V IRGINIA U NAMUNO
C AROLINA G ANDULFO
H ÉCTOR A NDREANI
editores
H ABLAR LENGUAS INDÍGENAS HOY
NUEVOS USOS, NUEVAS FORMAS DE TRANSMISIÓN
Experiencias colaborativas en Corrientes, Chaco y Santiago del Estero
NOTA METODOLÓGICA
¿A qué llamamos investigación en colaboración en este libro?
Carolina Gandulfo y Virginia Unamuno
Como se menciona en el subtítulo de este libro, aquí se recogen diferentes experiencias de investigación en colaboración. Quizá valga la pena aquí detenerse a exponer lo que entendemos por investigación en colaboración y por qué consideramos que se trata de la mejor manera de producir conocimiento sobre las lenguas indígenas en la actualidad.
Caracterizar la forma en que trabajamos es hablar de la metodología que hemos desarrollado en el marco del proyecto de investigación que reúne los capítulos de este libro. Decimos que hacemos investigación en colaboración. Pero ¿de qué se trata? Nos proponemos a continuación definir algunos rasgos –en general problemáticos– a partir de los cuales construimos una noción de la investigación en colaboración o investigación en colabor.
Partimos de la idea de que las decisiones metodológicas, así como los diseños de trabajo, muestran los presupuestos epistemológicos desde los que nos posicionamos, pero también que la metodología puede ser parte de la producción de resultados: implica avanzar en la reflexión sobre cómo hacemos y por qué hacemos lo que hacemos; es decir, producir la metodología como parte de la producción de conocimiento.
En este capítulo introductorio describimos algunos de los aspectos que podrían caracterizar la metodología en colaboración que construimos justamente a partir de las experiencias vividas. Como hemos dicho, no consideramos que la metodología sea un conocimiento a priori, sino más bien el resultado de un proceso de trabajo. Por tanto, es en el trabajo de campo, en el análisis, en la resolución de los conflictos que se suscitan en los diferentes momentos, donde producimos conocimiento sobre este tipo de metodología, y la vamos definiendo.
Quizá sea interesante partir del origen del libro que estamos presentando. Se trata de una publicación que es resultado de un proyecto de investigación colectivo y multisituado que se caracterizó por definir sus temas de investigación a partir de la interacción con otros. Es decir, las inquietudes que guiaron cada núcleo del proyecto no surgieron exclusivamente de las inquietudes de los investigadores considerados “académicos” desde la perspectiva tradicional. Contrariamente, las problemáticas que aborda este libro se definieron/construyeron en interlocución entre diferentes tipos de investigadores, más o menos alineados a la agenda dominante en la investigación académica. Esta es una de las características de la investigación en colaboración.
Una segunda característica que podemos mencionar incumbe a la forma en que las posiciones convencionales de la investigación académica se dislocan. Esta dislocación define nuestra metodología en disímiles sentidos, entre los cuales mencionaremos dos: por un lado, buscamos producir simetrías entre los estatus de los participantes de los proyectos donde trabajamos. Sabemos que las posiciones de cada uno están definidas por condiciones sociales, institucionales e históricas ubicándonos en posiciones asimétricas y jerarquizadas con cargas de valor y poder diferenciales. No pretendemos desvanecer dichas diferencias, cuestión ilusoria en sí misma; más bien visibilizarlas y considerarlas como parte de los procesos que vivimos nos parece por el momento un camino posible y necesario para producir conocimiento del modo en que lo hacemos. Por otro lado, consideramos que la definición de la problemática a investigar en muchos casos puede responder a diferentes inquietudes de manera simultánea y con múltiples y diversos resultados. Por lo tanto, creemos que es fundamental la participación de los actores involucrados en los procesos que investigamos en la definición y en la negociación de los objetivos o propósitos de los proyectos.
Como en general estos procesos de investigación son también proyectos de intervención educativa y/o comunitaria, los resultados, el conocimiento resultante, no siempre se producen en el formato de escritura académica convencional. También nos encontramos con otros resultados, fruto de los procesos de trabajo desarrollados en los diferentes contextos, por ejemplo, materiales o estrategias didácticas, desarrollo de habilidades para la comunicación en espacios públicos, mejoras en las competencias profesionales de maestros y profesores, procesos de organización comunitaria reubicando la posición de las escuelas con relación a las poblaciones en las que están insertas, y otros que no siempre se ven reflejados en artículos científicos o capítulos de libros.
Otro aspecto significativo del tipo de metodología que asumimos en esta obra supone sostener procesos de larga duración. Tiempos suficientemente prolongados, a partir de los cuales sea posible avanzar en el cambio de las posiciones tradicionales del sujeto “investigado” y el “investigador”, hacia otras posiciones que permitan la participación equitativa en la producción del conocimiento colectivo. Entonces, aquel sujeto “investigado” deviene en investigador, involucrándose en los proyectos según sus propios intereses, mientras que el sujeto “investigador” debe ceder espacios tradicionalmente considerados de su exclusividad. Se transforma la relación en la cual se veían como sujetos en posiciones fijas y extremas.
En nuestro caso, los niveles de participación de los diferentes actores de cada uno de los proyectos que se reúnen en el libro han sido diversos en cuanto al tipo de inserción en los equipos. Algunos se han incorporado con mayor nivel de formalidad a los equipos de investigación (profesores indígenas o maestros rurales en contextos bilingües), mientras que otros participan en algunas de las actividades de la investigación (niños o pobladores adultos) según sus intereses y posibilidades. Esto comporta que, para algunos, los proyectos que narramos en este volumen hayan sido experiencias personales y/o colectivas que al compartirlas en espacios públicos y/o académicos se vuelven significativas y potencialmente transformadoras; mientras que, para otros, también se hayan tornado en una posibilidad de adentrarse en las lógicas, los procesos y ámbitos científicos.
Sin embargo, a pesar de su diversidad, cada proyecto ha tenido algunas cosas en común. A continuación, abordaremos algunas de las características que consideramos son importantes a la hora de entender cómo trabajamos. Para ello, nos detendremos en reflexionar en particular sobre algunos aspectos de lo vivido: a) la revisión de la posición tradicional del “informante clave”; b) el rol de los diferentes actores en la definición de los objetivos o propósitos de la investigación, así como en las demandas hacia los proyectos en que participamos; c) las tensiones que se expresan en las actividades y en quienes las coordinan y/o cómo se toman decisiones y d) la cuestión de la autoría con las diferentes concepciones al respecto. Finalmente describimos los diferentes tipos de investigación en colaboración que encontrarán a lo largo de los capítulos de este libro.
Las posiciones de los participantes en la investigación en colaboración
Una de las características de la investigación en colaboración (o colabor) es su constitución en marco de discusión y problematización de las posiciones desde las cuales se investiga. Estas posiciones, si bien no son ajenas al proceso investigador, están situadas en procesos más amplios que atraviesan la investigación en muchos y diversos sentidos. Dicho de otro modo, la colaboración es una actividad situada sociohistóricamente y enmarcada en la historia de las relaciones interétnicas en los sitios donde se investiga y desde donde se significan las relaciones del presente.