A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U.
El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270)
RECOLECCIÓN Y CONSERVACIÓN
Quien habitualmente se dedica a la recolección de plantas medicinales, ya sea como aficionado o profesional, no precisa sugerencias, ya que sabe distinguir la planta útil de la perjudicial y, conoce asimismo, los secretos de la desecación y conservación. Por lo tanto, estas notas se hallan dirigidas a quienes por dedicarse a esta labor únicamente de modo ocasional, están más expuestos a cometer errores.
La época más oportuna para la recolección de plantas se indica en este volumen, concretamente en los apartados referidos a cada una de ellas aunque, no obstante, existen normas generales que se deben respetar siempre:
a) La recolección se llevará a cabo los días despejados y sin viento, nunca si ha llovido recientemente.
b) Es necesario elegir siempre los mejores y más vigorosos ejemplares, que no hayan sido arrancados o seccionados por el viento.
c) Los tallos y hojas deben ser recolectados cuando son tiernos y frescos, es decir, en la época en que la planta todavía no ha producido flores.
d) La recolección de las partes altas y flores tendrá lugar antes del inicio de la floración, pero los capullos ya no deben estar turgentes ni cerrados.
e) Los frutos y semillas deben haber alcanzado la plena maduración.
f) Las raíces, recolectadas durante el período estival, se liberan de tierra y se cepillan. Asimismo, nunca deben ser lavadas, a menos que su uso sea inmediato.
Estas, como se ha expresado, son las reglas generales aunque, naturalmente, cada planta posee alguna norma particular, citada en el apartado correspondiente. Por otra parte, cabe destacar que nunca se debe recolectar un ejemplar si no se está seguro de haber elegido el deseado, por lo que se tendrá que consultar y mostrarlo a un experto antes de su uso (en este sentido, para evitar peligrosos errores, resulta mejor adquirirlo en la herboristería). Los mejores años para recolectar plantas medicinales son aquellos en los que no ha llovido mucho.
Generalmente, las plantas se ponen a secar al sol, a la sombra o incluso al aire libre, pero debemos tener siempre en consideración las más elementales normas higiénicas, tales como elegir un lugar donde no haya polvo. En determinadas ocasiones, se pueden desecar también en un horno templado. Si no se dispone de soportes enrejados metálicos ni de pajizos que permitan una aireación más racional, las plantas y hojas se deben extender sobre soportes de mimbre limpios y voltearlas a menudo para que su desecación sea rápida y total. Por otra parte, si de una misma planta se recogen hojas, flores, semillas, tallos, frutos o raíces, todos estos elementos deben ser secados por separado y guardados en recipientes distintos, preferiblemente de cerámica o vidrio, aunque las cajas de lata son igualmente útiles. No obstante, cabe destacar que todos ellos deben estar perfectamente limpios y secos interior y exteriormente, ya que los peores enemigos de las plantas medicinales son el polvo, el calor y la humedad, factores que pueden destruir sus principios activos o, peor aún, alterarlos (por ello es mejor guardar estos recipientes en un lugar fresco y seco). En este sentido, los típicos frascos de farmacia, de cerámica, resultan muy adecuados para conservar este tipo de plantas y, además, constituyen un elemento bastante decorativo si se alinean sobre una estantería.
Quien haya recolectado plantas medicinales o las haya adquirido en una herboristería, siempre debe disponer de un recetario para consultarlo en el momento de su uso. Del mismo modo, es conveniente también tomar nota, en una libreta, de todos los datos que se consideren necesarios; en este sentido, tomemos como ejemplo los laxantes: si existe alguno no tolerado por algún miembro de la familia o que no ha ofrecido resultado satisfactorio, es mejor anotarlo para evitar que el inconveniente se repita.
Resulta también importante renovar anualmente la colección de plantas medicinales, ya que con el paso del tiempo pierden su eficacia.
Finalmente, cabe destacar que cuando estos productos se adquieran en la herboristería, es preferible consultar siempre qué dosis se debe utilizar y si resulta mejor prepararlos en forma de decocción o infusión. Posteriormente, en el momento de disponerlos en recipientes, es importante también fijar una etiqueta con el nombre de su contenido, para así evitar desagradables errores.
Calendario de recolección
Enero
Bergamoto.
Febrero
Abeto blanco, abeto rojo, algarrobo, cebolleta, celidonia, ciprés, liquen de Islandia, nazareno.
Marzo
Álamo, alcaparro, barba cabruna, boj, bolsa de pastor, brezo encarnado, cariofilata, ciruelo, cornejo, encina, enula campana, epilobio, espárrago, farfara, fumaria, genciana, haya, helecho florido, liquen pulmonario, margarita, mecolotonero, ólico, olmo, onónide, persico, pino silvestre, sauce rojo, violeta.
Abril
Abedul, agrifolio, ailanto, alcachofa, aliaria, arce, berro, betónica, cálamo aromático, caléndula, canadillo, castaño de India, celidonia, cienojos, efedra, espino blanco, fitolaca, frángula, fresa, fresno, grama roja, imperatoria, lárica, ligustro, maná, mentastro, nogal, ortiga, pensamiento, romaza, sauce blanco, tamarisco, tilo, valeriana, zarza.
Mayo
Acedera, acetosilla, ajo osuno, altea, amapola de los campos, aspérula, ajo resimo, bugula, manzanilla romana, celidonia, cerezo, cineraria, cincoenrama, cinoglosa, disinal, encina marina, flor de Lis, galega, hiedra terrestre, hierra cana, hierba de S. Roberto, hierba herrumbre, higuera, malva, naranjo amargo, perejil, podagraria, pulmonaria, rosa canina, rosa roja, saúco, sargazo vejigoso, trébol fibrino.
Junio
Agracejo, agrimonia, avena, balsamina, borraja, camedrio, cardiaca, cardo santo, cicutaria, ciennudos, cimbalaria, coclearia, consvelda mayor, cuscuta, dragoncillo o estragón, erísimo, eucalipto, eupatorio, frambueso, fresal, guinda garrafal, lirio blanco, madreselva, malva, milenrama, mirtilo, mirto, neguilla, ortiga blanca, parietaria, pervinca, poleo, retamilla, romero, ruda, salicaria, salvia, serpol, tomillo, velosilla, verbasco, verónica, vulneraria, yezgo.
Julio
Achicoria, adianto, ajenjo, albahaca, alquimila, altea, anagálida, aquilea, arnica, artemisia, bellota bardana, basilico, betónica, bistorta, cáñamo silvestre, cardo mariano, casis, cataria, centaurea menor, cinoslosa cohombro, cola de caballo, comino, cornizo, chicoria, dictamo, enebro, erigeron, eufrasia, fenosreco, fresno, gencianela, grosella roja, heliotropo, heno griego, hiedra, hipérico, hisopo, laurel, lavanda, lengua de perro, madroño, maíz, marrubio, meliloto, melisa, membrillero, menta acuática, menta piperita, mostaza blanca, naranjo dulce, orégano, pastinaca, perpetua amarilla, pimpinela, poligala, salvia esclarea, santolina, siempreviva, verbena, zanahoria.