Alan Watts - La cultura de la contracultura
Aquí puedes leer online Alan Watts - La cultura de la contracultura texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 1997, Editor: ePubLibre, Género: Ordenador. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:
Novela romántica
Ciencia ficción
Aventura
Detective
Ciencia
Historia
Hogar y familia
Prosa
Arte
Política
Ordenador
No ficción
Religión
Negocios
Niños
Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.
- Libro:La cultura de la contracultura
- Autor:
- Editor:ePubLibre
- Genre:
- Año:1997
- Índice:5 / 5
- Favoritos:Añadir a favoritos
- Tu marca:
- 100
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
La cultura de la contracultura: resumen, descripción y anotación
Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "La cultura de la contracultura" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.
La cultura de la contracultura — leer online gratis el libro completo
A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" La cultura de la contracultura " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Para la mayoría de nosotros, la contracultura invoca imágenes de un capítulo concreto de la historia de América. La asociamos con el movimiento beat y las drogas psicodélicas. Todos ellos sintomáticos del creciente consenso que existía cutre los jóvenes de que la principal corriente cultural iba por mal camino.
En ningún otro lugar era más evidente que en el área de la bahía de San Francisco, donde Alan Watts fue considerado como un portavoz del movimiento. Esto se debió en parte a su programa de radio de los domingos por la mañana Way Beyond the West (que se emitía en la KPFA de Berkeley) y en parte a sus populares libros sobre budismo zen. A finales de los sesenta, la edición City Lights de su folleto Beat Zen, Square Zen, and Zen se había abierto camino dentro de las mochilas de todo el país y muchos jóvenes empezaron a considerarle una especie de padre espiritual de los hippies. Hasta los críticos que tenían menos pelos en la lengua lo consideraban como «una superestrella de la contracultura», pero los que entendían su trabajo se dieron cuenta de que su visión de la contracultura era mucho más amplia, tenía sus raíces en la cultura del Extremo Oriente y en la experiencia mística.
Alan Watts, nacido en Inglaterra en 1915, quedó fascinado por las historias del Extremo Oriente poco después de haber empezado a leer. Escudriñaba los libros de aventuras sobre misteriosos villanos chinos y descubrió relatos de las enigmáticas conductas de los guerreros samurais japoneses y de los maestros zen. Conducido por su autoproclamada fascinación hacia «todo lo oriental», leyó todo libro que encontró sobre el tema. A la temprana edad de dieciséis años daba charlas regularmente en la casa budista de Londres. Fue allí donde conoció a D. T. Suzuki y se familiarizó con el sabor yóguico de las influencias del hinduismo y el taoísmo en el budismo zen.
Años más tarde se trasladó a Nueva York, donde pasó algún tiempo con Joseph Campbell. En una conversación de sobremesa en casa del compositor John Cage, hablaron del antiguo homólogo tribal del maestro zen, las figuras chamánicas asociadas a las gentes de Asia que, en su momento cumbre, habitaban en las regiones del extremo norte del Pacífico, incluyendo las áreas de China, Japón, Siberia y gran parte de las Américas. Cuando la conversación se fue centrando en los viajes interiores y en las experiencias místicas de los antiguos chamanes, resultó evidente que los ritos chamánicos continuaban en el presente en la tradición del maestro vivo y que siempre han sido estos los que han visto el mundo de una forma disociada de la corriente principal de pensamiento.
En las casi inconcebibles tradiciones chamánicas antiguas, los artísticos emplazamientos en las rocas muestran elementos de una próspera contracultura. Los rituales de la vida espiritual solían realizarse en lugares apartados de las actividades cotidianas. En las cuevas de Francia, las cámaras donde los bailarines cantaban y bailaban delante de las imágenes de chamanes trascendentes y de espíritus de animales están ocultas dentro de cavernas a las que solo se puede acceder gateando por estrechos túneles. En áreas tan lejanas como Australia y el sur de California, los ritos del solsticio y demás ritos de renovación se realizaban en cuevas en las que solo cabían una o dos personas. Por importantes que hubieran sido estas ceremonias, lo que está claro es que no tenían mucho público.
