Abraham Lincoln, el «gigante de la Casa Blanca», cuya cara está esculpida en el monte Rushmore, es sin duda alguna una de las figuras más célebres de la historia americana. De origen muy modesto, autodidacta, trabajador incansable, sube los peldaños de la vida política gracias a la fuerza de su voluntad y se convierte en el 16.º presidente de los Estados Unidos. Su elección se encuentra en el origen de la guerra civil pero, en un solo mandato, logra preservar la unidad de la nación americana y resolver la cuestión de la esclavitud, que corrompe el país desde su creación. Aunque la Guerra de Secesión, de gran envergadura, oculta a menudo sus otras aportaciones, Lincoln será quién permitirá la reconstrucción del país, principalmente gracias a su economía de guerra, a la regulación del acceso a la propiedad y al inicio de las obras para el ferrocarril.
Biografía
Retrato de Abraham Lincoln de 1863.
Infancia
Abraham Lincoln nace el 12 de febrero de 1809 en el condado de Hardin (Kentucky). Niño de la Frontera, crece en una familia muy modesta. Su padre, Thomas Lincoln (1778-1851), es un agricultor analfabeto, que deja Kentucky para instalarse como colono en Indiana cuando su hijo tiene solamente siete años. Poco tiempo después queda huérfano de madre y encuentra un apoyo fundamental en su madrastra, Sarah Bush Lincoln (1788-1869). Chico de granja, no asiste a la escuela con regularidad y prueba varios oficios. Transportista de mercancías en Misisipi, construye con sus propias manos una chalana para transportar materias primas hasta Nueva Orleans. Después, cuando se instala en New Salem (Illinois) en 1831, trabaja sucesivamente en correos, como vigilante y como tendero. Así, obtiene cierta popularidad en la ciudad, alimentada por su jovialidad, su agudo ingenio y sus servicios de escritor público para la población más modesta.
¿Sabías que…?
La Frontera, uno de los fundamentos del imaginario americano, representa el límite entre los territorios colonizados y los grandes espacios todavía salvajes, entre la civilización y la barbarie. Más que un límite físico, es la promesa de un nuevo mundo que conquistar, que a la vez es esperanzadora y temible. Movida a lo largo del siglo XIX a medida que se avanzaba hacia el oeste, se vuelve obsoleta en 1980. La Frontera entonces ya no tiene realidad oficial, incluso si algunos territorios todavía permanecen inexplorados, marcando el final de una era y de una cierta representación del territorio americano. Entonces, se convierte en un mito fundador, que inspira incansablemente a la literatura y al cine.
Primeros pasos en la esfera política
En 1832, se afilia como voluntario a la milicia local para combatir contra los indios dirigidos por Black Hawk (jefe amerindio, 1767-1838) por un conflicto territorial. Luego, se presenta por primera vez como candidato a la Cámara de Representantes de Illinois, pero no sale elegido, a pesar de la mayoría aplastante de votos que recibe por parte de los ciudadanos de New Salem. Sin embargo, Abraham Lincoln no renuncia a su proyecto de entrar en la esfera política. Entonces, se embarca solo en el estudio del derecho, obtiene su título de abogado en 1837 y se marcha para establecerse en Springfield.
En 1834, es elegido para la Cámara de Representantes de Illinois, donde elabora y afirma su pensamiento abolicionista. Su ausencia de posicionamiento en relación con las tensiones con México durante su propia campaña para el escaño de Illinois en el Congreso como candidato del Partido Whig le permite ganar la votación. Pero, una vez en su puesto, denuncia públicamente la hipocresía de la administración del presidente James Knox Polk (1795-1849) sobre la entrada en la guerra (1846-1848) y desmiente la afirmación según la que los Estados Unidos habrían reaccionado a un ataque mexicano, afirmando que se trataba de ataques recíprocos vinculados a la propiedad disputada de territorios fronterizos. Esta oposición le cuesta el escaño, y Lincoln se retira entonces un tiempo de la vida política, renunciando a una eventual elección para el puesto de senador de Illinois.
Elecciones en el origen de la Guerra Civil
A partir de 1856, se acerca al nuevo Partido Republicano, formado por miembros del Partido Whig, del Partido Demócrata y del Partido del Suelo Libre ( Free-soil Party ) que muestran claramente su posición antiesclavista. Abraham Lincoln se presenta como candidato a la vicepresidencia en el seno de su partido, pero no sale elegido. En 1858, sus compañeros lo eligen como candidato al Senado, y entonces lleva a cabo una dura campaña contra su rival, el demócrata Stephen Arnold Douglas (1813-1861). A pesar de sus brillantes intervenciones durante memorables debates con este último, pierde la elección, pero gana fama. Dos años después, en noviembre de 1860, y frente a un partido demócrata dividido, gana las elecciones presidenciales con casi el 40 % de los votos, a pesar de haber tres candidatos más. Cuando se anuncia la victoria de este hombre que se había declarado firmemente antiesclavista, Carolina del Sur se escinde, seguida por otros estados meridionales que fundan, en febrero de 1861, una nueva confederación. El ataque de los sudistas a Fort Sumter en abril de 1861 abre la Guerra de Secesión. Aunque en un primer momento Abraham Lincoln toma el mando de los ejércitos nordistas, trasmite la carga a Ulysses Simpson Grant (futuro presidente de los Estados Unidos, 1822-1885) para dedicarse a los asuntos políticos.
Bombardeo de Fort Sumter.
Una nueva era
Para financiar la guerra, Abraham Lincoln no duda en establecer un impuesto sobre los ingresos y su secretario del Tesoro, Salmon Portland Chase (1808-1873), crea los primeros billetes verdes, cuyo valor no está indexado al oro o la plata. El 20 de mayo de 1862, ratifica el Homestead Act («Ley de Asentamientos Rurales»), que regula el acceso a la propiedad privada, y también da comienzo a las primeras obras de construcción del ferrocarril. El 1 de enero de 1863, la declaración de emancipación de los esclavos entra en vigor: todos los esclavos de los Estados en rebelión son declarados libres. Sin embargo, esta decisión desata la cólera de una parte de la población, opuesta al abolicionismo, y algunos ponen en marcha complots con el objetivo de matar al presidente. No obstante, esto no impide que Abraham Lincoln intente hacer que esta decisión entre en la Constitución de los Estados Unidos, sometiéndola primero al Senado en abril de 1864 y después al Congreso en enero de 1865. Adoptada tras debates animados y encendidos, Abraham Lincoln, reelegido en noviembre de 1864, no conocerá ni su ratificación final por la mayoría de los Estados, ni su entrada en vigor en diciembre de 1865: el 14 de abril de 1865, mientras asiste con su esposa a la representación de una obra de teatro, un joven simpatizante sudista, John Wilkes Booth (1838-1865), dispara contra él y lo hiere de gravedad en la cabeza. Lincoln muere al día siguiente, y su cuerpo es trasladado a Illinois para ser enterrado.