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Publicado en Nashville, Tennessee, Estados Unidos de América. Grupo Nelson, Inc. es una subsidiaria que pertenece completamente a Thomas Nelson, Inc. Grupo Nelson es una marca registrada de Thomas Nelson, Inc. www.gruponelson.com
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Todo el material de El ABC de la comunicación efectiva fue publicado originalmente por Grupo Nelson en los siguientes libros escritos por Sonia González-Boysen: Habilidades de comunicación escrita (© 2011), Habilidades de comunicación hablada (© 2011), Habilidades de comunicación y escucha (© 2011). Todos los derechos de las obras originales están reservados por Sonia González-Boysen.
A menos que se indique lo contrario, todos los textos bíblicos han sido tomados de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® Copyright © 1999 por Bíblica, Inc.® Usada con permiso. Todos los derechos reservados mundialmente.
Editora en Jefe: Graciela Lelli
Adaptación del diseño al español: Grupo Nivel Uno, Inc.
ISBN: 978-0-71803-099-5
Edición Epub enero 2021 9780718031176
Impreso en Estados Unidos de América
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CONTENIDO
Guide
A Jesucristo, el comunicador más inspirador y
asertivo de todos los siglos. Porque todo pasará,
pero sus palabras jamás pasarán.
A mi precioso hijo Daniel, porque hay en él un
espíritu muy superior. Caballero de fina estampa.
A mi hermosa hija Ángela María, por ser tan
dulce y madura a la vez. Niña de mis ojos.
Gracias.
RESUMÍ EN SIETE LAS CUALIDADES DE UN LENGUAJE APROPIADO PARA las presentaciones efectivas: claro, sencillo, puntual, directo, atractivo, sugestivo, contundente.
1. Lenguaje claro
Cuando entrevisto uno a uno a los participantes en un taller de desarrollo de habilidades y competencias en comunicación en una empresa, universidad o grupo de personas diversas, les pregunto a todos cuál es para ellos la mayor expectativa del proceso de aprendizaje que vamos a iniciar.
La mayoría contesta: «Poder transmitir con claridad las ideas».
Es notable que la necesidad primordial para conseguir una buena comunicación sea la claridad. Tanto al escribir como al hablar.
Las personas que hablan en auditorios para presentar sus ideas o mostrar un informe de gestión, por lo general se confunden y dicen cantidades de cosas que no conducen al tema central.
Por el contrario, se desenfocan y se desvían. Todo por falta de esta virtud determinante: la claridad.
Para manejar un discurso claro es necesario romper los paradigmas mal aprendidos. Como el de pensar que hablar bien es utilizar un lenguaje recargado, arcaico, con exceso de formalismos, tecnicismos y confusiones retóricas.
La claridad implica erradicar por completo las introducciones pesadas y complicadas. También es necesario eliminar todos los términos demasiado rebuscados.
Para lograrlo, la fórmula más fácil es hablar desde lo más sencillo. No desde lo más pesado. También es clave comenzar por la idea principal, y no darle vueltas al discurso con la disculpa de querer «contextualizarlo».
El comunicador con lenguaje claro no utiliza palabrejas rebuscadas, ni términos inflados, para tratar de convencer al público de su capacidad y conocimiento.
Se puede decir que habla con claridad una persona que dice en la menor cantidad de palabras posible, con mucha sencillez, pero con gran profundidad, todos sus mensajes. Con el efecto inmediato de ser entendido por todo el auditorio. Sin complicaciones ni confusiones.
La claridad se pierde cuando tratamos de decir demasiadas cosas en poco tiempo. Solo porque pensamos que, al decir mucho, convencemos más. Ese es un gran error. La realidad es que, entre menos diga, más claro será. Y como resultado, mucho más efectivo.
Una de las formas de comprobar la claridad de lo que decimos es preguntar al final a las personas si han entendido lo que hablamos. Se puede realizar un seguimiento continuo al mensaje que exponemos con preguntas periódicas, para corroborar que somos bien claros.
No olvide el mapa de ideas: 1, 2, 3 y la ñapa. De esa manera se garantiza la claridad, a partir de un sencillo pero muy efectivo sistema de ordenamiento de las ideas, de comprobado éxito.
Cuando tengo una ruta clara de las ideas, el mensaje es claro. Por eso mi sugerencia es que no salga al escenario sin antes tener un mapa de ideas escrito en un papel, al lado de la mesa de trabajo o en el restaurante, o cualquiera que sea el lugar donde vaya a hablar. Cualquiera que sea el público.
Los más hábiles pueden llevar el mapa en la mente. Y, en forma imaginaria, van tachando cada una de las ideas que tenían escritas en su mapa mental.
Pero por favor, si quiere ser claro, no comience ninguna charla con la mente en blanco, como si estuviera listo a lanzarse al vacío, donde comenzará a inventar, a dar rodeos, a titubear y trastabillar, porque no tiene idea de lo que va a decir.
No importa que conozca de memoria el tema. Que se sienta muy seguro con el manejo de la charla. No se confíe. Usted debe ser muy responsable con el aspecto de la claridad para cada auditorio, masivo, grupal o personal.
Cuando trabaje varias veces la clave del mapa de ideas, encontrará con asombro cómo creará su propia guía para llevar con claridad su comunicación.
Este sistema le permitirá espacio para iniciar la charla con un caso muy vivencial, una frase divertida o alguna dinámica.
2. Lenguaje sencillo
La sencillez es una virtud de los grandes. Los expositores y oradores que logran efectos mayores son muy sencillos en el planteamiento de sus ideas.
Para mí, sencillez es igual a madurez. Porque cuando es inmadura la comunicación, la persona suele ser un poco extravagante, para llamar la atención.
Creo que, de alguna manera, sí logra llamar la atención, pero por la inmadurez y la extravagancia; no por las ideas ni por sus conceptos.
Cuando logra esta habilidad, permite que las ideas brillen con luz propia. Que los conceptos sean centrales y adquieran mayor relevancia, a partir de lo sencillo.
Siempre recuerdo la imagen del expresidente de España, Felipe González, durante un evento que se realizó en Bogotá, sobre el neoliberalismo.
Fue organizado por la Universidad de Los Andes, la firma LEGIS y otras entidades que unidas organizaron uno de los eventos de reflexión más importantes de los últimos años en el país.