Ken y Phil les agradecen a sus esposas, Margie y Jane, por su apoyo amoroso en este recorrido hacia El refugio más cálido y seguro. También hacen extensiva su gratitud a Phyllis Hendry por el liderazgo amoroso que ejerce en el ministerio Lead Like Jesus.
Ken se ha sentido bendecido por contar con colegas fabulosos dentro de la compañía The Ken Blanchard Companies. Los conceptos que ellos le enseñaron aparecen a través de todo el libro. Él quiere agradecerle a Jesse Stoner, su coautora en el libro Full Steam Ahead! por el trabajo pionero que ha realizado en cuanto a tener visión, y a Pat Zigarmi, su coautora en el libro Leading at a Higher Level, por el trabajo de investigación llevado a cabo por ella sobre las preocupaciones que tiene la gente cuando se producen cambios.
Phil le agradece a Karen McGuire y a Martha Lawrence por su aliento, sabiduría, apoyo editorial y el amor que han mostrado por el libro. También quiere agradecer a Micky Blackwell por sus perspectivas sobre la oración comunitaria. Y por la disposición a proveerle sugerencias y opiniones sobre el trabajo, Phil quiere agradecerles a Kathy McKinnie, Owen Phelps, Greg Bunch, Sally y Steve Patay, y Bruce Humphries. Phil también les agradece a los genuinos Golden Oldies (Harley Damon, Vergil Best y Phil Seitz), sus compañeros en una relación de transparencia durante los últimos quince años. Phil les agradece a las familias Hodges y Pinner por su amor incondicional, en especial a sus nietos Julia, John, James, Philip, Sarah y Samuel. Finalmente quiere agradecer a su finada madre, Elizabeth Hodges, la mujer que le enseñó lo que es el amor incondicional.
«Gracias a Dios que los períodos tienen un límite», masculló para él mismo Tim Manning mientras recorría el programa de la reunión llevada a cabo la noche anterior con el Consejo de Ancianos de la Iglesia Beacon Hill Community. A tres meses de finalizar su tercer período consecutivo de dos años como presidente del consejo de la iglesia, Tim no resultaba elegible para un cuarto período. Aunque experimentaba sentimientos ambivalentes con respecto a dejar sus funciones, tenía que admitir que era bueno que se fuera. Todavía se preocupaba apasionadamente por la iglesia y se sentía gratificado por las muchas cosas que habían acontecido durante su período de funciones. Pero estaba agotado. Luego de ochenta y dos reuniones del consejo, veintitrés reuniones congregacionales de trabajo e incontables llamados telefónicos, correos electrónicos y encuentros en la cafetería que se sucedían a diario, estaba listo para traspasar las responsabilidades de liderazgo al próximo «siervo sufriente».
Tim no tenía idea de que la parte más importante de su travesía de liderazgo dentro de la iglesia estaba a punto de comenzar en cuestión de unos momentos.
Mientras revisaba aquel programa, se detuvo en el tercer punto: «Celebración del 30° aniversario de Beacon Hill: actualizar la planificación». Era algo un poco inusual llevar a cabo una celebración del trigésimo aniversario. Pero su predecesor había cajoneado abruptamente los planes para una celebración de los veinticinco años de existencia cuando supo que el pastor había sido quitado de sus funciones por haber participado en demostraciones locales en contra de la guerra. La tensión extrema de la que se había impregnado la iglesia en esa época descartaba cualquier intento de celebración gozosa.
Tras esa desgracia, la asistencia decayó. Hubo una significativa pérdida de apoyo financiero cuando algunos de los antiguos miembros dejaron la iglesia a causa de que se hubiera despedido al pastor. Las conversaciones sobre el presupuesto se volvieron competitivas, contenciosas y a veces lisa y llanamente desagradables.
Siendo el presidente entrante, Tim, junto con el resto del equipo de liderazgo, dedicó mucho tiempo y esfuerzos a prevenir un cisma total de la iglesia. Las emociones estaban a flor de piel. Se habían levantado muros entre los bandos opuestos a causa de la decisión de apartar al pastor. Cuando el furor se calmó, una fría amabilidad cubrió el torrente subterráneo de profundos enojos y heridas que seguía corriendo. Ese constituyó un tiempo de prueba que llevó a Tim a sus rodillas, pidiéndole a Dios paciencia y sabiduría para no reaccionar a partir de su propio orgullo, temores o frustración.
Con el paso del tiempo y la partida de algunos de los miembros más amargados de la congregación, la iglesia lentamente comenzó a sanar. La llegada de Mike Reston, un pastor joven, muy dotado, con doctrina clara y un estilo atractivo de predicar, levantó mucho el espíritu de la congregación. Cuando se inauguró una planta industrial de auto partes en las cercanías, todo un flujo de gente nueva ingresó en el área y gradualmente se restauró la asistencia a las reuniones del fin de semana, hasta alcanzar los niveles anteriores. Las ofrendas aumentaron con el giro producido en el mercado de valores, y se logró una gran mejora en el balance financiero general.
Tim consideraba que ahora la iglesia se había fortalecido nuevamente. Con toda certeza bullía de actividades. Algo se llevaba a cabo cada noche. Los estudios bíblicos, los grupos de ayuda, las reuniones de comisión, y las oleadas de actividades anuales centradas en las festividades de Navidad y Pascua no dejaban mucho tiempo que digamos para que las manos permanecieran ociosas. Se había producido un cambio tan positivo que Tim gustosamente apoyaba la idea de llevar a cabo la celebración del trigésimo aniversario de la iglesia Beacon Hill Community durante el año siguiente.
Al pensar en ello mirando hacia atrás, Tim podía ver una gestión de liderazgo en la que el trabajo esforzado y perseverante, y el haber mantenido vivo y por buen camino el mensaje del evangelio, habían producido frutos. Aun secretamente se visualizaba recibiendo las palabras de aprobación: «bien hecho, buen siervo y fiel» por la tarea realizada. Se sonrió y revisó el resto del programa en su agenda:
Revisión del pedido de tres comisiones ministeriales de mejorar los recursos financieros en el presupuesto del año siguiente.
Considerar las recomendaciones de la comisión de finanzas y propiedades acerca de postergar el nuevo techado del edificio de educación cristiana.
Abrir el debate acerca de cómo manejar mejor el tema referido a la cantidad de matrimonios que estaban en crisis.
Dar a conocer el resultado de las negociaciones entre los líderes de la clase de escuela dominical Adultos Nuevos Horizontes y los estudiantes ministeriales en cuanto a intercambiar salones de reunión.
Considerar la planificación para el Día nacional de oración.