A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U.
© Editorial De Vecchi, S. A. 2016
El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270)
INTRODUCCIÓN
La época en la que nos ha tocado vivir nos impone un ritmo de vida cada vez más agotador, con una considerable disminución del tiempo libre.
El mundo de la cocina no ha sido insensible a estos cambios. En efecto, el estrés y la dinámica de vida actual ya no nos permiten dedicar muchas horas a la cocina; el tiempo disponible para los menesteres culinarios se ha reducido, debido a los numerosos compromisos que vamos adquiriendo. Pero, al mismo tiempo, deseamos comer bien, de forma sana, con platos sabrosos, que no lleve mucho tiempo prepararlos.
Por todo esto, el progreso tecnológico logrado en estos últimos años en todos los sectores ha llegado hasta la cocina, poniendo en manos del consumidor unos aparatos modernos, en continua evolución: los hornos de microondas, cada vez más sofisticados y con extraordinarias prestaciones.
«El ordenador en la oficina, y el microondas en la cocina.» Esta podría ser una de las frases que mejor definirían la aplicación de las nuevas tecnologías al servicio del hombre en los albores del siglo XXI .
La cocción en el horno de microondas representa una nueva forma de cocinar, más rápida, fácil y agradable, más sana que la tradicional, y que permite obtener platos gustosos y variados manteniendo el sabor y las características de los alimentos, sin alterar sus propiedades naturales. Permite, además, descongelar y calentar, en tiempos brevísimos, platos ultracongelados, conservando el aspecto y el aroma de los alimentos frescos.
El horno de microondas hizo su aparición en Estados Unidos en la década de los años cincuenta, para satisfacer las necesidades y exigencias de la vida moderna americana.
A continuación, se extendió rápidamente por Japón y, con cierto retraso, llegó finalmente a Europa. Fue precisamente en Europa donde suscitó prejuicios y desconfianzas, y aún hoy, sigue abierta la polémica sobre la nocividad para la salud de la emisión de microondas. Sin embargo, su uso está cada vez más extendido, debido no sólo a sus indiscutibles ventajas a nivel práctico (ahorro de tiempo y de energía), sino también a la cada vez más probada seguridad de su utilización, desde el punto de vista de la salud.
El horno de microondas es un aparato que no ocupa mucho espacio; puede ser de distintas medidas, y puede ir encajado o apoyado en un soporte. Lo único que necesita es una toma de corriente. En cierta manera, se asemeja a un televisor: tiene una puerta de vidrio especial que permite controlar la cocción, mandos para hacerlo funcionar, un reloj para contar los minutos, algunos botones, y un ventilador que distribuye con uniformidad las vibraciones alrededor de los alimentos, alejándolas de las paredes y concentrándolas sobre lo que se ha de cocer.
La tecnología moderna, en continuo desarrollo, realiza productos cada vez más versátiles y capaces de proporcionar distintas prestaciones, acordes con las exigencias y las necesidades de su utilización. De esta manera, nos podemos encontrar con aparatos que pueden tener una única intensidad de potencia o potencias variables, mando de descongelación, base giratoria o base fija (en este último caso, los hornos van provistos de una rejilla móvil situada a la mitad de su altura).
En estos últimos años, se han fabricado hornos de microondas cada vez más sofisticados:
— Aparatos multifunción, llamados combinados. Este tipo de hornos unen la cocción tradicional a la cocción por microondas mediante infrarrojos o por circulación de aire caliente y grill.
— Las distintas modalidades de cocción pueden ser empleadas solas o combinadas, ofreciendo así una mayor versatilidad en su uso. Permiten, por ejemplo, el dorado de alimentos, lo que resulta imposible en hornos de microondas normales.
— Aparatos de programación electrónica con fichas. Este tipo de hornos están dotados de programación electrónica de las recetas (en fichas), de tratamiento delicado de los alimentos, de indicadores automáticos para la determinación del peso de los alimentos y el correspondiente tiempo de cocción y de sonda termométrica, para el control de la temperatura interna de los alimentos.
— Aparatos compactos. Estos modelos se han creado para resolver los problemas de espacio y se pueden encajar en las estanterías.
— Miniaparatos. En estos «minihornos» se han introducido los mecanismos más modernos; por lo tanto, son más versátiles y, al mismo tiempo, más económicos.
Para finalizar, diremos que el horno de microondas es un electrodoméstico nacido en y para nuestro tiempo, y que se adecua perfectamente al sistema de vida actual.
Definiremos brevemente, a continuación, las principales características de este tipo de hornos:
1. Economía, porque su velocidad de cocción permite un ahorro de tiempo (que llega al 90 %) y de energía (de hasta el 70 %).
2. Versatilidad, porque se pueden cocer, descongelar y calentar los alimentos, sin grasas, sin pérdida de valores nutritivos ni de sabor.
3. Higiene, porque su sistema de limpieza es muy sencillo: no hay que utilizar detergentes ni abrasivos; las eventuales salpicaduras de grasa se eliminan con un paño húmedo.
4. Seguridad, porque en el horno no hay llama ni gas. La difusión de las microondas se interrumpe por la simple presión del botón de apertura de la puerta.
Qué son las microondas y cómo tiene lugar la cocción
En primer lugar, deberemos decir que las microondas son un fenómeno natural.
En efecto, nosotros vivimos sumergidos en campos de ondas electromagnéticas que nos iluminan, nos calientan, o difunden, por ejemplo, los programas de radio o de televisión.
Las microondas son ondas electromagnéticas, de altísima frecuencia, que tienen entre otras la característica de cubrir un espectro muy amplio (el espectro electromagnético), y que cambian de naturaleza de acuerdo con la frecuencia de la oscilación y la longitud de onda.
Las microondas presentan múltiples utilidades: se utilizan en las comunicaciones vía satélite, para el diagnóstico y tratamiento en medicina e, incluso, para guiar los aviones en la fase de aterrizaje.
Las que se emplean en la cocina tienen una longitud de onda de 10 a 15 cm, y una frecuencia de 2.450 MHZ. Las microondas son generadas por el