Anna Prandoni Fabio Zago Con la colaboración de Emanuela Pagliato y Emanuela Stucchi A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. DE VECCHI EDICIONES, S. A.
De Vecchi Ediciones participa en la plataforma digital zonaebooks.com Desde su página web ( www.zonaebooks.com ) podrá descargarse todas las obras de nuestro catálogo disponibles en este formato. |
Traducción de Isabel Sampere Sánchez.
Diseño gráfico de la cubierta de Design 3.Asesoramiento dietético de Emanuela Pagliato y Emanuela Stucchi.Fotografías de Marco Giberti. © De Vecchi Ediciones, S. A. 2012 Avda. Diagonal, 519-521 08029 Barcelona Depósito legal: B. 28.189-2012 ISBN: 978-84-315-5448-4 Editorial De Vecchi, S. de C. V. V.
Nogal, 16 Col. Sta. María Ribera 06400 Delegación Cuauhtémoc México Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o trasmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación, sin permiso escrito de DE VECCHI EDICIONES.
Introducción
«¿Está embarazada? ¡Pues coma por dos!». Este viejo adagio popular, quizá debido a los problemas de escasez sufridos en tiempos de guerra, transmite un mensaje erróneo desde el punto de vista médico y nutricional: en la medicina moderna, de hecho, la idea de atiborrarse y satisfacer los antojos cuando se está embarazada está en vías de extinción.
El embarazo es un periodo de gran felicidad, y la alimentación es un aspecto clave en este viaje hacia la creación de una nueva vida. Saber qué comer, cómo alimentarse y qué alimentos hay que eliminar es un aspecto muy importante para que la gestación se desarrolle con tranquilidad y de forma saludable. El objetivo de este libro es ofrecer a las futuras madres la información necesaria para seguir una alimentación sana y equilibrada, pero sin renunciar al placer de la buena mesa. Los consejos y el asesoramiento de un nutricionista, unidos a la habilidad de un chef, han hecho posible que este libro sea completo y fiable: un libro para leer antes del embarazo y para consultar de vez en cuando para seguir una alimentación variada, inteligente y sabrosa, que convierta los pequeños sacrificios impuestos por la nueva condición en una oportunidad para descubrir sabores insólitos u olvidados y para ampliar las propias habilidades gastronómicas mientras se espera la llegada del nuevo bebé. Algunas de las recetas que se presentan en este libro acabarán siendo imprescindibles en su alimentación incluso después del parto, y tal vez se conviertan en los platos preferidos de su hijo después de las primeras papillas.
Alimentación y embarazo
LOS ANTOJOS
Por tradición popular se ha ido transmitiendo de generación en generación la teoría de que las manchas cutáneas que a veces aparecen en la piel de los niños eran provocadas por la no satisfacción de los antojos, es decir, de los irrefrenables deseos alimentarios que suelen producirse durante el embarazo.
En realidad, como ahora ya se reconoce mundialmente, los caprichos del paladar no guardan ninguna relación con estas leves anomalías de la piel, completamente benignas, que no deben suscitar ninguna preocupación. Los lunares oscuros, que nuestra fantasía ha atribuido a un deseo insatisfecho de café, se deben a una mayor concentración de melanina, mientras que los colorados, relacionados con deseos insaciables de vino o fresas, se deben en realidad a pequeñas malformaciones de las venas que corren por debajo de la piel. Lo que sí es realmente cierto es que durante el embarazo los hábitos alimentarios experimentan algunos cambios y que, en ocasiones, algunas combinaciones insólitas de alimentos nos abren el apetito. También ocurre con frecuencia que, de repente, empezamos a desear determinados alimentos o bebidas que antes no nos apetecían o, al contrario, que platos que siempre habíamos considerado auténticas delicias no nos despiertan la misma fascinación. El deseo o la intolerancia a ciertos alimentos pueden venir determinados por los cambios hormonales que influyen en los receptores del gusto: algunos investigadores afirman que el impulso irrefrenable de comer alimentos ricos en azúcar o muy salados responde a la necesidad de cubrir alguna carencia alimentaria. Pero lo que realmente nos interesa es otro tema: ¿hay que dejarse llevar por los antojos? Si nuestro instinto nos lleva a tomar una decisión poco acertada, entonces será mejor que nos dejemos guiar por la razón, por lo que si la mujer embarazada ya padece cierto sobrepeso o su peso aumenta considerablemente durante el periodo de gestación, será mejor que se incline por alimentos agradables al paladar pero poco calóricos, como las verduras y la fruta fresca.
Si no se presentan problemas de sobrepeso, la mujer puede mimarse tranquilamente y satisfacer sus caprichos dentro de los límites de una dieta equilibrada.
LOS BUENOS HÁBITOS ALIMENTARIOS
Durante el embarazo la mujer debe asegurarse no sólo la energía necesaria para tener una buena salud, sino también los nutrientes esenciales para la formación de los nuevos tejidos del feto y de las reservas energéticas que se utilizarán durante la lactancia. Lo ideal es seguir una dieta muy variada, sin prohibir a priori ningún alimento, tomar una cantidad adecuada de calorías y seleccionar alimentos de calidad. Existen algunas reglas básicas que conviene seguir y que se adaptan a cualquier estado de salud, independientemente de las características físicas de la persona: • controlar siempre la cantidad y la calidad de los alimentos que se ingieran; • pesarse una vez por semana, recordando hacerlo por la mañana y en ayunas; • repartir la alimentación diaria en pequeñas comidas en diversos momentos del día; • evitar el ayuno y los grandes atracones a cualquier hora del día; • comer lentamente para evitar la ingestión de aire que puede provocar sensación de hinchazón abdominal; • evitar bebidas con gas y el agua que contenga anhídrido carbónico; • reservar las comidas más calóricas para la mañana.
LOS COMPORTAMIENTOS QUE HAY QUE EVITAR
Una vez superado el aforismo que afirma que la mujer embarazada debe comer por dos, la regla será que la gestante coma el doble de bien. • Evitar las bebidas alcohólicas; la ingestión de vino y cerveza sólo está permitida en cantidades moderadas, al igual que las bebidas estimulantes como el café, el té o el chocolate. • Semáforo rojo también para los embutidos, la carne cruda o poco hecha, la carne de caza y los moluscos, especialmente si los análisis han confirmado la carencia de anticuerpos de la toxoplasmosis, infección que se transmite al feto. • Evitar comer la piel de la fruta. • Evitar las comidas grasas, muy condimentadas, fritas o picantes, así como los alimentos ácidos como el tomate, la naranja y el limón. • Evitar las comidas grasas, muy condimentadas, fritas o picantes, así como los alimentos ácidos como el tomate, la naranja y el limón.
De todos modos, ante cualquier duda o en caso de alergias, intolerancias y problemas alimentarios siempre se deberá consultar con el ginecólogo.
Página siguiente