Acero Rojo: los tanques soviéticos y los vehículos de batalla durante la guerra fría
Russell Phillips
T raducido por Rodolfo Laiz Ledesma
“Acero Rojo: los tanques soviéticos y los vehículos de batalla durante la guerra fría”
Escrito por Russell Phillips
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Traducido por Rodolfo Laiz Ledesma
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La regla número uno de la primera página del libro de la guerra es: "No marchar sobre Moscú". Algunas personas lo han intentado, Napoleón y Hitler, y no es una buena idea.
-Mariscal de Campo Vizconde Montgomery de Alamein
La Guerra Fría no tiene fechas definidas de comienzo y fin. Para los fines de este libro, se entiende como el período comprendido entre el final de la segunda guerra mundial (conocida en la Unión Soviética como la Gran Guerra Patriótica) y el colapso de la Unión Soviética en 1991.
El ejército soviético tenía una cultura del secretismo profundamente arraigada, hasta el punto que a los soldados no les informaban de la denominación de los vehículos que manejaban. Mientras la mayoría de ejércitos occidentales creen que las tropas deben familiarizarse con sus propios vehículos, el ejército soviético consideraba que una vez que a un soldado se le enseñaba a conducir un tanque o a disparar un arma, tenía que ser capaz de conducir cualquier tanque o disparar cualquier arma. Era habitual que se usase en las prácticas un subgrupo de vehículos de una unidad, permitiendo que el resto de vehículos se conservasen en perfecto estado. Si un vehículo era especialmente secreto, se entrenaba a los soldados en un vehículo diferente, mientras el vehículo secreto se quedaba en los hangares. En épocas de guerra, se concedía a los soldados un breve plazo para que se familiarizasen.
Los sistemas armamentísticos soviéticos solían ser más sencillos y menos costosos que los de sus homólogos occidentales. Esto se debía en parte a la experiencia de la segunda guerra mundial, cuando el avance alemán provocó que muchas fábricas fueran ocupadas o tuvieran que ser trasladadas. En el transcurso de aquella guerra, las armas sencillas que no requiriesen complejos sistemas de fabricación , y que pudieran producirse en grandes cantidades, resultaban muy valiosas. Los analistas occidentales preveían habitualmente que una tercera guerra mundial en Europa acabaría muy pronto, mientras que los analistas soviéticos buscaban ser capaces de continuar con la producción incluso después de que el país hubiera sufrido graves daños. La comodidad de los usuarios era un asunto mucho menos prioritario para los ingenieros soviéticos que para sus homólogos occidentales, si bien la facilidad de uso sí era de la máxima importancia. El ejército soviético estaba formado principalmente por reclutas novatos, la mayoría de los cuales apenas hablaban o leían ruso. Por eso, era muy importante que el armamento que usasen fuese resistente, fácil de utilizar y sencillo en su mantenimiento.
De igual modo, las tácticas soviéticas solían ser mucho más sencillas que las de los occidentales. Aunque pueda resultar fácil despreciar unas tácticas tan sencillas, debe tenerse siempre en mente que estaban basadas en la experiencia adquirida derrotando a un ejército alemán más pequeño en número, pero técnicamente superior, durante la segunda guerra mundial. En el caso de una nueva guerra en Europa, el enorme ejército soviético tendría que enfrentarse a un ejército de la OTAN también más pequeño y superior técnicamente.
