La devoción a San José es una de las gracias más selectas que Dios pueda darle a un alma, ya que es equiparable a revelar todo el tesoro de las gracias de Nuestro Señor. Cuando Dios desea elevar a un alma a mayores alturas, la une a San José concediéndole tener un amor mucho más fuerte por el buen santo.
~ San Pedro Julián Eymard
CONSAGRACIÓN a SAN JOSÉ
Las Maravillas de
Nuestro Padre Espiritual
Por Donald H. Calloway, MIC
Derechos © 2020 Padres Marianos de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. Todos los derechos reservados.
Disponible en:
Centro de Auxiliares Marianos
Stockbridge, MA 01263
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Línea de pedidos: 1-800-462-7426 EXT.3
Páginas web: fathercalloway.com
consecrationtostjoseph.org
Fecha de publicación:
Enero 1, 2020. Solemnidad de Santa María, Madre de Dios
En honor del 150 Aniversario de la proclamación de San José
como Patrono de la Iglesia Universal (1870-2020)
† IMPRIMATUR †
Excmo. y Rvdmo. Mons. Jeffrey Monforton, DD
Obispo de Steunbenville, Ohio
22 de octubre, 2019
Imprimi Potest
Reverendísimo Kazimierz Chwalek, MIC
Superior Provincial
Provincia de la Santísima Virgen María, Madre de Misericordia
10 de octubre, 2019
Nihil Obstat
Dr. Robert A. Stackpole, STD
Censor Deputatus
31 de agosto, 2019
El Nihil Obstat (nada obsta) y el Imprimatur y/o Imprimi Potest (imprímase) son declaraciones oficiales de que un libro está libre de errores doctrinales. Aun así, tales afirmaciones no implican que quienes han concedido el Nihil Obstat y el Imprimatur estén de acuerdo con el contenido, opiniones o declaraciones expresadas en la obra, sino que simplemente confirman que no contiene nada contrario a la fe o la moral.
Library of Congress Catalog Number: 2020917714
ISBN: 978-1-59614-541-2
Imagen de la portada: El autor de la imagen es desconocido. La Editorial Mariana ha realizado todos los intentos posibles por localizar al artista y darle crédito. En caso de llegar a conocerse la identidad del artista, en futuras ediciones se le dará el debido reconocimiento.
Reconocimientos: Sr. y Sra. Donald y LaChita Calloway,
Matthew T. Calloway, Ileana E. Salazar, Teresa de Jesús Macías,
Milanka Lachman, Bethany Price, Padre Richard Heilman, Colleen Faley
Título original en inglés:
“Consecration to St. Joseph
The Wonders of Our Spiritual Father”
Traducción al español: Leticia Gálvez Martínez
Dedicatoria
A las muchas personas que rezaron para que
este libro llegara a su culminación.
¡Sus oraciones y sacrificios lo lograron!
¡Gracias!
INTRODUCCIÓN
No lo comprendí suficientemente [a San José], pero eso cambiará.
— San Juan de la Cruz
E n el siglo XVI, San Juan de la Cruz, uno de los más grandes místicos de la Iglesia, reconoció con humildad que carecía de una adecuada comprensión de la grandeza de San José. Inspirado por el gran amor que su amiga, Santa Teresa de Ávila, tenía por San José, San Juan de la Cruz tomó la firme resolución de llegar a conocerlo y amarlo más.
¿Y qué hay de ti? ¿Conoces a San José? ¿Crees que comprendes su grandeza y el amor que te tiene? Pues bien, ¡prepárate! ¡La Consagración a San José te revelará sus maravillas como nunca antes!
¡Ahora es el tiempo de San José!
Admito que es una afirmación atrevida. Sin embargo, creo verdaderamente que, en nuestro tiempo, Nuestro Señor quiere dirigir de una manera más intensa nuestros corazones, familias, parroquias, diócesis y a toda la Iglesia hacia San José. Esta acción del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia ha venido cobrando impulso desde hace mucho tiempo.
Pero no me interpretes mal: San José siempre ha guardado un lugar especial en el corazón de los cristianos. A lo largo de los siglos, santos, papas, místicos, académicos y laicos por igual han alabado y exaltado la grandeza de San José. En el siglo XVI, el Espíritu Santo utilizó a Santa Teresa de Ávila para suscitar en la Iglesia una mayor conciencia de San José. Incluso antes de Santa Teresa, santos como San Bernardo de Claraval, San Bernardino de Siena y San Lorenzo de Brindisi, enfatizaron con ahínco la grandeza de San José.
En tiempos más recientes, el Beato Guillermo José Chaminade, San Pedro Julián Eymard, la Beata Petra de San José, y San Andrés Bessette, han mantenido en alto la devoción a San José en la vida de los fieles del Pueblo de Dios. Ciertamente, San Andrés Bessette inició la construcción de la que se ha convertido en la iglesia más grande dedicada a San José: el Oratorio de San José en Montreal, Canadá. San José Manyanet, un sacerdote español del siglo XIX, promovió fervientemente la devoción a San José y a la Sagrada Familia. Profetizó que pronto llegaría a la vida de la Iglesia un “tiempo de San José”. Escribió:
Creo que el verdadero tiempo de san José no ha llegado todavía: después de dos mil años empezamos solo ahora a entrever algo del misterio en el cual está inmerso.
Pues bien, ¿sabes qué? ¡El tiempo de San José es ahora! ¿Cómo puedo afirmarlo con tal convicción? Muy simple: Dios nos ha dado claras indicaciones de que quiere que su Pueblo ponga mayor atención a San José; indicaciones todavía más claras que en cualquier otro tiempo de la historia de la Iglesia. En 1961, el santo Papa Juan XXIII lo dijo rotundamente al escribir:
En el culto de la Santa Iglesia, Jesús, Verbo de Dios hecho hombre, pronto tuvo su adoración incomunicable como esplendor de la sustancia de su Padre, que resplandece en la gloria de los Santos. María, su madre, le siguió muy de cerca desde los primeros siglos en las representaciones de las catacumbas y basílicas, piadosamente venerada como sancta María mater Dei . En cambio, José, fuera de algún resplandor de su figura que aparece aquí o allá en los escritos de los Padres, permaneció durante siglos y siglos en su ocultamiento característico, casi como figura decorativa en el cuadro de la vida del Salvador. Y requirió tiempo antes de que su culto penetrase de los ojos al corazón de los fieles y de él sacasen especiales lecciones de oración y confiado abandono. Estas fueron las alegrías fervorosas reservadas a las efusiones de la edad moderna —¡qué abundantes e impresionantes!
Lo que el Vicario de Cristo afirmó claramente es que ahora es el tiempo de San José. Vivimos en tiempos modernos, tiempos en los que la Iglesia es testigo de una era de devoción a San José sin precedentes. Según el santo Papa Juan XXIII, Dios desea que la devoción a San José surja en nuestros días en forma de especiales oraciones de “confiado abandono.” Eso significa una cosa en particular: ¡Es tiempo de una consagración total a San José!
Permíteme explicar un poco más cómo Dios ha estado guiando a la Iglesia hasta este momento.
En el 2018, publiqué un devocionario diario a San José intitulado “St. Joseph Gems: Daily Wisdom on Our Spiritual Father” (Joyas de San José: sabiduría diaria de nuestro Padre Espiritual). En la introducción, incluí una lista de eventos importantes — indicadores divinos, si así se quieren ver — ocurridos en los últimos 150 años, que muestran la creciente importancia de San José en la vida de la Iglesia. Muestran claramente que estamos viviendo en un tiempo de San José sin precedentes. Esta es la lista: