Felipe Martínez Marzoa - De Kant a Hölderlin

De Kant a Hölderlin pretende señalar cómo para poder acercarse desde la historia de la filosofía a la trayectoria de Hölderlin es fundamental precisamente aquella lectura de Kant que queda descartada cuando este pensador es leído desde dentro del idealismo. Esa lectura y el propio Hölderlin señalan a algo que, por ser lo que el idealismo pretende reducir, es determinante en la historia del propio idealismo.

Felipe Martínez Marzoa

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Titivillus 25.06.17

Felipe Martínez Marzoa, 1992

Editor digital: Titivillus

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El presente trabajo se apoya en una determinada interpretación de Kant, algunos de cuyos rasgos se recuerdan, matizan o desarrollan aquí mismo, pero que, en todo caso, viene de mis dos libros sobre Kant citados en las notas. Dicha interpretación de Kant tiene, entre otras particularidades, la de evitar el caso, frecuente entre los estudiosos del idealismo, de que Kant sea visto como aquello «más allá de lo cual» se va o como aquello que se «supera». Incluso antes de que se lea este libro, el evitar tal actitud promete algunas ventajas hermenéuticas; no insistiré en el prólogo en aquellas que hacen referencia a Kant mismo, pero sí recordaré que la capacidad de una lectura de Kant para aclarar aspectos de la eclosión del idealismo depende de que el intento de esta aclaración no sea tautológico, esto es, de que Kant no sea leído desde aquello mismo que se pretende aclarar a través de su lectura.

Pues bien, el libro que ahora presentamos, además de apuntar en general a la dirección en la que la mencionada interpretación de Kant puede contribuir a orientar una historia del idealismo, lo hace en particular al hecho de que aquello de Kant que queda por así decir relegado en el tránsito al idealismo, a la vez, sin embargo, desempeña en la propia marcha del idealismo un papel esencial; lo desempeña en cuanto elemento inquietante en la cosa misma, pero, además, identificándose en cierta manera con la trayectoria de Hölderlin, quien, según esto, es un momento esencial en la historia del idealismo «a pesar de que» o más bien precisamente «porque» no es él mismo un idealista.

Barcelona, febrero de 1991

Dos lecturas de Kant

Primer acceso al problema de las dos lecturas

Una de las fórmulas con las que más frecuentemente se resume cierta tarea que Kant se propone al comienzo de la primera «Crítica» suele traducirse así al castellano: «¿Cómo son posibles (los) juicios sintéticos a priori?». Esta traducción, sin embargo, contiene algo que, si bien concierta de hecho con la lectura de la frase por la mayoría de los germanohablantes que se ocupan de filosofía, no se desprende unívocamente del texto kantiano, «Wie sind synthetische Urteile a priori möglich?», el cual encierra una ambigüedad sintáctica; la secuencia «synthetische Urteile a priori» puede, ciertamente, formar toda ella un único sintagma, que sería en ese caso el sujeto gramatical; pero también puede ocurrir que «a priori» sea un sintagma o miembro de frase distinto y que el sujeto sea sólo «synthetische Urteile». En el primer caso, la traducción castellana es la que ya hemos indicado más arriba. En el segundo, en cambio, la traducción sería: «¿Cómo (los) juicios sintéticos son a priori posibles?», esto es, se preguntaría, en este segundo caso, no por la posibilidad de cierto tipo de juicios sintéticos, a saber, los a priori, sino por la posibilidad de los juicios sintéticos en general, pero aclarándose que por «posibilidad de los juicios sintéticos» se entiende algo que tiene lugar a priori. Para verificar que la distinción entre las dos lecturas no es nada artificiosa, proponemos la siguiente consideración: por de pronto es evidente que las dos frases castellanas tienen significados diferentes la una de la otra; ensáyese ahora la traducción inversa, del castellano al alemán; se verá que, debido a la fijación gramatical del orden de las palabras en alemán, la traducción de una y la otra frase coinciden.

La palabra «posible» (möglich) es en todo lo citado la traducción del latín possibile, y, en el lenguaje escolar que Kant hereda, possibile es aquello que tiene una constitución, naturaleza o esencia; así, pues, la possibilitas (la «posibilidad») de algo es su «en qué consiste», su esencia, naturaleza o constitución. Preguntar «cómo es posible» algo es preguntar en qué consiste ese algo. Si aquello por cuya posibilidad se pregunta son juicios o conocimientos, habrá de tenerse en cuenta que Kant entiende por juicio o por conocimiento precisamente la validez del conocimiento o del juicio. Por lo tanto, la cuestión de la «posibilidad» es aquí la de en qué consiste la validez.

Permítaseme ahora recordar y ampliar lo que ya en otra parte he escrito sobre una posible doble lectura de la definición de «transcendental», en la «Introducción» de KrV. La investigación transcendental se ocupa de cómo «el conocimiento es posible a priori», y esto que acabamos de entrecomillar puede querer decir: o bien que cierta cosa llamada «conocimiento a priori» es posible, o bien que lo que llamamos «conocimiento» (en general, no tipo alguno particular de conocimiento) es possibile y su possibilitas (esto es: aquello en lo que consiste en general el que algo sea válido como conocimiento) es a priori, o sea, constitutiva «de antemano» con respecto a cualquier contenido del conocimiento. En la primera lectura, la investigación transcendental se ocuparía no de cómo es posible el conocimiento en general, sino del particular problema de determinado tipo de conocimiento (el «conocimiento a priori»), si bien es cierto que quienes asumen este punto de vista suelen aducir una bien conocida argumentación según la cual ese tipo de conocimiento sería el único que plantearía problema. Por el contrario, en la otra de las lecturas mencionadas, la cuestión transcendental sería la de en qué consiste en general esa validez o legitimidad que llamamos en general «conocimiento», y el tratamiento de esta cuestión pondría de manifiesto la naturaleza o constitución (la possibilitas, el «en qué consiste») de esa legitimidad o validez, y todo lo que formase parte de esa constitución o naturaleza sería de antemano obligatorio para todo conocimiento posible.

Hemos visto, por una parte, dos maneras de leer cierta pregunta característica del comienzo de KrV, simbolizadas respectivamente en las traducciones «¿Cómo son posibles (los) juicios sintéticos a priori?» y «¿Cómo (los) juicios sintéticos son a priori posibles?», y, por otra parte, hemos visto dos lecturas de la definición de «transcendental». Es manifiesto que la primera lectura de la pregunta se corresponde con la primera lectura de la definición y la segunda con la segunda. Se trata de una sola y misma dualidad o ambigüedad. Para no inducir al lector a ninguna demasiado rápida asociación con otras cosas, designaremos los dos términos con símbolos que no evoquen nada: llámese «lectura J» la que, para cada una de las dos manifestaciones de la ambigüedad, hemos mencionado en primer lugar, y «lectura M» la mencionada en ambos casos en segundo lugar.

Según M, el Faktum