Los ingenieros de vehículos blindados soviéticos usaron blindajes inclinados con gran éxito durante muchos años. El diseño del T-34, que usaba un blindaje inclinado, comenzó en 1937. El blindaje inclinado aumenta el grosor horizontal, pero produce un aumento en su efectividad que va más allá de esto. La efectividad de la inclinación se calcula usando la fórmula T-eff=T/Cos (x), donde T es el grosor de la cubierta blindada, x es el ángulo desde la vertical y T-eff es el grosor efectivo. El aumento de la efectividad en los diferentes ángulos se describe a continuación:
10º: 1.02
20º: 1.06
30º: 1.15
40º: 1.31
50º: 1.56
60º: 2.00
70º: 2.92
80º: 5.76
En la lista anterior y a lo largo de todo este libro, los ángulos de blindaje se dan en grados a partir de la vertical, de manera que 0º es vertical y 90º es la horizontal. Para ilustrar el efecto dramático que puede resultar de aumentar el ángulo, tendremos en cuenta el blindaje del casco de un tanque T-62. El blindaje tiene 102mm de grosor. La parte superior está en un ángulo de 60º desde la vertical. El grosor efectivo de la parte superior es de 204mm, dos veces el grosor del acero. El grosor efectivo de la parte inferior es de 173.53mm, significativamente superior aún al blindaje vertical, pero mucho menos que el inferior, debido a una diferencia en el ángulo de 6º.
La experiencia de combate en Afganistán dejó al descubierto algunos fallos en el diseño de los vehículos. El ejército soviético estaba organizado y equipado para una guerra a gran escala en Europa occidental o en China, pero estaba deficientemente preparado para enfrentarse a una guerrilla insurgente en una región montañosa como Afganistán. Los tripulantes de los vehículos tenían a menudo serias dificultades para apuntar a objetivos situados sobre ellos debido a que sus armas tenían una capacidad de elevación limitada Esta experiencia llevó a que el armamento de los futuros vehículos tuviera mayor rango de elevación, para poder apuntar a objetivos situados en alto. Esto tuvo el efecto adicional de permitir su uso de forma limitada contra helicópteros y ataques de aeroplanos.
Tanques
P or tanto para vencer tienes que atacar, tienes que moverte por sorpresa y con determinación, tienes que avanzar. Para ello necesitas un vehículo que pueda viajar a cualquier sitio para destruir al enemigo, y preferiblemente sin resultar dañado. El único vehículo que combina movilidad, capacidad de destrucción y blindaje es el tanque.
-Viktor Suvorov
El T-34/85 fue considerado por muchos uno de los mejores, si no el mejor tanque de guerra diseñado durante la segunda guerra mundial. A pesar del desarrollo de nuevos tanques con armamentos más grandes y poderosos, el T-34/85 siguió en funcionamiento en el ejército soviético hasta la década de los sesenta, e incluso algunos clientes de los soviéticos afirman haberlo mantenido muchos más años. El T-44 entró en funcionamiento en 1944 como una mejora del T-34. Éste tenía algunos defectos, y se fabricó solo en número limitado, pero fue la base para el futuro T-54.
A finales de los cincuenta, Khrushchev, partidario de los misiles por encima del resto de armas, ordenó a los ingenieros que investigasen la posibilidad de diseñar tanques armados con misiles en lugar de cañones. A pesar de la oposición generalizada a esta idea, los trabajos continuaron y llevaron eventualmente al desarrollo de misiles lanza bombas y antitanques tales como el AT-8 Songster.
La Unión Soviética exportó muchos tanques durante la guerra fría, tanto a países miembros del pacto de Varsovia como a otras naciones. El T-54 y el T-55 en particular fueron ampliamente exportados. Hay que ser muy precavidos al comparar la efectividad de tanques exportados frente a la de los tanques occidentales. Los modelos exportados, especialmente aquellos destinados a países no comunistas, a menudo no tenían una equivalencia con los estándares de los tanques domésticos, y el país comprador a menudo elegía utilizar munición producida localmente, más barata, en vez de comprarle munición a la Unión Soviética. Durante la primera guerra del golfo, los tanques occidentales eran prácticamente inmunes a los T-72 iraquíes, que usaban proyectiles locales, incluso en la corta distancia. Se ha estimado que la munición soviética hubiera sido capaz de penetrar a una distancia de entre uno y dos km. Además, el blindaje de los modelos exportados del T-72es menos efectivo que el de los modelos domésticos.