Agradecimientos
Agradecimientos
Como es natural, la sabiduría y los consejos de muchas personas han llegado en volandas hasta este pequeño libro, así como también una excelente crítica. Nuestro primer y más sentido agradecimiento va hacia nuestra familia: Nily Oz, Eli Salzberger y Galia Oz dedicaron a este manuscrito una lectura perspicaz y atinados comentarios; Daniel Oz, Dean Salzberger y Nadav Salzberger tomaron parte en más de un significativo, atrevido y profundamente placentero diálogo intergeneracional.
A Felix Posen se le ocurrió la idea inicial de este proyecto, y tanto él como su hijo Daniel nos ofrecieron sin desmayo su amistad, entrega y buenos ánimos. Tal vez parezca inhabitual que dos hebreoparlantes como nosotros elijan el idioma inglés para comprometerse con sus propios legados culturales, pero entendemos que este libro encaja de lleno e íntimamente en la Colección Posen de Cultura y Civilización Judías. Muchos excelentes eruditos están trabajando en los diez volúmenes de esa colección, y su labor ha inspirado la nuestra. Compartimos la amplia visión de la colección en cuanto a contemplar la historia judía, en lugar de como un proyecto de mira estrecha, como un complejo y variopinto acervo de voces humanas, entrecruzadas por significativas líneas de continuidad.
La riqueza de la diversidad cultural no va en contra de la presencia de principios unificadores.
Varios colegas y amigos han sido lo suficientemente amables como para leer y ofrecer una crítica del manuscrito. Ellos nos han librado de inexactitudes en datos objetivos, de errores de valoración, y de percances similares; los que todavía queden en el libro son exclusivamente nuestros. Gracias de todo corazón a Yehuda Bauer, Menachem Brinker, Rachel Elior, Yosef Kaplan, Deborah Owen, Adina Stern, y a un anónimo lector de la Yale University Press.
Otras deudas de índole intelectual, generalmente en forma de inolvidables intercambios o de conferencias escuchadas a lo largo de los años, deben ser reconocidas con agradecimiento. Algunas de las personas que a continuación se mencionan, posiblemente no sepan que han inspirado este libro, pero sí lo han hecho: Shlomo Avineri, Haim Be’er , Susannah Heschel, Ora Limor, Anita Shapira, Daniel Statman, Yedidia Stern, Michael Walzer y A. B. Yehoshúa. Varios editores de la Biblioteca Posen nos enviaron documentación relevante, y de nuevo se lo agradecemos a Ora Limor y Yosef Kaplan, así como a David Roskies y Elisheva Carlebach.
En su mayor parte, este libro fue escrito durante la doble titularidad de Fania Oz-Salzberger en la Universidad de Haifa y en la cátedra Leon Liberman para Estudios del Israel Moderno, del Australian Centre for Jewish Civilization de la Universidad de Monash. Nuestro más cálido agradecimiento a los amigos australianos Lee Liberman, Les Reti y Ricci Swart. Nos complace asimismo agradecer a los miembros de la junta de gobierno, al personal docente y a los estudiantes del University Center for Human Values de la Universidad de Princeton, por un vigorizante año de aventura intelectual en 2009-2010 .
Sarah Miller y Dan Heaton de la Yale University Press aportaron a esta obra su sutil y perspicaz atención revisora, que agradecemos especialmente. Joyce Rappaport y Yael Nakhon-Harel, de la Fundación Posen, proporcionaron un benévolo apoyo revisor adicional. Tammy Reznik mantuvo la guardia en la Universidad de Monash. En la Universidad de Haifa, Ela Bauer, Lee Maanit, Boaz Gur y Alon Kol fueron de gran ayuda durante varias etapas de la investigación y la redacción; el soporte administrativo de Kalanit Kleemer resultó inestimable.