Ya desde las primeras pinturas rupestres, la coherencia que ha guardado el estilo nos dice que ciertas personas pintaron las vividas imágenes en las rocas y tejieron dibujos sagrados en cestas y mantas. Tanto si pensamos en los antiguos pintores rupestres como en los impresionistas modernos, lo cierto es que ambos han tendido a separarse de la principal corriente de la vida social y han centrado su atención en la vida creativa. El impulso creativo que entró en la sociedad desde estas fuentes «exteriores» con frecuencia se ha considerado como una amenaza. Pero inevitablemente la diversidad de perspectivas que surge de estos experimentos culturales se convierte en algo vital para la cultura, a menudo de formas totalmente impredecibles. Dentro de cada contracultura se encuentran las simientes de un nuevo comienzo. Incluso podríamos contemplar a los participantes como aquellos que resuelven los problemas que, en último término, ayudan a la cultura introduciéndola en su siguiente fase de adaptación. En confianza, tal como hemos visto que sucede desde los sesenta, lo que una vez fueron conceptos radicales pueden llegar a formar parte de nuestra vida diaria. El yoga, el tai-chi y todos los tipos de meditación no hace mucho levantaban sospechas, pero en la actualidad estas artes se enseñan a la entrada de las galerías comerciales y son noticia en el mundo corporativo como soluciones para aliviar el estrés relacionado con el trabajo.
Se han invertido vidas enteras en explorar las formas en que los impulsos visionarios intensamente creativos han influido en las culturas donde se han producido. Algunas de las filosofías que más interesaron a Alan Watts tuvieron su origen en la India, China y Japón, así como en la América nativa. En el Occidente moderno, ahora estamos descubriendo las influencias de la India a través del budismo, que en muchos aspectos no hace más que presentar las prácticas yóguicas esenciales del hinduismo con una mayor elaboración psicológica. En la práctica budista, el hinduismo desarrolló una fuerte conciencia social, que se refleja en el principio del bodhisattva, el que ayuda a los demás en la senda hacia la iluminación. En este sentido el budismo reforma la visión hindú, integrando la responsabilidad social en la transformación espiritual individual.
Al mismo tiempo, la separación occidental de la experiencia de lo divino de la función del sacerdote, en el antiguo Oriente Próximo se convirtió en el sello distintivo de lo que Joseph Campbell denominó «religiones de identidad», así conocidas por su énfasis en la identidad del individuo con Dios en lugar de su experiencia de Dios. Como cabía esperar la historia de Occidente está plagada de rebeliones de conciencia contra la tiranía espiritual de líderes que esperaban que uno sobreviviera con una experiencia de lo divino de segunda mano, o, como Alan Watts hubiera dicho, con una descripción de la comida en lugar de la comida misma. En esto hallamos una visión clara del aspecto primordial de la contracultura: esta se basa en la experiencia, concretamente en la experiencia de lo divino. Gran parte de lo que viene a continuación es el inevitable impacto que esta forma de democracia espiritual tendría sobre el arte y, en último término, sobre la ciencia.
La cultura de la contracultura se basa en una serie de conferencias públicas de Alan Watts. Fueron seleccionadas por las ideas que expone sobre estos elementos que han influido en nuestras vidas. Esta colección es mucho más que una revisión de la psique americana de mediados de los sesenta, pues a través de las palabras de Alan Watts, descubrimos qué es lo que dio importancia a esta revolución y por qué su mensaje no desaparecerá en cualquier momento. Esto no son revelaciones aisladas. Proceden de una tradición de diversidad tan antigua como la propia cultura, pero han tenido lugar en un extraño momento de la historia moderna en que están equilibradas, una vez más, para influir significativamente en la principal corriente cultural.
MARK WATTS
Marzo, 1998
Cuando empleo la palabra misticismo me estoy refiriendo a un tipo de experiencia —a un estado de conciencia, por así decirlo— que a mi entender es tan común entre los seres humanos como el sarampión. Es algo que sencillamente ocurre y no sabemos por qué. Todas las clases de técnicas afirman promoverla y tienen más o menos éxito en conseguirlo, pero hay algo curioso que le sucede a la gente. Es una experiencia que aunque se podría describir desde una serie de puntos de vista bastante distintos, estos también se podrían reunir bajo unas pocas características dominantes.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Libros similares «La cultura de la contracultura»
Mira libros similares a La cultura de la contracultura. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.
Discusión, reseñas del libro La cultura de la contracultura y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.