James Monroe es el quinto presidente de Estados Unidos. Permanece en la Casa Blanca durante dos mandatos consecutivos, entre 1817 y 1825. A Monroe, que primero ocupa el cargo de embajador, luego de senador y llega, incluso, a secretario de Estado antes de alcanzar la presidencia, se le conoce sobre todo por su talante diplomático, así como por la elaboración del Compromiso de Misuri y por la doctrina que lleva su nombre.
El periodo que abarca sus dos mandatos se llama «era de los buenos sentimientos» ( era of good feelings ) por la relativa unidad política y por la prosperidad tras las dos guerras que oponen a Estados Unidos contra Gran Bretaña (la guerra de la Independencia, también denominada Revolución estadounidense, de 1775 a 1783, y la guerra anglo-estadounidense, de 1812 a 1815). El presidente aprovecha este marco favorable para ampliar el territorio estadounidense hacia el sur y hacia el oeste. Además, la instauración de la Doctrina Monroe, que todavía en la actualidad rige la política internacional de Estados Unidos, otorga un lugar de peso al país en el tablero internacional de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX.
Sin embargo, aunque el presidente debe afrontar a nivel nacional fuertes tensiones entre el norte abolicionista y el sur esclavista, logra calmar las aguas durante algunos años gracias al Compromiso de Misuri. No obstante, las divisiones políticas y éticas resurgen al final de su mandato y conducirán directamente a la guerra de Secesión (1861-1865).
Biografía
Una juventud heroica
James Monroe nace el 28 de abril de 1758 en el condado de Westmoreland, en Virginia, en una familia de ricos campesinos. La niñez del futuro presidente se ve marcada por el fallecimiento precoz de sus padres: su madre, Elizabeth Jones (1730-1774), muere cuando él es tan solo un niño, mientras que su padre, Spence Monroe (1727-1774), desaparece poco tiempo después. Así, es su tío, Joseph Jones (1727-1805), quien recoge al huérfano y lo envía a estudiar al College of William and Mary, en Williamsburg (Virginia).
Los estudios de James Monroe se ven interrumpidos por el inicio de la Revolución estadounidense, que estalla en abril de 1775. Como muchos estudiantes en Virginia, el joven decide alistarse en el ejército continental y luchar por la independencia de su país.
Durante este periodo de la historia, James Monroe destaca por su valentía al participar en varias batallas importantes. En concreto, lucha en primera línea en la batalla de Trenton (26 de diciembre de 1776), donde resulta herido en el hombro izquierdo. Su valor y su lealtad lo llevan a alcanzar rápidamente el rango de capitán.
La batalla de Trenton, cuadro de Charles McBarron.
A lo largo de este periodo revolucionario, James Monroe también conoce a varios personajes decisivos: lucha junto a Georges Washington (general y hombre de Estado estadounidense, 1732-1799), futuro primer presidente de Estados Unidos, y conoce a Thomas Jefferson (hombre de Estado estadounidense, 1743-1826), entonces gobernador de Virginia y futuro tercer presidente de Estados Unidos. Este último en seguida se convierte en su amigo fiel y en su mentor político.
Inicio de su carrera política en Virginia y en Europa
Tras la guerra, James Monroe estudia derecho y abraza una carrera política que empieza en su tierra de origen. En 1782, es nombrado delegado en la Asamblea de Virginia y representante de su estado en el Congreso de la Confederación, que gobierna Estados Unidos de 1781 a 1789. De nuevo, su trabajo riguroso y reflexivo le permite destacar, hasta el punto de llegar a convertirse en senador a partir de 1790.
Durante su mandato, James Monroe se alía con otros dos políticos virginios, su amigo Thomas Jefferson y James Madison (futuro presidente de Estados Unidos, 1751-1836), para crear de forma conjunta el Partido Demócrata-Republicano.
También en esta época se casa con Elizabeth Kortright (1768-1830), hija de un comerciante neoyorquino, con la que tendrá dos hijas y un hijo que, desgraciadamente, morirá siendo un niño todavía.
A partir de 1794, la carrera de James Monroe lo lleva a Europa, donde ocupa el puesto de ministro plenipotenciario —es decir, embajador— en París y en Londres.
James Monroe en su cargo de ministro plenipotenciario, retrato de Luis Semé (1794).
Este puesto de diplomático le permite codearse sucesivamente con la Francia revolucionaria (1789-1799), con el Imperio francés de Napoleón I (1769-1821) e, incluso, con la monarquía británica de Jorge III (rey de Gran Bretaña y de Irlanda, 1738-1820), lo que le ayuda a perfeccionar su conocimiento de Europa y de los asuntos internacionales.
También destaca en el viejo continente por su papel clave en las negociaciones que conducen a la compra de la Luisiana francesa en 1803. La adquisición de este territorio extenso, mucho más amplio que el estado actual del mismo nombre, permite que se duplique la superficie de Estados Unidos.
Del puesto de secretario de Estado a la presidencia
Cuando el demócrata-republicano James Madison es elegido presidente en 1811, este convierte a James Monroe en su brazo derecho, nombrándolo secretario de Estado. Un año más tarde, es tal la tensión entre británicos y estadounidenses desde la independencia de Estados Unidos que estalla una guerra. James Madison escoge otra vez a James Monroe para ocupar un puesto fundamental en este periodo de agitación: el de secretario de Guerra. Este doble puesto constituye un momento decisivo en su carrera política, ya que le permite mostrar todo su abanico de conocimientos diplomáticos y militares. Además, cabe destacar que este doble nombramiento sigue siendo único a día de hoy en la historia de Estados Unidos.
Al término de la guerra, James Monroe se presenta a las elecciones y las gana. El 4 de marzo de 1817, es investido como quinto presidente de Estados Unidos con una mayoría aplastante (84 % de los votos) frente a su oponente federalista, Rufus King (1755-1827). La presidencia de James Monroe se conoce como «la era de los buenos sentimientos» por la política de consenso y la ausencia de oposición al partido casi único de los Demócratas-Republicanos. De hecho, James Monroe apenas tiene opositores, por lo que no tiene que hacer campaña para ser reelegido.
Durante su mandato, James Monroe imprime dinamismo a la política exterior de Estados Unidos al formular su célebre doctrina y al resolver temporalmente la cuestión de la esclavitud gracias al Compromiso de Misuri.