Los libros consultados durante el proceso de redacción se relacionan en las listas de nuestras fuentes; listas que asimismo proveen todas las referencias de nuestras citas. No obstante, un puñado de páginas de Internet merece mención especial. Mechon-mamre.org nos proporcionó una provechosa Biblia bilingüe. Algunas de las citas en inglés del Talmud babilónico proceden de la edición Soncino traducida por L. Miller y revisada por el rabino dr. Isidore Epstein, disponible en la red en www.come-andt-hear.com/talmud/, a menudo retocada por nosotros, mientras que otras citas talmúdicas son de nueva traducción realizada por los propios autores. Nos hemos beneficiado del excelente ma’agar sifrut ha-kodesh, el buscador bíblico en la red del portal Snunit de la Universidad Hebrea de Jerusalén, kodesh.snunit.kl2.il. De similar valía es la página web del Center for Educational Technology (CET) en cet.org.il, patrocinado por la Fundación Rothschild. De gran ayuda fue también el Proyecto Ben-Yehuda en benyehuda.org, una colección de libros electrónicos de dominio público, administrada por voluntarios, sobre literatura hebrea. Este sitio web, tal como la historiadora de entre nosotros, insiste en convencer al novelista de entre nosotros, es una laberíntica biblioteca de letras, un enorme dédalo de significados, y por tanto un espacio muy talmúdico.
Al mismo tiempo que reiteramos nuestra exclusiva responsabilidad por todos los errores que hayan persistido en este libro, confiamos en que sean de la clase que invita a la discusión más que a la burla. Tras habernos beneficiado de tantos interlocutores, seguimos esperando nuevas conversaciones, en especial de índole crítica.
Epílogo
Epílogo
Pero tú, oh Daniel, calla las palabras, y sella el libro, hasta el tiempo del final. Muchos correrán de un lado a otro, y se incrementará el conocimiento. (Daniel 12, 4)
Hot er gesogt!
Expresión yiddish. Traducción literal: ¡Ha dicho! ¿Y qué? ¿Por qué habría de importarte a ti?
En este pequeño libro intentamos decir algo de nuestra propia cosecha acerca de las características de la historia judía. Tal vez hayan ustedes discernido algunos residuos de diálogo entre los dos autores, incluso a veces discusiones: una pizca de conflicto intergeneracional, perspectivas que difieren debido al sexo, o las sutiles escaramuzas entre ficción y no ficción. En otras palabras, confiamos en encajar bien en el conjunto de la trama, aunque sea como personajes secundarios.
No hay manera de señalar todas las fuentes de sabiduría que han inspirado este libro. Unas cuantas aparecen mencionadas en el texto, incluidas las de unos pocos estudiosos contemporáneos, y algunas más figuran relacionadas en nuestros agradecimientos y en la lista de fuentes. Se han hecho grandes esfuerzos para que se reconociera el mérito dondequiera que fuera debido, pero ¿cómo podemos dar las gracias a todos los arquitectos y constructores de la ciudad de palabras en la que moramos?
«Vuestros hijos no son vuestros hijos —escribió Khalil Gibran, un poeta libanés-americano—. Son los hijos e hijas de la Vida en su ansia por sí misma». Siendo nosotros padres judíos típicos, no podemos ceder la posesión de nuestra prole tan fácilmente. Pero podríamos parafrasear a Gibran de este modo: Vuestras ideas no son vuestras ideas. Son la progenie de la estantería de libros que cubre vuestra pared y de la lengua en la que habitáis.
Puesto que no somos especialistas en historia judía, nos hemos propuesto acercarnos a ella desde nuestros respectivos campos de la historia intelectual europea, la literatura y la narración de cuentos. En el camino, hemos podido irritar tanto a especialistas académicos como a creyentes ortodoxos. Las polémicas, sin embargo, son bienvenidas. Estaríamos perfectamente dispuestos a ser corregidos por (o seguir debatiendo con) los primeros, y a mantenernos a un lado de (aunque seguir debatiendo con) los últimos. Ojalá nuestras polémicas continúen haciendo saltar chispas. Ojalá estemos viéndonos las caras todos hasta el final de los tiempos, corriendo de un lado para otro, mientras el conocimiento se acrecienta.
Entretanto, tal como lo expresa el antiguo dicho judío, por favor, no tomen todo a pecho. No les resultaría saludable.