarán útiles a la hora de adentrarte en esta ventura.

Quiero que sepas que este libro ha sido auto publicado y está vivo, es decir, no es estático. Está en continuo cambio y evolución. Crea un movimiento: liberar a la vagina.

Realizo ediciones pequeñas para añadir vuestras vivencias, experiencias y reacciones en las posteriores impresiones. Todas formamos parte de este cambio de conciencia. Esta transición que estamos viviendo hacia una menstruación más consciente, informada y LIBRE.

Estudié terapia menstrual. Me he nutrido de información y estudios sobre el ciclo y la menstruación. Es fundamental que se entienda que este libro está basado en mi experiencia. No soy una catedrática de la universidad que te imparte clases magistrales. Me gustaría que me sintieras como una amiga que viene a contarte su experiencia; a darte la mano para que consigas, si quieres, alcanzar la libertad de sangrado y menstruar a tu manera.

Además, respeto enormemente a todas aquellas personas menstruantes que no se sienten mujeres. Con estas letras os quiero dar visibilidad. Decir que os apoyo y que también formáis parte de este movimiento liberador.

Por último, una recomendación. Léete el libro de principio a fin para que te hagas una idea global sobre qué trata esta guía. Después en tu siguiente menstruación, comienza a practicar los retos tal y como aparecen.

Un abrazo,

Leticia

Ser una Vagina Libre

Sí, sí: Libre. Has leído bien. Y aunque existen muchos tipos de libertad y muchos tipos de vaginas, yo te quiero ayudar a sentirte libre durante la menstruación. Esta es una guía de 10 meses, en las que, juntas, vamos a conseguir completa conexión y entendimiento de tu cuerpo. Para así alcanzar una completa autonomía durante tus días de sangrado.

La ausencia de libertad es esclavitud. En mi opinión, una de las razones fundamentales por las que somos esclavas menstruales es debido al tabú y secretismo que ha envuelto a la menstruación durante cientos de años.

En algunas culturas, las mujeres todavía son repudiadas durante su menstruación. Por poner un ejemplo nombraré las prácticas Chhaupadi en Nepal occidental.

Pero no hace falta que nos vayamos tan lejos. Si tienes la posibilidad, pregúntale a tu abuela cómo vivió los primeros años de menstruación. Cómo se concebía el sangrado femenino en su época joven. Te asombrarán sus respuestas y te ayudará a conectar con ella.

Además, seguro que, en más de una ocasión, has escondido entre tus manos un tampón o una compresa mientras corrías hacia el baño en el trabajo, instituto, universidad, o cualquier otro evento… ¡Muchas nos avergonzamos de un proceso natural! Y, sin darnos cuenta, estamos apoyando el secretismo y tabú menstrual.

Por otro lado, el ritmo frenético de la vida nos lleva a no experimentar con nuestro cuerpo; a que no reflexionemos sobre lo que sentimos; sobre lo que nos sucede a nivel físico y mental, durante el ciclo completo. Lo hemos convertido en algo que tenemos que pasar todos los meses. Algo que solo queremos que llegue, para que se vaya lo antes posible.

¿Alguna vez te han dicho que nuestro cuerpo está preparado para no necesitar ningún ayudante externo, durante la menstruación?

Párate a pensarlo. Una de las máquinas más perfectas que habita la tierra es el cuerpo humano. Miles de procesos que se suceden en milésimas de segundo, sin que tú, ni yo, seamos conscientes de ello. Totalmente perfecta e independiente. Para sobrevivir solo necesita agua, alimento y oxígeno. En esta ecuación no entran los tampones, las compresas, o la copa menstrual. No.

Así como hay señales físicas que somos capaces de identificar, como por ejemplo hacer la digestión, hay otras que debemos desarrollar. Para ello, aplicándolo a la menstruación y que puedas entender de lo que hablo, me gustaría analizar el aparato reproductor femenino.

En la imagen vemos sus partes. No entraré a analizarlas todas. Solo quiero puntualizar el Cérvix: el orificio externo que conecta la vagina con el útero, y mide tan solo unos milímetros.

Es extremadamente flexible, llegando a dilatarse hasta los diez centímetros durante el parto. Cambia según la fase del ciclo en la que estés, el número de embarazos y la edad. Pero no es la Puerta de Alcalá; el Arco de Triunfo de Barcelona; ni tampoco el meridiano de Greenwich a su paso por los Monegros (si me permites la expresión… ¡aunque por ahí se logren grandes triunfos!).

Te lo nombro porque es una pieza fundamental en la menstruación, pero es un gran olvidado. Pocas veces lo nombramos, a no ser que estemos embarazadas. Por lo que puestas a romper tabúes, considero que es importante darle esta especial mención. Además, en las próximas páginas aparece constantemente y necesito que sepas de lo que hablo.

Fíjate en el cérvix, es uno de los orificios más pequeños del cuerpo: